Entre el acto creativo y la producción musical: entrevista a Emi Cano

Por Berenice Aguilar (@bere5n ) y Luis J. L. Chigo (@NoSoyChigo)

Puebla, México, 09 de diciembre de 2020 [00:03 GMT-5] (Neotraba)

Emi Cano es un cantautor poblano. Después de colaborar con distintos proyectos musicales a lo largo de los años, lanza su primer álbum titulado Día Bisiesto con el sello de Mumu Island Records, el cual contiene una interesante fusión de música pop y diversos géneros musicales del interés del artista, mismos que logran hacer de su música y letras una notable propuesta para la música local y nacional.

Ahora, Emi nos entrega su último sencillo del 2020 titulado Después ya veremos, el cual cuenta con las voces de Joab Zúñiga —participante del programa televisivo La voz en 2019— y Mariana Vásquez.

Luis J. L. Chigo. La mayoría de tus canciones suelen ser colaboraciones entre dos artistas, ¿por qué trabajas de esta manera tus canciones?

Emy Cano. Empecé a escribir cuando entré a la universidad en el 2012. Sin embargo, no lo hacía para mí, sino para bandas en las que estaba o para amigos con los que tocaba. Junto a ellos participamos en diferentes festivales de la canción, los cuales se organizaban en la Universidad Iberoamericana y en el Tecnológico de Monterrey.

Nos llegó a ir muy bien dentro de esos festivales, entonces, para mi proyecto, la idea era sacar únicamente colaboraciones, de tal forma que lográramos armar mi carrera como compositor y no como cantautor.

Primero lanzamos tres colaboraciones: Invierno, Calles de París y Sonríe mi negra durante noviembre del año pasado y enero de este año. Después, en pláticas con Mumu Island Records, mi productora, apostaron por publicar mi disco. Decidimos continuar con la misma temática, invitamos a más artistas para colaborar, de tal forma que no se perdiera el proyecto inicial.

Berenice Aguilar. Como mencionas, los sencillos fueron grabados con Mumu Island Records, productora independiente poblana. ¿Cómo fue tu experiencia con ellos?

EC. Trabajo con ellos hace más de un año. Conocí al productor Luis Miguel Pérez por la universidad y me acerqué con unas canciones realizadas previamente con unos amigos. Las grabé con un teléfono y con algunos programas del mismo. Le pedí ayuda para mejorar algunas canciones a través de la mezcla. Terminaron por gustarle y propuso hacerlas desde cero, con una producción más grande y con más recursos.

Miguel ya trabajaba con MÄSH, otro artista emergente, también de Puebla. Yo fui el segundo artista con el que trabajó la productora. Somos una comunidad de creadores, nos apoyamos entre todos y tratamos de compartir el material de los demás.

LJLC. Mencionabas que empezaste grabando con tu celular, ¿puedes contarnos un poco más sobre tus orígenes?

EC. Desde hace algunos años mi proceso para escribir canciones es el mismo, me siento a tocar la guitarra y escribir en mi teléfono o en un blog de notas. Si lo creado en el momento me gusta, hago un registro de toda esa información y grabo una nota de voz en mi celular.

Posterior a eso hago una maqueta o boceto de la canción con la ayuda del celular y algunas aplicaciones, las cuales traen integrado un metrónomo y algunos instrumentos predefinidos. Por último, uso una pequeña interfaz y un micrófono para grabarme. Eso se lo paso a mi productor y él se encarga de darle otro tipo de producción. Trato de hacer mi mejor intento, de acuerdo a mis posibilidades.

LJLC. ¿Para ti cómo es la experiencia de ser un artista pop de Puebla, es decir, nacer y consolidarse en este estado?

EC. Antes: sí me defino como pop, pero también trato de manejar un abanico más grande en mis canciones. El EP contiene en su base pop, pero también incluye tintes de rap, un poco de reggae, pop dream, algunos elementos de hip hop, etc.

Trato de no encasillarme en el pop comercial. Me gusta mucho una frase: no es tanto el género, sino lo que puedas generar.

Estoy consciente de ser un artista emergente. Sin embargo, las plataformas digitales han generado un proceso de democratización musical, por lo tanto, ya no compites únicamente con quienes están en Puebla, sino con todo el mundo y las grandes disqueras. Lo importante, entonces, es sonar bien. Una vez logrado eso hay que saber moverse, en esto incluyen los factores mercadotécnicos, mediáticos y sociales.

BA. En tu EP podemos encontrar que eres cantautor, ¿cuáles son los procesos creativos que sigues para escribir tus canciones?

EC. Son vivencias personales, algunas fueron pensadas para el disco y otras ya tenían años guardadas. La primera canción del EP, Ella es así, tenía 6 o 7 años de reposo. Se la mostré a mi productor y decidimos colocarla en el disco.

Al final, Luis Miguel Pérez y yo tuvimos un proceso de selección, apostamos por las canciones que ahora configuran el disco y trabajamos muy duro en la producción de cada una. Por ejemplo, la tercera canción titulada Fin de semana la escribí especialmente para el EP, pues era el tipo de música buscado.

Considero que mis procesos creativos dependen mucho de la música escuchada en ese momento, de lo que me motiva a crear en determinado momento. Es decir, si escucho boleros me dan ganas de escribir un bolero; si escucho rap, me dan ganas de apostar por el rap… por ahí va mi proceso de creación

LJLC. Coméntanos de tu ultimo sencillo titulado Después ya veremos, el cuál es también una colaboración, ¿cuál es el su origen?

EC. Con Joab Zuñiga ya había colaborado en Sonríe mi negra, la lanzamos en enero del presente año. Posterior a esto volvimos a reunirnos y lo elegimos como uno de los cantantes de este sencillo. La diseñamos como un dueto y pensamos en Mariana Vásquez, con quien también ya habíamos colaborado.

El proyecto se fue desarrollando poco a poco y quedamos muy contentos con el resultado. Al final, lo importante para mí es empezar a ser reconocido como compositor, que la gente reconozca las letras realizadas por mí, más allá de si las interpreto yo u otra persona.

LJLC. ¿Qué te causa ver tus proyectos concretados en videos musicales? ¿Participas en la creación de los mismos?

EC. Soy artista digital de profesión, entonces muchas de nuestras actividades en Mumu Island —quienes nos dedicamos al arte digital—, consisten en ayudar a crear y colaborar visualmente en los proyectos nuestros o de otros artistas.

Al final ver las creaciones —canciones, videos musicales o portadas de sencillos— concretadas es muy lindo, da un sentimiento de autorrealización bastante agradable.

BA. ¿Cuáles son tus objetivos en la industria musical?

EC. Considero que mi objetivo es continuar en la creación de canciones, no importa si las canto yo o alguien más —si esa es la mejor opción. Es decir, estoy abierto a esa posibilidad.

La verdad estoy muy contento con la productora porque me dio la oportunidad de cantarlas en este disco. Al final, mi motivación es poner la música a disposición de la gente, la puedan escuchar y, quizá, sentirse identificados.

BA. Emi, la pandemia nos ha obligado a cambiar ciertos aspectos de nuestra cotidianidad, ¿consideras que tus procesos creativos fueron afectados por la situación actual?

EC. Considero que mantengo el mismo proceso creativo para escribir canciones. Si tengo una idea, comienzo a explorarla para ver hacia dónde me lleva.

Antes del comienzo de la pandemia me compré un piano, lo cual me ayudó bastante para la situación actual. Al no ser mi instrumento principal, debí adaptarme y aprender un poco más de él, contribuyó a mi crecimiento musical.

La pandemia no ha interferido demasiado en mis procesos, sin embargo, si ha interferido en mí, como persona. Siento que he crecido e incluso sufrido algún cambio, bueno o malo, dependiendo de cómo se mire. Me ayudó en ser introspectivo, en el aspecto de la interiorización, observarme como persona, entonces me permito escribir sobre eso.

LJLC. ¿Qué proyectos tiene Emi Cano para el futuro?

EC. Antes de terminar este año realizaremos una sesión acústica, la idea es grabar dentro de un museo de Puebla. Aún buscamos los permisos para llevarlo a cabo.

Para el siguiente año trataré de sacar un nuevo EP. Pienso lanzarlo a mitad del año y,  ahora sí, enfocarnos en una gira presencial —si la situación lo permite.