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Óscar "El Gallo" López, foto de Jorge Durán
Óscar “El Gallo” López, foto de Jorge Durán

Por Óscar Alarcón (@metaoscar)

El 13 de febrero de 2019 falleció Óscar López, conocido entre sus cuates como El Gallo, quien fuera un referente en el quehacer cultural de la ciudad de Puebla. Condujo más de 15 años la revista Movimiento Perpetuo en Radio BUAP y por ella desfilaron todos los actores culturales de la ciudad, del estado y en muchos casos del país. En Neotraba le rendimos un cariñoso homenaje publicando una entrevista que se llevó a cabo el 21 de enero de 2008 y que fue publicada en el suplemento Una Theta.

Óscar Alarcón. Tenemos entendido que son diez años ya del Movimiento Perpetuo, platícanos un poco de él.

Óscar López. Bueno, en realidad son 8 que cumplí el 15 de noviembre, o más bien el programa cumplió 8, porque me veo más grande (risas).

El programa no es el más viejo en Radio BUAP, hay dos programas que son más viejos, Fusiones de Ricardo Téllez y Sólo Jazz, pero que se transmiten cada ocho días; el mío se transmite de lunes a viernes y por eso pareciera que el mío es el más viejo, o que llevo el mismo tiempo que la estación pero no.

ÓA. Aunque aguantarle el ritmo diario a los 8 años del programa es un poco pesado, e implica actualización todos los días como periodista.

ÓL. Pues actualización tercermundista (risas). Aquí sólo es con tus propios recursos, no existen las condiciones para realizar un trabajo en términos de excelencia, tienes que echar mano de tus propios recursos económicos, tu experiencia en periódicos y de tus aficiones. Que en mi caso son la música, la literatura y las artes plásticas. Son herramientas que sin querer yo me he provisto para hacer mi trabajo.

ÓA. ¿Cómo ves a la cultura y las políticas culturales en Puebla?

ÓL. Bueno ya que lo preguntas de esa manera habría que dividir, por un lado a las instituciones y por otro, a los creadores. A nivel institucional nunca ha existido una política cultural. Yo creo que, o les vale madre a los funcionarios, o hay ignorancia. No es lo mismo una política cultural que difusión cultural. No es lo mismo promoción de actividades que tener una línea definida institucional. Porque implica un esfuerzo mucho más grande, porque tendría que verse involucrado el trabajo con la Secretaría de Educación Pública sólo por citar un ejemplo, por eso no es lo mismo que el trabajo de difusión.

En la medida en la que hay analfabetismo funcional los públicos crecen muy lentamente. Pero además yo creo que no sólo se trata de una política cultural de creación de públicos —que implicaría una gran promoción— sino que se entienda que las actividades artísticas son parte de la formación integral de cualquier ser humano.

Parte de la educación, por ejemplo no formal, ya que no todo mundo tiene que dedicarse al arte, pero sí tendría que saber disfrutar de un buen concierto y no me refiero únicamente a los conciertos académicos, hay distintos lenguajes musicales; o disfrutar de las artes plásticas sobre todo de los lenguajes contemporáneos, que normalmente no se tiene una educación, una forma de ver una exposición pictórica, dialogar con una obra de arte contemporánea todavía es muy complicado. Hay mucho prejuicio, porque en realidad uno sólo debería de tener ese diálogo con la propuesta.

Pero eso implica el reconocimiento a la educación no formal, a nuestra educación visual, a nuestra educación sentimental, todo aquello que formamos de una manera intuitiva y a la que los medios electrónicos, sobre todo, contribuyen mucho: a la formación de nuestros gustos. No hay una política cultural estatal, si a nivel nacional no la hay, mucho menos a nivel local.

De manera general, desde el punto de vista de los creadores, yo creo que hay un incremento de propuestas reales desde hace unos diez o quince años. Hubo algunas cosas importantes, como en la década de los 80’s, un grupo de pintores entre los que estuvieron Gerardo Ramos Brito, José Villalobos, que hicieron no una corriente pictórica pero impulsaron para que se abrieran los espacios para las artes plásticas, en cuanto Ars Estética cada uno tenía una propuesta.

Ahora podemos ver que tenemos una galería de arte contemporáneo, en ese tiempo ni pensarlo, no había un perfil de galería. Decir “contemporáneo” ya te señala un perfil, que obviamente quiere decir que jamás vas a ver arte sacro, que por supuesto está bien. Por ejemplo ahora la UPAEP tiene una galería para ello, pero eso hace veinte años no era posible.

La mayoría nos íbamos al D. F. a comprar libros, a ver exposiciones, y de aquí lo poquito que podíamos ver y oír de vez en cuando. No digo que no hubiera. Pero en los años 70’s y 80’s una de las cosas en difusión cultural de la BUAP era escuchar mucho jazz; incluso la trova, cuando no eran tan conocidos Silvio, ni Pablo, ni todos ellos, venían a través de la Universidad.

Y además de otras dos asociaciones civiles que se llamaban “Puebla ciudad musical” y “Puebla sociedad de conciertos”, que contribuyeron mucho a formarnos el gusto por la música, por la trova y el jazz. Esto no tuvo continuidad, eran más bien los buenos deseos de hacer algo.

Yo creo que se ha incrementado en otros términos. En música se ha mantenido, sí hay mejores músicos de todo tipo pero ha ido más lento; se ha incrementado más en la literatura y en las artes plásticas, también hay una mayor conciencia de la capacitación y el estudio, que estudiar una disciplina artística implica eso y no nada más la bohemia. No sólo el desmadre y la fiesta, aunque eso está en todas partes.

Óscar "El Gallo" López, foto de Jorge Durán
Óscar “El Gallo” López, foto de Jorge Durán

ÓA. Bueno ya vimos que casi no hay apoyos en la difusión, pero precisamente hablando de la bohemia rescatando lo mejor y con las influencias que venían del D. F., ¿lo transmites en el Movimiento Perpetuo, esa es la propuesta que quieres dar?

ÓL. Movimiento Perpetuo no es nada original. En realidad era cuando de rebote podía ver algo en el canal 22, y me dije “bueno si ahora va a haber Radio BUAP, por qué no hacer algo parecido”. Entonces desde el principio estuve proponiendo un programa así, y me decían que no, que no cabía en el perfil de Radio BUAP, de una radio cultural.

Total, después de dos años me dijeron “ahí tienes ya el espacio pero no hay recursos”, y entonces tuve que transformarlo en revista. Por eso yo lavo, plancho, aplico inyecciones, hago de todo (risas). Hablo frente al micrófono, reportear, ir a ruedas de prensa, entrevistar. Tengo un cuate que me echa la mano pero no recibe un salario, lo que hace es mínimo y no puedo obligarlo a nada.

Óscar "El Gallo" López, foto de Jorge Durán
Óscar “El Gallo” López, foto de Jorge Durán

ÓA. ¿Cómo has visto la evolución de tus radioescuchas, han cambiado o permanecen igual?

ÓL. No tengo forma de medirlo, porque no hay estudios de opinión o de raiting, porque no dependemos de ellos, aunque podrían hacerse. Pero nunca han existido. Sí hay cosas que me platican de los amigos que me encuentro en las actividades. Y aún así habría que matizarlo, tal vez me lo dice algún cuate muy cuate y tal vez esté exagerando. Me doy cuenta que mucha gente dice: “ah vine porque te escuché”.

ÓA. De la gente que ha ido a tu programa, ¿cuáles son las pláticas que más te han gustado o que hayan sido difíciles o que se hayan puesto bravos?

ÓL. Difíciles sí, bravos no. Por ejemplo cuando te llevan a algún académico. Uno no puede ser todólogo. Tienes que informarte previamente y hacer lo que llamamos entrevistas de información, que alguien te explique de qué se trata la cosa. Es el caso de los semiólogos, son los que más cuestan trabajo (risas).

En radio hay algo que tienes que buscar: la aplicación práctica para interesar al público. Obviamente en la academia no todo tiene aplicación práctica como es el caso de la semiótica. Cómo buscar ese gancho, esa técnica para interesar al radioescucha. Que la gente entienda lo que estamos diciendo y el famoso “¿para qué?” siempre hay que hacerla para interesar al público.

Óscar "El Gallo" López, foto de Jorge Durán
Óscar “El Gallo” López, foto de Jorge Durán

ÓA. ¿Qué tanto ha impactado tu programa en el público que no es universitario?

ÓL. Yo creo que ha ido creciendo. A pesar de todo Radio BUAP se oye. Y digo a pesar de todo porque la radio comercial no ha mejorado como en el D. F. y otras ciudades. Nosotros —y hablo de la gente de mi generación, la que nacimos en los 50’s— buena parte escuchamos Rock 101, Radio Educación y Radio UNAM. Menciono dos culturales y una comercial, porque se puede hacer buena radio comercial.

En Puebla no se ha hecho buena radio comercial que evolucione. Eso permite que la gente le cambie a Radio BUAP. Y aunque no puedo medir, cuando mucha gente habla para pedir libros, no siempre es gente universitaria.

ÓA. Si tuvieras la oportunidad de escoger a tu público ideal ¿entre qué edades lo ubicarías?

ÓL. Entre que sepa escribir y noventa años. Creo que no hay edad. Conocí en una entrevista no formal a Compay Segundo cuando tenía 95 años, entonces platicaba que su abuela había llegado a los 105, y el señor llegó con una novia de treinta años, fumando puro, y tomando café en la sobremesa.

Y también creo que los niños, porque también me gusta la parte lúdica, aunque soy muy serio en el fondo, no. En el programa soy serio, pero en lo cotidiano, no. Porque te creas un personaje.

ÓA. ¿Algún mensaje para tus radioescuchas que te leerán en Una Theta?

ÓL. Hay que releer a Simone de Beavouir, lo digo como hombre, creo que más allá de una figura del feminismo es una figura del siglo XX. Y hay que leer el último chisme de Christopher Domínguez Michael, el Diccionario crítico de la literatura mexicana, donde le dedica dos páginas a Cernuda y quince a Krauze, pero Guillermo Samperio saca los guantes.

Óscar "El Gallo" López, y Óscar Alarcón, foto de Jorge Durán
Óscar “El Gallo” López, y Óscar Alarcón, foto de Jorge Durán

ÓA. ¿Cómo ves al Movimiento Perpetuo en ocho años?

ÓL. Híjole, no sé si exista. A lo mejor sí, a lo mejor no. Te puedo decir que por ahora yo estoy bien con mi trabajo me gusta hacerlo y que no tengo la intención de decir en dos años me voy o en diez años me voy. Antes pueden suceder otras cosas a nivel personal, como las que suceden muy interesantes.

ÓA. ¿Y a Óscar cómo lo ves en ocho años?

ÓL. En el Movimiento Perpetuo (risas).

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