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Julio Salgado Palacio de gobierno de Aguascalientes, Centro Histórico, Aguascalientes, México. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Julio Salgado Palacio de gobierno de Aguascalientes, Centro Histórico, Aguascalientes, México. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Por Pascual Borzelli Iglesias / Óscar Alarcón (@metaoscar)

Ciudad de México, 17 de mayo de 2020 00:01 GMT

Químico en planta cementera, explorador de campo para vetas, agrónomo ganadero, restaurador, editor, periodista y siempre poeta.

La poesía es una representación de la esperanza.

La charla y las primeras palabras en medio del humo, de sus cigarrillos y mi cigarro, con alguna bebida para sofocar el sopor de la noche limeña, se dan a la llegada al Gran Hotel Bolívar, en el centro histórico de Lima, frente a la Plaza San Martín. Relató que su origen es en la población de Frías, Santiago del Estero, Argentina, 1944; continuará, meses después en México, en el Distrito Federal, hoy Ciudad de México y luego en el Centro Histórico de Aguascalientes, Aguascalientes. La poesía es la que nos reunió y nos mantiene comunicados.

Gran Hotel Bolívar, Julio Salgado y Marco Antonio Campos. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Gran Hotel Bolívar, Julio Salgado y Marco Antonio Campos. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Luego de esas primeras aproximaciones acordamos salir al día siguiente para una sesión fotográfica en los alrededores del Centro Histórico de Lima. Entre cada registro menciona de su llegada a la poesía, de sus primeros pasos como técnico-químico de planta en una fábrica de cemento, luego como explorador de nuevas vetas de cantera y piedra caliza en las proximidades y montañas. De su traslado a Buenos Aires, que duró en la campaña 10 años, donde labora como productor agrícola-ganadero.

Julio Salgado Colonia Roma, Distrito Federal, México. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Julio Salgado Colonia Roma, Distrito Federal, México. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Después de ese tiempo inicia otro camino, ahora como marquero, enmarcador, y más tarde como restaurador de obras que concluye con su jubilación.

Julio Salgado Recital. Casa Universitaria del Libro, Unam, México. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Julio Salgado Recital. Casa Universitaria del Libro, Unam, México. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Es a partir de la década de los 60 del siglo pasado cuando inicia su camino y recorrido por la escritura, la poesía, la edición y el periodismo cultural. Habló de sus amigos, como Jorge Madrazo (1931-2016), a quien conocí un año después y con quien también se formalizó la amistad entre la poesía y la fotografía, le retraté en uno de los pasajes del centro histórico de Lima, a unos cuantos metros de la Plaza Mayor.

Julio Salgado Centro Histórico de Lima, Perú. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
Julio Salgado Centro Histórico de Lima, Perú. Foto de Pascual Borzelli Iglesias

Ha publicado más de 10 libros, entre ellos: Escrito sobre los animales solitarios, Caja de Fuego, Doble Cielo, Frías/Catábasis, Monte. Les compartimos tres poemas de sus libros: Trampa Natura, Doble Cielo y uno inédito.



Portada del libro Trampa natura

EL BORDO

Esta es la trampa del fulgor sagrado.

                                                                  Ha crecido la noche.

Sube el calor.

                        La arena por el cielo.

                                                             La noche continúa.

Muerdo un bosque en tus labios.

                                                           Un pie bajo el vestido.

Has elegido un árbol.

                                      En la laguna de tus pechos vuelan los patos.

Una lluvia aceitosa cae sobre los nidos.

Asoma un ala inmóvil.

                                        Delicadas saetas subterráneas

se mueven lentamente.

                                          El pie

                                                    bajo la tierra del vestido.

Un cielo se abre solo.

                                      Pasa un río.

                                                            (de Trampa Natura)

Ediciones Último Reino, 2000



Portada del libro Doble cielo

CALA(I)

La mujer que poseía el anillo      que obsesiona al

diamante      despertó.

Una música en las hojas de los árboles que se acomodan

tras la luz d la ventana      el filamento vegetal

que vaga por el pico y el canto del zorzal entre las ramas

la palabra… la letra… sus labios semiabiertos

por un extraño almíbar que viene de la noche y escarba

allí dentro en el alba          algunas mágicas combustiones

que producen calores en su almohada      cierto abandono

en la implacable desnudez      algo del extravío

en su mirada         permitieron la entrada de la huasca

de un sol      esa mañana.

                                                   (de Doble Cielo)

Ediciones Argonauta, 2010



NUEVO PASAJE

                                                              (inédito)

Vuelvo del otro lado

como la lengua que fue otro ojo de los ciegos.

Lo insondable. La poesía que vive junto al pan

o una granada.

La boca que goza del candado sólo para leer

a Homero.

Estrellas y estrellas inhábiles estrellas.

La naturaleza se hunde sin amagar al cielo.

Sangre de un sol y yo escapando de los pecados

de los sueños

piojos maestro que pican en el cuerpo.

Un libro sin palabras. Lo que falta sin lecho.

Mientras soñaba vi el pelo de la liebre

-era conejo-

las orejas paradas a cada salto

apenas lo sombreado o su reflejo.

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