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Por Zaira Eliette Espinosa

Nuevo León, 7 de julio de 2023 [00:05 GMT-6] (Neotraba)

La mejor manera de conocer el alma de un país es leyendo su literatura

Amos Oz

Para 1966, Amos Oz, un joven escritor israelí, ya se sentía imanado al compromiso de relatar su entorno. Su verdadero nombre era Klausner, pero lo cambió a Oz que significa “coraje” en hebreo. En ese tiempo fundó el movimiento pacifista Shalom Ajshav (“Paz Ahora”).

Durante los años 70, Oz situó las bases, podría decirse, de toda la madurez en su vasta y profunda obra literaria que comprende novela, poesía, cuento y ensayo.

En 1971, Oz publica Hasta la muerte, libro con dos novelas cortas. La primera, “Amor tardío”, habla de un Israel que vive amenazado por la idea de ser destruido por el enemigo.

La sintomatología de un declive se hace a través del personaje de Shraga Unger, un hombre de 68 años, solitario, que jamás amó ni fue amado, y piensa en entregarse a la muerte, con la paranoia propia de los tiempos de guerra.

Pero Unger tiene que lidiar con su cuerpo, el envejecimiento lo condena a considerarse un hombre prescindible, aunque el tema de los judíos en la Rusia soviética sea su especialidad. El personaje señala las razones para justificar una gran conspiración bolchevique en contra de los judíos. “Ellos quieren nuestra alma, nada más y nada menos que nuestra alma”.

Por otro lado, en Hasta la muerte, la narrativa atiende a la crónica de un viaje a Jerusalén. Los personajes se dirigen al lugar que buscan para recibir redención y “encontrar asimismo la paz de espíritu”.

Son las palabras de Claude El Jorobado las que generan el decorado propio del movimiento de esa comitiva que a su paso encuentra oportunidades para ennegrecer el ya deforme entorno de la vida de los judíos.

De tal expedición se documenta esa voz del opresor que va justificándose y ornamentándose con la naturaleza que le rodea.

Un estilo de ingenuidad (¿crueldad?) auténtica, como cuando grupos extremistas condenan o juzgan algo y aparentan “estar en su derecho” aunque eso tenga que ver con aplastar y acabar con la dignidad y la vida de otra persona “en el nombre de Dios”.

Los temas de Oz son actuales. Seguimos atrapados en la ignorancia de las “razas humanas”, del origen de los desplazamientos. Somos testigos de las migraciones más sombrías y mortales. Los gobiernos ignoran y aniquilan los derechos humanos, pero crean campañas para defenderlos.

Hasta la muerte de uno de los primeros libros de Amos Oz y es una gran oportunidad para conocer el inicio del esplendor de su literatura.

Para la fichita: Hasta la muerte de Amos Oz (Siruela).


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