Querido lector que te acercas a este libro, te puedes preguntar ¿por qué leer El Planeta de los simios no es de Kubrick de Rodrigo Durana? Y yo te doy la respuesta: porque es teatro y en esta época es raro encontrar lectores de teatro. Lo que es más, es raro encontrar lectores.
Por Óscar Alarcón (@metaoscar)
Puebla, México, 31 de julio de 2019 (Neotraba)
Querido lector que te acercas a este libro, te puedes preguntar ¿por qué leer El Planeta de los simios no es de Kubrick de Rodrigo Durana? Y yo te doy la respuesta: porque es teatro y en esta época es raro encontrar lectores de teatro. Lo que es más, es raro encontrar lectores.
Hay otro motivo: porque son piezas cortas, porque es un libro ultracostumbrista, y porque es teatro vivo, producto del laboratorio dramatológico de Rodrigo Durana. Método que no es mágico, a Durana le ha llevado más de 10 años desarrollarlo: un viaje a España, la observación cotidiana de las personalidades, kilómetros de cintas cinematográficas, ensayos con alumnos de preparatoria.
No es un texto con la intención de imaginarnos las obras, pues éstas ya fueron representadas, es la recopilación de un trabajo culminado. Y por ello, es una oportunidad de tener el guión de las piezas que vimos en escena y que nos gustaron.
Influenciado en primera instancia por Alejandro Ferrero, después por cineastas de la talla de Wong Kar Wai, Roman Polanski, y muchos otros más que no me alcanzaría el espacio para citarlos, Durana y su teatro buscan mirar de una manera distinta al mundo, alejado de los nuevos cánones construidos para los sabios de clóset, esos que actualmente dicen hacer teatro no solo en Puebla sino en el resto del país.
Si quieren pasar un rato reflexionando en los temas ontológicos, aquí está el texto que estaban buscando. No podría ser de otro más que de Rodrigo Durana, el maestro del teatro ultracostumbrista.
El Planeta de los simios no es de Kubrick de Rodrigo Durana. Puebla, México. BUAP, 2011. 127 pp.
