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Camila R. H. escribe sobre la soledad, la muerte y los ojos rojos de los conejos: no me gusta esta oscuridad escurrida desde los rincones hasta las puntas mordidas de mis dedos, donde se hospedan, se cuelan en las heridas frescas, infectan.

Fotografía de Sergio Arze a través de Unsplash

Cuello de camisa

Si el viento ha de hacer algo es siempre irse, entonces se va y deja una sensación desesperantemente imposible de recrear, escribe Camila Rosete sobre ¿el viento?, ¿un fantasma?

Fotografía de Waldemar a través de Unsplash

El niño del tambor

A ningún gato le gusta mojarse, a ningún gato le gusta llorar, a ningún humano aguado le gusta vivir. Qué difícil es estar vivo, escribe Camila R.H. en su columna.

Fotografía de Charles Deluvio. A través de Unsplash

Verde, amarillo, rojo

La muerte no es buena como recuerdo, nos dice Camila R. H., a partir de observar el cadáver inerte de un gato, que ahora parece un peluche sucio y maltratado. ¿Qué sigue para quien observa a un animal muerto?

Fotografía de Sasha Matveeva a través de Unsplash

Caninos

La amistad entre dos amigas se ve interrumpida por el cambio de residencia de una de ellas. Camila R. H. nos entrega un texto en el que un supuesto pitbull puede separar o unir a las personas y que afloren otros sentimientos.

Foto de Andrew Sterling a través de Unsplash

Treinta gramos

Las alas se estampan con desesperación victimaria, silenciadas enseguida por un par afilado de colmillos, por la calidad determinante de una mandíbula al cerrarse sobre un cuello angosto, recubierto de plumas que saben a ácaro, a tierra, a humedad y, sobre todo, a cielo.

Fotografía de Vignesh Kumar a través de Unsplash

La hija del ladrón de Jeff Wheeler

El segundo libro de la saga Kingfountain de Jeff Wheeler resalta el valor que tienen los mitos y leyendas para todo un pueblo. Una reseña de Camila R. H.

Portada de "La hija del ladrón", de Jeff Wheeler