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Por Ramón Santoyo

Sonora, 18 de noviembre de 2021 [00:02 GMT-7] (Neotraba)

Autor: Manuel Parra Aguilar

NITRO/PRESS – Instituto Sonorense de Cultura

95 páginas

México, 2022

Se tiraron 1000 ejemplares

Espacio:

Separación entre líneas o entre letras o palabras de una misma línea de un texto impreso. Extensión que contiene toda la materia existente.

Contener:

Dicho de una cosa: Llevar o encerrar dentro de sí a otra. Reprimir o sujetar el movimiento o impulso de un cuerpo.

En el título del texto que se presenta, según las acepciones de las palabras “Espacio y Contener” está la esencia del libro de Manuel Parra Aguilar. Por un lado, el espacio entre letras, palabras y enunciados; por otro el contenido o significado que se expresa. Los espacios y las palabras se conjuntan para establecer determinados mensajes. Pero, si se toma otra acepción de las palabras señaladas sobresale el vocablo “Extensión” para espacio y “Reprimir o Sujetar” para contener. Extender y reprimir, o sea, abrir y cerrar. En el cuerpo de Espacios contenidos se percibe una atmósfera de cierta contraposición, similitudes y diferencias, acuerdos y desacuerdos de los diferentes autores con respecto a la definición del poema en prosa y sus características. Quizá, en ese parpadeo, en ese abrir y cerrar, en esa tensión de los contrarios, Manuel Parra esté dando al lector una visión dialéctica cuya síntesis sea su aportación en este ensayo sobre el poema en prosa.

La idea de movimiento, de transformación, de tensión de los contrarios, se manifiestan constantemente: El poema en prosa, se lee en el trabajo de Parra Aguilar, nace como una contraposición a las rígidas formas de hacer poesía y se le atribuye a Baudelaire el origen de este género en su modernidad. Los cambios en el entorno social serán factor importante en el nacimiento y desarrollo de esta nueva manera de expresar lo poético. Cabe decir que el autor de este ensayo toma como punto de partida la carta que Baudelaire escribe al novelista francés Arséne Houssaye en 1862. En esta misiva el poeta expone sus inquietudes sobre el incipiente género literario.

¿Qué entendemos por poesía en prosa?

Ante esta pregunta el autor de Espacios Contenidos presenta nombres de estudiosos que han definido esta forma literaria, con diferencias en su concepción. Es decir, se cuestionan diversos aspectos y, por ende, como en todo intento por esclarecer cualquier concepto, no resulta fácil hacerlo. Por ejemplo, dice Bernard: “se basa en la unión de opuestos” cuando se refiere al poema construido con estos dos elementos: poesía – prosa.

Cabe señalar que Manuel Parra hace valiosos comentarios que después darán pie a su particular aportación con respecto al poema en prosa. A guisa de ejemplo, al final del primer capítulo el autor propone: “Para nuestros fines, maldefiniremos al poema en prosa como un tipo de escritura breve que busca…”  En la maldefinición, según Parra, se lee: tensión del signo lingüístico, serie de encadenamientos, resaltar la connotación, tensión de su idea, enunciados clave en la propuesta del autor de este ensayo.

     Parra Aguilar también reflexiona sobre las diferencias entre el poema en prosa y el verso; toma en cuenta la línea y la oración, así como otros elementos que constituyen a dichas formas literarias. Expone las ideas que al respecto sostienen diversos conocedores sobre el tema, las contraposiciones entre ellas, los términos utilizados y las discrepancias; explica y da ejemplos de cómo se construye el poema en verso y el poema en prosa, precisando que la tensión poética además de las cadenas semánticas tiene un ritmo distinto al poema en verso.

La voz de Manuel Parra Aguilar teje las explicaciones pertinentes ante este interesante fenómeno de la creación poética. Además, diserta sobre el ritmo de estas formas literarias y examina a detalle cada una de ellas para, después, establecer su idea del ritmo en el poema en prosa que él propone. Parra Aguilar da a conocer algunas de las características del poema en prosa, tomando como punto de partida las aportaciones al respecto de tres investigadores de esta forma literaria. Así, el autor de Espacios contenidos presenta, analiza, especifica y, al final de este significativo asunto, expone las que, a su juicio, considera las características comunes en esta clase de poema. He aquí algunas de las palabras centrales de su síntesis: la idea poética, la brevedad, los campos semánticos, la transtextualidad, entre otros.

     Puede leerse que el poema en prosa se relaciona con otros textos, incluso visuales como la fotografía, la pintura, el cine, el bordado. Esas relaciones pueden interesar al lector para hacer una lectura más profunda. Se explica una serie de circunstancias distintas dentro del poema en prosa, pero también se especifica que coincide con el microrrelato en dicha relación con otras obras y otras características. Así, el poema en prosa tiene mucha semejanza con el microrrelato. Los límites de los géneros literarios no son definitivos y, por supuesto, no resulta fácil definir al poema en prosa. Parra Aguilar, al respecto, hace un riguroso análisis comparativo. Pudiera decirse que el poema en prosa se relaciona con otros textos dentro de sí mismo, igualmente con otros hacia afuera, como el microrrelato. Parece ser que hay una simbiosis entre estos dos géneros, pues son más las semejanzas que las diferencias. Si no fuera posible distinguir si es poema en prosa o microrrelato, toca al lector precisar qué forma literaria es la que lee (infiere Manuel), por lo que la participación del lector es esencial.

      Al final, el autor del ensayo presenta un panorama del poema en prosa en Hispanoamérica. Inicia señalando que no solo los europeos se distinguen por el uso de esta forma literaria; en América consigna dos apellidos, Poe y Whitman. El primero con Eureka, el segundo con Hojas de Hierba. Luego, en español se refiere a Gustavo Adolfo Bécquer con Leyendas y así sucesivamente. Previa explicación de cada uno anota nombres y apellidos como Rubén Darío, Julián del Casal, José Martí, Manuel Gutiérrez Nájera, José Asunción Silva, hasta llegar a 1915, cuando Pedro Prado publica Los pájaros errantes, consolidándose así en Hispanoamérica este género literario. Después se enumeran otros poetas: Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Ana María Loynaz, Octavio Paz, Luis Cernuda, César Vallejo, Gabriela Mistral y Juan Ramón Jiménez. En síntesis, autores más autores menos, con esta lista se puede percibir la idea de cómo el poema en prosa fue permeando el ambiente literario, captó el interés de los poetas y, de alguna manera, escribieron con ciertas características del poema en prosa. Actualmente, se puede decir con seguridad que en nuestro país existen escritores que utilizan esta forma literaria y, si alguien lo duda, aquí está Manuel Parra Aguilar, que hasta cursos imparte sobre este tipo de poema.

El poema en prosa o poesía en párrafo es una manera de atrapar poéticamente la cambiante realidad, rompiendo la forma de hacer poesía mediante la métrica tradicional, es decir, de la poesía en verso. Por supuesto, todo deriva de un largo proceso que, sin duda, enriquece al fenómeno de la creación literaria. Es posible que los poetas contemporáneos sientan un poco más de libertad dejando correr las líneas hasta el final de la página que constreñir los versos a una medida establecida y obligatoria, como lo muestra este ensayo de Espacios contenidos.


Ramón Santoyo. Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas por la UNAM y Maestro en Docencia Tecnológica por la Universidad del Noroeste. Ha sido profesor en distintas instituciones y universidades, como la Universidad de Sonora. Fue Director de Acción Cívica y de la Casa de la Cultura de Guaymas, Sonora. Escribe cuento y poesía.


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