Delantales sucios

El juego alimenta. No hay confirmación más hermosa del valor de la cocina que esa. Accidente químico que transforma ingredientes sueltos en una sustancia única, un adjetivo único para un único momento. Por eso el olor a atole es el atole mismo, nos dice Juan Jesús Jiménez.

Fotografía de Vitor Monthay a través de Unsplash

Chamba

Juan Jesús Jiménez escribe sobre el trabajo: Y no es que yo esté en contra de mirar arriba, y trabajar para llegar ahí. Estoy en contra de perdonar medidas que claramente son abusivas, y ser indulgente con una realidad que nos explota desde que despertamos hasta que nos acostamos a dormir.

Fotografía por cortesía de Juan Jesús Jiménez

Echaleganismo para principiantes

"Es una frase que me tiene harto", opina Juan Jesús Jiménez: en medida de que la gente lo analiza como un discurso, el “echaleganismo” se emplea como una herramienta política para ejemplificar cómo es que “el pobre es pobre porque quiere”, legitimando el valor de la meritocracia.

Échale ganas

Crisis de la (media) mediana edad

Si alguien con mi edad me lee y siente que no ha hecho mucho con su vida, nos dice Juan Jesús Jiménez, tiene que saber que, en medio de las crisis, no hay más que entregarse al vacío.

Fotografía de Justin Luebke a través de Unsplash

¡Pinche Rafael Bernal! (Parte I)

El Complot Mongol soporta su calidad narrativa en lo humanos que pueden ser los personajes, incluso siendo caricaturas de sus roles. No son nombres en un papel de hechos en un crimen, no son fotografías que revelaremos en un expediente al que le daremos carpetazo. Son personas.

El complot mongol de Rafael Bernal

Barrio Chino

Tiene una forma distinta de la propiedad cultural de ser mexicano, cómo una zona tan pequeña y espectacular resiste a la erosión social.

Barrio Chino. Foto de Óscar Alarcón

Hijos

Si uno espera tener un hijo porque quiere ser mejor educándolo es porque cree que podría mejorar desde lo ya existente, pero aquí se habla de los no hijos.

Foto de Jyotirmoy Gupta a través de Unsplash

Invierno

Una persona sin hogar no es deseada, pero tampoco es como que exista una alternativa para personas que no tienen nada. Porque resulta más sencillo caminar por una calle, ignorando a las personas que llevan encima tres o cuatro chamarras, con los zapatos gastados, los pantalones llenos de polvo. Imagine cuánto podemos rescatar de tratar a un ser humano como lo que es.

Foto de Clay Leconey a través de Unsplash