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Por Luis Manuel Pimentel

Selección de poemas del libro Estuvieron cerca los almendrones mientras creímos haber amado.

Puebla, México, 02 de abril de 2021 [00:02 GMT-6] (Neotraba)

“Este libro tiene algo de sideral, de pueblo y de ciudad. Es costumbrista y al mismo tiempo abstracto. Ese giro en torno al amor a ratos lo pone en peligro con algunas frases que juegan al borde del lugar común, pero logra, al borde como digo, escaparse. Tiene también algo muy juvenil y al mismo tiempo viejo, sabio, quiero decir. Es muy bohemio, sobre todo. Hay sí una tensión entre ciudad y monte, se siente y fluctúa. En ambos momentos el cuerpo toma lugar. El cuerpo y su goce como manifestaciones del amor. El amor es sensual, muy físico, del tacto, de las texturas, y es también un lenguaje de complicidades. Y sobre el amor, sobre las selvas y las ciudades, aparece el Cosmos santiguando todo, como un ansia que eleva”.

Fedosy Santaella

Lengua de gato

En una mueca de tus labios
se van cociendo
gemidos intermitentes
en el legado eterno del roce.

Con tus lamidos: construyes
el enigma de las mariposas azules
y los granos de bronce.

Con tu lengua: la flor de la esperanza
de un mestizaje aparente,
los recuerdos de gata cachorra
y un soplo del viento
que remueve los sueños.

Sudores
fricciones
se reflejan de nuevo en tu boca,
que se abre,
en una ensoñación
de dos gatos
revolcándose.

Un soplo sostenido

Dieciséis dedos de distancia
entre tu nariz y la mía.

En el soplo irreverente del encuentro
fumas y mueves el pie
al ritmo de la salsa.

Carne de mi carnicería,
en este templo
el aliento de mi futuro
te invita a sentarte
                               a mi lado
                                               a la deriva.

Ausencia

Puede que sea tu ausencia
la que me tenga aquí
escribiendo al compás de las otras noches
cuando me quedo en el no-límite,
tejiendo instantes de dulzuras y mentiras.

Mujer neblina,
adormecida en la canción
que te vuelve:
sirena petrolera
duende
hada
magnolia


noche permanente
ojos cercanos.

Refugio nómada

Casualmente,
estás poseída por esta fosforescencia
que también vivo
en el sesgo de un deseo,
que conllevan los riesgos
por los que viajo hasta aquí.

Acostada en mi refugio
toca una espera infinita
en las noches sonámbulas
de tus ditirámbicos gemidos.

Desde aquel beso,
cuando quedaron los desparpajos
de un amor de silogismos,
entras multiplicada
como la reina de corazones.


Luis Manuel Pimentel. Foto de Jorge Gamboa.

Luis Manuel Pimentel. Barquisimeto, Venezuela, 1979. Poeta, narrador. Con el libro Esquina de la mesa hechizada (2011), resultó ganador de la I Bienal Nacional de Literatura Rafael Zárraga en Venezuela. En poesía ha publicado los libros Figuras Cromañonas(2007), Canción de cuna para Ananda (2016). Estuvieron cerca los almendrones mientras creímos haber amado (2021). En narrativa tiene la novela Triángulos alterados (2015). Su obra aparece en más de 11 antologías literarias. Vicepresidente de la ONG Poetas Sin Fronteras Internacional. Actualmente vive en Puebla, México. Es Editor de la Revisa Filigramma, Director Editorial de Ablucionistas, y Director General de la Revista de semiótica El Signo inVisible.


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