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Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Ciudad de México, 08 de abril de 2020 (Neotraba)

Celebramos un año más de vida

Cuanto he tomado por victoria es sólo humo.

Del poema Fracaso

Rafael Cadenas

Poeta, venezolano, Barquisimeto, 1930. Profesor universitario, traductor de Víctor Segalen, D. H. Lawrence y Walt Whitman, entre otros. Sus poemarios Los cuadernos del destierro (1960) y Falsas maniobras (1966) desde su aparición son referentes en la literatura venezolana. Desde muy joven se dedica a la escritura y hoy es considerado el poeta mayor de Venezuela y junto, cercano, se encuentra Guillermo Sucre, 1933.

Persona y poesía

Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Por María Auxiliadora Álvarez[1]

Pureza y humildad serán más bien cualidades poco familiares en el sonoro ámbito de las premiaciones y los honores, sin embargo, la amplia resonancia de los prestigiosos premios literarios otorgados a Rafael Cadenas resulta muy ajena a una persona tan callada e introspectiva como es nuestro gran y querido poeta. En este momento, celebramos el Doctorado Honoris Causa recién otorgado a Rafael Cadenas por la Universidad Simón Bolívar junto a otro de los grandes creadores y pensadores venezolanos contemporáneos, Guillermo Sucre. Homenajes que apenas dejan traslucir el hondo regocijo del mundo literario nacional e internacional por tan justos reconocimientos.

Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Mientras viví en Caracas (menos de la tercera parte de mi vida) no tuve el honor de conocer a Guillermo Sucre en persona, pero sí pude admirar su magnífica obra. A Rafael Cadenas, por otro lado, sí pude conocerlo y tratarlo, desarrollando un profundo cariño por su persona, a la par de la admiración por su obra. Respeto y devoción inspiran por igual la obra y la persona de Rafael Cadenas. Hablo primero de su persona porque de allí nace el hondo venero de su palabra y su pensamiento.

Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Gentil y amoroso del mundo, Rafael Cadenas no responde a los sonidos de las superficies: ni ser, ni idea, ni lenguaje. Su atención se encuentra siempre cautivada por la más aguda concentración. Una hondura que también borra las imágenes del yo para que prive una totalidad sin anécdotas. Al modo de los pensadores orientales, Rafael Cadenas cultiva un intelecto espiritualizado por naturaleza y refinado en la distancia de todo exceso o aparatosidad, toda forma de poder o de violencia (incluso gestual). Abierto y receptivo desde la más suave forma de auto-inadvertencia, pocas palabras pronunciará Rafael Cadenas en voz audible, pero siempre precisas y siempre esenciales.

Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Uno, a sus oídos, no quisiera interrumpir tan alerta densidad: sabia en el silencio y sabia en el sonido. Su incisión exterior transitará permanentemente dentro de la mayor de las gentilezas, incluyendo sus cuidadosas expresiones de humor y de amistad. Hablo siempre de la persona de Rafael, contenedor y continente de la gran poesía que nos hereda; de su intensa penetración humana y solidaria, crítica y política; de su enseñanza profunda (definitiva y definidora desde los emblemáticos poemas Fracaso y Derrota) enriqueciendo a varias generaciones de escritores en Venezuela; de su bondad que nunca lanza el primer juicio; y de su suave sonrisa al acecho de la mayor sutilidad.

Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Rafael Cadenas. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Querer a Rafael Cadenas es un gran honor para el espíritu. Su voz en Venezuela y en el mundo literario internacional representa un inmenso regalo para todos, una fuente de vida verdadera, de lucidez y de bondad. Su palabra nos recuerda, paradójicamente, la indispensable actividad del silencio (y su integridad) en la construcción de un modo cabal de nombrar el mundo.


[1] Caracas, Venezuela, 1956. Poeta, ensayista y profesora de literatura venezolana. Figura de la poesía contemporánea venezolana y latinoamericana. Vivió en Brasil, Colombia y Surinam, y reside en Estados Unidos desde 1996. Premio de Poesía del Consejo Municipal de Cali (Colombia, 1974); Premio Fundarte de Poesía (Caracas, 1990): Internacional Award María Pia Gratton (USA, 1999). Obra reciente en México, El amor de los enfermos (2018)

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