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Texto y fotos por cortesía de Luis Dinorín

Puebla, México, 23 de septiembre de 2020 [00:01 GMT-5] (Neotraba)

Margarita Velázquez Nocedal es pianista, cantante, arreglista compositora, gestora cultural.

En los últimos años, desarrolla modelos y estrategias para el estudio contemporáneo de la música en México.

Cansada del método tradicional en la enseñanza musical, con dedicación y estudio; tras la pandemia de Covid19 en México, fundó una escuela:

“Somos varios socios, la escuela se llama Line Music Education. Es un proyecto que llevaba varios años y la situación de la pandemia nos obligó a apresurarlo un poquito”.

Primeros pasos

En Puebla dejó el conservatorio de música y se dedicó a formar algunas bandas de rock y de blues. Pensaba que no le gustaba estudiar música en la forma tradicional.

A los 17 ya cantaba en algunos lugares y una vez, se escondió en un baño, mientras se iba la policía, quienes entraron al lugar como clientes. No pudo salir hasta que se marcharon.

“Estaba convencida de que no me gustaba estudiar pero era más bien el método, era muy tradicional. En mi primera clase en México, noté la diferencia.”

Antes de radicar en la Ciudad de México, Margarita formó parte de bandas poblanas como Hikuri y Serpiente Elástica, más adelante, formó un cuarteto de blues y jazz.

Dos grandes entre sus maestros

En clases particulares con Iraida Noriega y Enrique Neri supo que lo musical, debe enseñarse con base en generar una experiencia entre el alumno y la música.

“Recuerdo que fui a la casa del maestro Enrique Neri y me hizo vivir una gran experiencia. Yo tenía una beca y vivía muy estresada. Él me dijo tienes que relajarte, si no esto no va a fluir”.

Enrique Neri le sirvió una copa de vino, le ofreció una variedad de quesos. La puso a escuchar música por unas cuatro horas. Entonces fue al piano y le pidió ser ella misma al ejecutar.

“No me acuerdo de la teoría, me dejó la experiencia de aprender a confiar en mí y disfrutar del aprender música”.

Algo parecido le sucedió con Iraida Noriega en sus clases particulares y luego en una escuela de música como su maestra.

“Le enseñé la forma en que me dijeron que tenía que vocalizar y me dijo que eso no era necesario, porque esa que vocalizaba no era la misma al cantar”.

En el 2012, Margarita Velázquez terminó un diplomado en música popular en la Ciudad de México y ahí comenzó una nueva forma de ver la música:

“Mi vida fue estudiar hasta aprender a disfrutar de la música. Grabé un EP con Omar Guzmán, Pepe Torres, Armando Montiel y otros más. Fue en el 2012”.

Durante el 2015 tomó un año sabático para saber si quería cantar o dar clases y desarrolló la práctica para la Innovación en la Docencia, la aprendió en el Tecnológico de Monterrey. En ese tiempo, participó en un jam en el país vasco.

En 2016 se enfocó en estudiar pedagogía y desarrollar programas para enseñar la música. Para entonces ya contaba con más estudios en música por parte del Royal College of Music, una de las escuelas con más prestigio en el mundo.

Margarita Velázquez Nocedal
Margarita Velázquez Nocedal

Su perspectiva

Para Margarita es muy curioso que mucha gente en México está interesada en aprender un instrumento, sobre todo en que lo hagan los niños.

Sabe que en nuestro país, la figura del músico está catalogada con muchos adjetivos negativos como el borracho, desobligado, drogadicto y mucho más.

“Tenemos que dignificar la figura del músico, dignificar la figura del maestro de música”.

Y por eso en Line Music buscan que sus profesores tengan un salario digno y al mismo tiempo, oportunidad de seguir creciendo.

Para ella es importante también que las nuevas generaciones de músicos aprendan a desarrollar su creatividad y generar empatía al conocer tres cuestiones: el cómo, cuándo y dónde estudiar y no tener límite.

“Es cuestión de quitarse ese chip de la cabeza y entender que los músicos tenemos una creatividad impresionante y podemos llegar hasta donde nosotros queramos”.

Margarita Velázquez Nocedal
Margarita Velázquez Nocedal

El 19S

Margarita compartió con nosotros algunas otras experiencias personales sobre lo que ocurrió durante el sismo de 2017 y días después.

Durante el terremoto en la Ciudad de México, Margarita y su pareja a quien admira y otros amigos ayudaron en las labores de rescate.

Tendieron la mano a infinidad de personas en puntos cercanos a la zona de Taxqueña, el multifamiliar Tlalpan y algunas otras escuelas más, pues ella, también tiene formación y conocimientos sobre primeros auxilios.

Al paso de unos días y después de casarse, perdió por un tiempo la voz y se enfocó en retomar sus estudios en la enseñanza de la música.

“En 15 días pude volver a hablar y después no podía cantar, entonces mi esposo y mi familia me recordaron que no era sólo la que canta y me enfoqué aún más en la pedagogía”.

Otras anécdotas en la música

Una de sus metas como músico era compartir escenario con los músicos de Betsy Pecanins y lo logró antes de la pandemia al lado de J Queen Blues Band. También nos contó su admiración por el músico mexicano Héctor Infanzón.

“He tenido la fortuna de siempre estar rodeada de personas, músicos muy lindos, desde mi formación. Nunca he dejado de estudiar, de aprender, casi siempre estoy aprendiendo algo nuevo”.

“Más allá de lo que vayas a hacer, creo que uno siempre debe hacer las cosas con pasión y mucho amor. Eso fue lo que más aprendí de todos mis maestros y eso es lo que cuenta”.

Todo ese camino empezó cuando Margarita obtuvo una beca para estudiar música popular en la Ciudad de México pero tampoco olvidará que fue el Jazzista mexicano Eugenio Toussaint quien la entrevistó en ese proceso.


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