La magia de la carretera.
Vainilla y Fresa || Meses antes de hacer un viaje, checo muy bien la ruta, sitios de interés histórico, entradas a otros estados, gasolineras y si salen tacos, también los anoto en las paradas obligatorias.
Vainilla y Fresa || Meses antes de hacer un viaje, checo muy bien la ruta, sitios de interés histórico, entradas a otros estados, gasolineras y si salen tacos, también los anoto en las paradas obligatorias.
Por Adriana Barba
Monterrey, Nuevo León, 15 de mayo de 2020 (Neotraba)
Meses antes de hacer un viaje, checo muy bien la ruta, sitios de interés histórico, entradas a otros estados, gasolineras y si salen tacos, también los anoto en las paradas obligatorias.
“No me pregunto a dónde llevan las carreteras, es por el trayecto por lo que emprendo el viaje.”
Anne Hérbert
Hola, soy Adri y amo manejar en carretera.
Segurísima que en vidas pasadas fui Lola la trailera, la carretera me da paz. Tomar fuerte el volante y prender mis instintos de halcón para detectar cualquier peligro me hace sentir invencible, podría llegar en coche hasta Alaska si tuviera quién me siguiera la corriente.
La carretera te ayuda a pensar, aclara tus ideas, hasta te entrega las respuestas de aquello que tenías meses sin resolver.
La imaginación vuela, en lo que checo la velocidad y programo el playlist, veo a lo lejos, en medio de la nada, casitas diminutas. Los 130 kilómetros por hora hacen que se esfumen casi al parpadear.
Los viajes pesados están siempre al acecho. Asegúrese de llevar buena compañía, la que se mantendrá en silencio y guardará la calma con espíritu de estatua si el granizo lo sorprende. O si de la nada empiezan a atravesarse pequeños bambies en su camino.
A veces tenemos miedo –casi siempre tengo miedo– pero asegúrate que tu tripulación no lo note, levanta la mirada y pon una canción de los Tucanes de Tijuana, voltea a verlos y diles: “duérmanse, ahorita deja de llover.”
Busca siempre un buen copiloto, dicen por ahí, para cuando llegue la hora del sueño tenga siempre una plática que te haga quedarte despierto. Yo nunca lo necesito, es tanta la responsabilidad que tengo en mis manos al manejar que prefiero ir concentrada en el horizonte.
La carretera es jazz, es blues, o música banda si así lo deseas. La carretera te une con tus seres queridos, te lleva hacia tu ser amado o te aleja de él.
Te permite reír con Coca Cola y Chips Jalapeño, y al cruzar la frontera con Dr. Pepper y Chetos Flaming Hot. Te hace conocer lugares inigualables por tomar rutas equivocadas, y mientras regresas a la carretera correcta, das gracias por haberte perdido ese tiempo, y tener la oportunidad de admirar distintas bellezas en el paisaje.
No importa si son 2 o 14 horas en la carretera, siempre tiene sorpresas para ti.
Vainilla y Fresa
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