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Nicole S. López Baeza

Morelia, Michoacán, 28 de julio de 2023 [00:05 GMT-6] (Neotraba)

Ante los retos de la producción de alimentos, surge la agricultura con un enfoque sostenible. A continuación, te compartimos sus principales objetivos y estrategias.

En la actualidad, la alimentación se encuentra seriamente amenazada por el acelerado crecimiento poblacional, explotación desmedida de recursos naturales y el consecuente cambio climático.

Aunado a lo anterior, la agricultura moderna supone un fuerte impacto ambiental por la deforestación, erosión del suelo, uso excesivo de plaguicidas y fertilizantes, disminución de insectos benéficos en cultivos, agotamiento de mantos acuíferos, consumo de combustibles que liberan CO2, además de los monocultivos que empobrecen al ecosistema.

Frente a dichas problemáticas es que surge la agricultura sostenible. Esta tiene como objetivo la seguridad alimentaria, es decir, disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad de alimentos para las generaciones actuales y futuras. Así mismo, toma en cuenta los tres pilares de la sostenibilidad que son el ambiental, social y económico.

Algunas prácticas de la agricultura sostenible son:

  • Agricultura de conservación: son acciones encaminadas a reducir el impacto ecológico en la producción de alimentos. Una forma es la reducción o cancelación de la labranza para evitar pérdida de suelo. La técnica más difundida es la rotación de cultivos que, como su nombre indica, se refiere a cultivar más de dos especies de forma rotativa para aprovechar o recuperar el suelo mediante especies benéficas como las leguminosas que aportan nitrógeno.
  • Análisis y monitoreo de las necesidades del suelo: se usan sensores como GreenSeeker y GreenSat para determinar la cantidad exacta de fertilizante natural que el suelo y el tipo de cultivo necesita.
  • Manejo de plagas: se busca reducir o eliminar el uso de plaguicidas químicos para minimizar el impacto al medio ambiente. Los compuestos hechos con materia animal y vegetal funcionan como “plaguicidas” naturales para controlar las plagas de forma específica sin dañar la fauna benéfica.
  • Usar eficientemente los recursos que nos proporciona la naturaleza: inicia con un estudio del terreno y los organismos que habitan en él durante el año para ajustarse a la naturaleza, también se estudian los microorganismos y su interrelación, la aplicación de compuestos específicos de procedencia animal y vegetal, así como los ciclos astronómicos. También se incorporan técnicas agrícolas tradicionales como las de pueblos indígenas.
    • Un ejemplo de estas prácticas es “Operación Polinizador” propuesta por Syngenta, la cual se ha aplicado en los estados de Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Puebla, Sinaloa y Sonora, para fomentar las poblaciones de insectos polinizadores mediante la siembra de márgenes con vegetación hospedera. Esto también protege al agua y suelo.
  • Uso eficiente de agua para el riego: incluye técnicas de manejo del agua de riego como son los sistemas por gravedad, goteo y multicompuertas.
  • Agricultura regenerativa y manejo ecológico: La agricultura regenerativa engloba prácticas que favorecen el enriquecimiento y regeneración del suelo, conservan la fertilidad del mismo, reducen las emisiones de CO2, y restauran el equilibrio entre especies. Las más conocidas y difundidas son la composta y el reciclaje de residuos orgánicos.
  • Prácticas agroforestales: Son técnicas en que se utilizan los elementos naturales como árboles y arbustos a favor del cultivo para generar sombra, refugio, humedad o favorecer a la fauna benéfica.

Aplicar la sostenibilidad en la agricultura deriva en beneficios tales como una influencia menos dañina al medio ambiente; mayor control de plagas; una rentabilidad y productividad sostenida; procesos de cultivo más seguros y eficaces para los agricultores; además que se producen alimentos más saludables.

Cada día son más las empresas que incorporan estas prácticas como un requisito en su labor, comparten sus estrategias y fomentan su crecimiento. Una de ellas es la agroquímica global anteriormente mencionada, Syngenta, la cual defiende la siguiente premisa:

“La sostenibilidad no es conveniente, es indispensable” Patricia Toledo, directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos para Latinoamérica Norte.


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