De amores, enredos, y un examen de Microeconomía.

Por Becca Durán (@BeccaDuran1)

Escribo esta columna mientras una guillotina cuelga sobre mi cabeza y el verdugo se llama Microeconomía, de hecho, esta columna es en honor a ese examen tan tenebroso y malvado que me tiene sudando frío desde hace una semana.

Pero bueno… había olvidado escribir acerca del 14 de febrero, porque me cae un poquito gordo, por cierto ¿los que empezaron a andar el 14 todavía siguen juntos? Esa fecha la tengo muy presente porque fue el día en que tuve mi primer examen parcial del semestre… y ahí empezaron los problemas.

Diez días… ¡diez días he estado en estado de tensión al mil! Y yo sé que los que estudien carreras más complicadas o vayan en semestres más adelantados van a decir “Ay, esta tipa qué? No sabe lo que le espera” Y pues sí amigos, no sé lo que me espera y me da miedo averiguarlo.

Para no hacerles el cuento largo, hay dos materias que me generan un dolor de cabeza terrible, y las dos tienen al bello Cálculo Diferencial implícito en ellas. Bueno, realmente Microeconomía es la que lo tiene implícito porque la otra se llama Cálculo Diferencial entonces… es como muy obvio, ¿no?

El examen de Cálculo ya lo hice y mi intención no es escribir cosas tristes en Neotraba, así que sólo diré que salí del examen como el meme donde Kim Kardashian está toda devastada llorando (aunque seguro ella después de eso fue a un Spa de miles de dólares y yo nomás me fui a mi casita a hacerme unas quesadillas) y ya ando buscando asesorías para que no me vuelva a pasar.

*Vamos a corte comercial*

Quizá ustedes no lo noten porque a esta columna se le revisa la ortografía antes de publicarla pero le ando poniendo tilde a la “A” de “examen” y pues no lleva. #SendDiccionarios

*Regresamos del corte comercial*

Cuando ustedes lean esta columna mi examen de Microeconomía ya habrá pasado y probablemente me haya salido de la carrera, equis, normal, somos chavos.

No, ya hablando en serio, este semestre de la carrera lo he sentido súper pesado, sobre todo porque hay cosas que debería saber desde la prepa pero por el área que escogí no las obtuve (como saber derivar), y eso ha hecho que si de por sí es complicado, se me haga 3 veces más complicado, así que, creo que ya había dicho esto pero ahora lo haré jashtag:

#UnoNoAprendeEnZapatoAjeno

Peero, les daré unos consejillos que, aunque me los hubieran dado a mí no los hubiera seguido pero aun así se los doy por si ustedes no son necios y tercos como su servilleta:

• Chequen el plan de estudios de sus materias 100pre, y busquen información acerca de esos temas, para que, si hay cosas que ya deberían saber y no saben, puedan aprenderlas antes y no se atrasen.

• Estudiar mientras ven Netflix, Blim, o Mariposa del Barrio no sirve, neta. Mejor pongan musiquita bonita en Spotify y denle duro a la estudiada.

• No pospongan el estudio. Yo sé que comer es importante pero vas, comes, lavas tu platito y te regresas a estudiar, porque si te quedas platicando con tu mamá de que si la vecina, de que si el gas, de que si bla bla bla, el tiempo se te irá y luego estarás rogando por que el profe no llegue y se posponga el examen, según tú, para ahora sí estudiar (que sabemos que no va a pasar).

• Tomen agua. Parecerá chiste pero el comercial de Karla Souza para una marca de refrescos que también vende agua embotellada (no nos pagan por promocionar) es en serio, tu cerebro se deshidrata antes de que te des cuenta.

• Hagan apuntes y lean mucho o… no sé, si ya tienen más de 16 años ya deberían saber cuál es el método de estudio que más les acomoda, sólo aplíquenlo.

• No lloren, llorar no arregla nada y nomás van a descomponer su computadora o correr la tinta de sus apuntes por el awita con sal que sale de sus ojos.

Creo que ésta columna ya está muy larga, ya me voy a callar, sólo les daré un último consejo si es que ustedes también ven Teresa a la hora de la comida y por eso nomás no les rinde el tiempo para estudiar:

Teresa en este punto de la telenovela ya terminó la carrera siendo el mejor promedio de su generación y ya se agarró al maestro ricachón buena onda que le compuso la vida, ustedes y yo, seguimos intentando pasar el semestre. Menos Teresa y más estudio.

Termino esta columna deseando que se hayan divertido y si tienen exámenes, pues que se les haya olvidado un poco lo triste que es su vida y como dice Mizadita Mohamed: Los quiero mucho y los quiero ver triunfar.

Besos,

B.