¿Te gustó? ¡Comparte!

Por Paulina Elizabeth Fernández Gámez

Hermosillo, Sonora, 08 de diciembre de 2021 [02:44 GMT-5] (Neotraba)

Entre varias cosas que quiero agradecerle a Manuel Parra Aguilar, la que más destaca es el gusto a la poesía que yo desarrollaría en mi niñez. Por ello, a modo de una breve anécdota muy especial, quiero contarles a ustedes uno de los encuentros que tendríamos hace algunos años el entonces joven Manuel y la niña Paulina.

Pido disculpas por no recordar la fecha exacta del momento donde coincidimos por primera vez, lo que sí está muy presente en mí son las conversaciones que tuvimos en Cananea, ya fuera en la Feria del Cobre o en aquellos juegos de palabras donde el que decía un “no” durante una conversación común, perdía. También recuerdo la carne asada de aquel lugar donde estacionaron un vochito en el segundo piso… pero sobre todo recuerdo un poema que le regalaste a la pequeña Paulina, un poema donde se hablaba de una ciudad de cobre y de muchas estrellas.

Foto cortesía de Manuel Parra Aguilar..
Foto cortesía de Manuel Parra Aguilar..

Hasta ese momento yo no conocía la belleza que se encierra entre letras, las palabras, líneas u oraciones. Sin embargo, con los ojos que ven,pude aprender a reconocer esta belleza. En el libro Breves, dice el poema “El limonero”, ese poema dedicado a don Chema, quien es papá de Manuel, que sabia es la raíz de agua en la tierra, y en otro poema se señala que: ante la duda es mejor reír.

Si les suena a disparate esto que les digo, lo mejor sería tomar el libro y leer los breves poemas que ha escrito Manuel. Esto no lo digo nada más yo, pues este libro le ha valido un premio de gran reconocimiento, como lo es el Premio Nacional de Poesía Amado Nervo.

Manuel, quisiera decirte que, aunque a veces me sorprendo pensando si esa oración que leí en el poemario fue una analogía, metáfora o comparación, porque son las cosas que generalmente hacemos las (os) adultas (os), decido de vez en vez ceder el paso a la Paulinita, aquella de 9 años de edad, y al ver la tarde arder en fuego (eso suena un poco tétrico) decido también ver el sol pintar todo de colores y disfrutar de las cosas que tienes que decirnos en tu libro Breves.


Paulina Elizabeth Fernández Gámez (Cananea Sonora, 1994). Licenciada en educación primaria por la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de Sonora, actualmente estudiante de la maestría en ciencias sociales por el Colegio de Sonora.


¿Te gustó? ¡Comparte!