¿Te gustó? ¡Comparte!

Por Merari Lugo Ocaña

Hermosillo, Sonora, 29 de diciembre de 2022 [00:01 GMT-7] (Neotraba)

Morgue*

Cada invierno caen las golondrinas y los humanos sin nido. Algunos mueren de pie y no es posible allanar su rigor mortis. Otros llegan tan tibios que son escupidos por dios y se vuelven donación para la ciencia. Aquí nos encargamos de seccionar la piel hasta alcanzar la víscera. Ponemos en exhibición corazones grasos, vejigas aún llenas de orina, uñas muy azules. Los estudiantes de medicina se abaratan para recibir el misterio en los ojos y una secretaria le pone nombre a la vejez del cuerpo. El expediente será la única prueba del paso de estos hombres por el mundo. La administración tardará cinco años en borrarlo.

Osteoporosis

¿Qué es la eternidad? Cal y fosfato.

Luego los huesos también se deshacen o se pierden.

Francisco Umbral

Calcio, le digo. Calcio y alendronato. Obedece. Ahí va la pastilla. Seiscientos miligramos que, según ensayos clínicos, poco significan. No sé a qué teme. Es joven aún. No entiendo por qué se queda ahí, cuidándose de los edificios, de las escaleras, de los juegos de niños, tomándose radiografías, densitometrías, resonancias, si todo por gravedad ha de caer y nadie habrá que escuche el crujido de sus huesos.

BRCA1(+)

Ayer le arrebatamos los pechos a la paciente del catorce. Dos cicatrices son reemplazo de areolas y palomas. El recambio de vendas requiere la presencia de las hijas. La ceremonia es la misma, aunque a veces sorprenden ligeras variaciones: una vez que ellas se reconocen en el territorio minado, lo cubren de inmediato con una gasa limpia. Luego mascullan una frase desteñida. Antes de terminar la visita, aquellas que se sienten heridas por la noche, suelen apretar los brazos de su madre en llanto como si implorasen tregua ante el enemigo.

Traumatismo craneoencefálico

Otro médico se ha acercado al lumen de la herida. Toca el reborde de los cráteres del cráneo. Dice: la tomografía de cerebro muestra una hiperdensidad que aúlla. Tiene el lóbulo frontal deshecho y nueve puntos en la escala de Glasgow. Yo lo miro dormir con un hígado hermoso y la columna indemne. Los ruidos de la sala no parecen despertarlo. Tampoco sueña. Ya no es capaz de encontrar belleza en un cuadro deprimente. No más retórica y elucubraciones éticas. No más teorías sobre lo fálico y lo endeble. No se esconde entre las faldas de un dios lírico. No es esclavo de la rebelión en sus moléculas. De vez en cuando abre los ojos; busca con las manos un objeto invisible. No reconoce su propio dolor. El que alguna vez fue hombre ahora existe como animal feliz.

*De Signos vitales

III

Que repetimos patrones, dicen. Que en otro nombre encontrarás el nombre de tu hambre primigenia. Rastrojo la repetición. Tu cuerpo en un cuerpo. Lumbrera la repetición. Tu cuerpo en su cuerpo. Nudosa, febril, denticulada siempre la repetición. Ambarina. Elongada casi. Tu cuerpo en su cuerpo que fue. Luego otra plaga, solsticio. Lo que dijeron: eco, distorsión. Los andamiajes iguales. Todas las ruinas. Otro cuerpo. Y aquella sensación de que todo es nuevo. De que nada ha sido caminado ya. Pero en su nombre está el nombre. La misma búsqueda. Espejismo siempre la repetición. Ningún amor es inédito.

(Inédito)


Merari Lugo Ocaña (Hermosillo, Sonora. 1990). Poeta, médico psiquiatra y psicoterapeuta. Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa 2016; y el tercer puesto en el Premio Internacional de Poesía y Cuento Trilce en 2018. Fue becaria del Centro de Escritores de Nuevo León 2018 y del PECDA Sonora 2021. Libros: Signos vitales (2022).


¿Te gustó? ¡Comparte!