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#SiMeMatan, imagen cortesía de Óscar Iván Sánchez
#SiMeMatan, imagen cortesía de Óscar Iván Sánchez

 

Por Iván Gómez (@sanchessinz)

 

La mañana de ayer en clase, tuvimos un pequeño debate, el tema: ¿Las mujeres tienen las mismas oportunidades que los hombres? Antes de plantear este tema consideramos en el salón debatir: ¿hombres y mujeres son iguales?

 

Mi respuesta a la segunda pregunta fue un rotundo no, pero a la primera fue: sí.

Conforme el día avanzó y busqué argumentos que sostuvieran mi “no” como respuesta, me encontré con muchos otros que plantean que sí somos iguales y cuyas tesis también tienen validez. Entonces decidí cambiar mi respuesta: ya no sé cómo explicarme; y es que no somos iguales, pero sí necesitamos igualdad.

 

Es decir, socialmente claro que deberíamos tener las mismas oportunidades y el mismo grado de respeto, pero hay momentos en los que se debe hacer un sesgo de género precisamente para proteger esa igualdad, de inmediato pensé en la separación de vagones en la CDMX: el hecho de que existan espacios exclusivos para ellas es una manera de evitar acoso sexual, aun cuando para lograr esto se necesite separar un género del otro.

 

¿Y la solución es esa, separar a las mujeres de los posibles acosadores que viajan en metro? Por supuesto que no, pero es una medida válida y amparada por artículos constitucionales, la columna de Estefanía Vela Barba: Los vagones del metro separados, me ayudó mucho a entender esto.

 

Con respecto a la primera pregunta, no hace falta decir que deberían, pues intelectualmente tenemos las mismas posibilidades (ojo, dije posibilidades, no oportunidades) de crecer.

 

Les repito, mi respuesta en la mañana fue “sí” y mi argumento más fuerte fue que para entrar a la universidad no hay una barrera de género, y es correcto, pero ignoré por completo la ola de feminicidios que se están viviendo en nuestro país, especialmente en el centro.

 

Sin contar que la historia reciente nos ha mostrado que la ideología  machista aún existe, un claro ejemplo es el choque del conductor de un BMW en Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, que cobró la vida de dos mujeres, a las cuales se les señaló en redes sociales como culpables de su propia muerte, siendo que ellas no iban manejando…

 

Regresando a los feminicidios, el caso más polémico reciente es —para la madrugada del 5 de mayo en la que se escribe esta nota— el de Lesvy Berlín Osorio, quien la mañana del miércoles 3 de mayo fue encontrada junto a una cabina telefónica en las instalaciones de CU de la UNAM.

 

La polémica se generó cuando en twitter la PGJ de la CDMX se enfocó en dar a conocer la situación de la chica, enfatizando en que no era estudiante y momentos antes del asesinato se alcoholizó y drogó. Con lo cual la Procuraduría dio a entender que, por sus condiciones, su muerte era poca cosa.

 

Las reacciones llegaron pronto y el hashtag #SiMeMatan se volvió TT.

 

¿Esto qué representa?

 

Estamos lejos de despojarnos por completo (¿se puede eso?) de las ideologías erróneas que han dominado a nuestra sociedad por siglos. Nuestro pensamiento aún está condicionado por el sexo al que representamos.

 

 

Cito a Estefania Vela Barbas: “El concepto de ‹‹género›› no fue propuesto para negar diferencias entre los cuerpos de las personas, sino para cuestionar que estas diferencias corpóreas fueran la razón de una desigualdad social.”

 

 

 

Y regresando a las preguntas iniciales: ¿las mujeres tienen las mismas oportunidades que los hombres? Estos hechos nos ayudan a entender mejor en qué mundo vivimos, dese luego que en estos tiempos las mujeres tienen más voz y en muchas circunstancias hay igualdad, pero aún falta mucho para considerar que la sociedad es justa hacia ambos lados de la balanza, y actos como los de la PGJ nos lo demuestran.

 

¿Qué hacer para seguir erradicando este pensamiento? Seguir alzando la voz, manifestarse en conjunto, tanto mujeres como hombres.

 

Con la disculpa pública de Rodolfo Ríos Garza —titular de la PGJ— y la eliminación de los tuits, se demuestra que en realidad las redes sociales sí sirven cuando se vuelven un solo rostro.

 

¡Tratemos de eliminar el machismo, las actitudes misóginas y luchemos por una igualdad de oportunidades, falta mucho y por eso no debemos dejar de alzar la voz!

 

A Iván también lo puedes leer en: https://vertederocultural.wordpress.com/

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