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Por Heriberto Duarte (@heribertu)

Huatabampo, Sonora, 30 de septiembre de 2022 [00:01 GMT-7] (Neotraba)

Hay un nuevo libro en las calles. De crónicas de las calles y de caminos rurales. Es un libro musical y lúdico. Igual es un libro escrito arriba de una bicicleta, que arriba de una carreta o de un autobús. A ritmo de pie de niño, o con la paciencia de las canas. Estas historias de la mano de Omar Gámez Navo (Navobaxia, 1978), tiene por bandera y en el título: El corrido de los Huipas, Editorial Pinos Alados. Esos mismos Huipas que fueran asesinos seriales en el sur de Sonora rondando el 1950.

Conversé con El Navo, sobre el libro y la creación.


Heriberto Duarte. Hace muchos años que no vives en Huatabampo. Hay mucho de Huatabampo en este libro. ¿Es una especie de homenaje?

Omar Gámez Navo. Pues debe serlo; a la gente, a los personajes, calles y movimientos que se han generado ahí: música, rockanroll, historia, amistad y cosas así. Todas ellas cosas vivas que se prestan a que se escriba al respecto. Creo que es una chamba del cronista hacer eso: retomarlo, narrarlo… Y si no lo es, pues ya lo hice tal vez por el ejercicio y los significados que hablar de un lugar como Huatabampo implica.

Soy de Navobaxia, comunidad que pertenece a Huatabampo… Debe ser que escribo de esos lugares en esta etapa de mi creación porque estoy definiendo algunos indicadores que me llevan a establecer que ahí conocí la bondad, la maldad (sí, también el barrio), la sorpresa, a ejercicio de la memoria propia y ajena, a gente extraordinaria (o no) y esas historias que escribí de primera mano o de tradición oral que están incluidas en este libro de El Corrido de los Huipas.

Huatabampo y su entorno rural es uno de los referentes inmediatos de mis textos… Y porque como dice el Cheno “a Huatabampo le gusta el rockanroll”. Ya sé, ojalá lleguen mis textos a ser un homenaje a Huata como el que le han hecho gente como el Cheno, Trini y Ramón o el Enrique Valenzuela de la Lukre.

De izquierda a derecha Carlos Sánchez Sylvia Arvizu Selene Carolina Ramírez y Omar Gámez Navo. Foto por cortesía de Carlos Sánchez
De izquierda a derecha Carlos Sánchez Sylvia Arvizu Selene Carolina Ramírez y Omar Gámez Navo. Foto por cortesía de Carlos Sánchez

HD. ¿Cuál es la literatura que persigues? En tu trabajo y como lector.

OGN. Hace años que persigo la literatura del movimiento La Onda, que siento que nunca se va a acabar; siempre sale algo nuevo sobre ella. Una vez pensé que lograría leer todo lo de La Onda y me iba a dar por bien servido. Resulta que no, nunca se acaba, son de esos movimientos que van a durar un rato dando lata. Tal vez me identifico con ellos por el rockanroll o por esa maravilla que los intelectuales chafas llegaron a denostar respecto del movimiento: que escribir como se habla no está bien.

En mi chamba me reduzco, por el momento, a la crónica, al cuento, a narrar, a entrevistar. He tenido algunos descaros de escribir y publicar poemas, reseñas de libros, música. Debe ser por el ejercicio de ser colaborador de revistas, páginas de internet y periódicos.

De perseguir, persigo una novela… Quiero escribir una novela. Siento ya la madurez creativa que me permitirá hacerlo. A ver cómo le hago. Dicho esto, creo que lo mejor que quiero es que una novela me persiga, pero que lo haga de verdad como en esas películas de acción de Búsqueda Implacable de Liam Neeson.

De izquierda a derecha Carlos Sánchez Sylvia Arvizu Selene Carolina Ramírez y Omar Gámez Navo. Foto por cortesía de Carlos Sánchez
De izquierda a derecha Carlos Sánchez Sylvia Arvizu Selene Carolina Ramírez y Omar Gámez Navo. Foto por cortesía de Carlos Sánchez

HD. El corrido de los Huipas tiene mucha sonoridad ¿Qué tan importante es la música en tu trabajo? La música en general, pero también la música de tu generación.

OGN. Todo se para en esta vida: el carro, el corazón, el cerebro… La música no. La música es el pulso del mundo. Tengo muchos amigos músicos y aprendo mucho de ellos. Y luego las canciones son aditivos y vehículos perfectos para la memoria, para los recuerdos.

Entonces de manera casi imperceptible para mí en los textos estoy hablando de música, o usando a esta para conectar alguna situación. Y no es cuestión de género, porque gran parte de la felicidad no reconoce géneros musicales. En mi primero libro recuerdo una crónica que me gusta mucho, se llama “Bacobampo 1994”, y versa sobre un baile del Tropicalísimo Apache al que asistí y las cosas que pasaron volvieron entrañable a esa crónica para algunos lectores. También he visto a Iron Maiden, REM o a La Kaña.

Y pues… así como que hablar de música de mi generación pos no lo diría de esa forma. Diría que la música es, en mis textos, pistas de que se puede ser feliz y de que la música promueve en la gente el mejor ejercicio de recuerdos y memorias a nivel masivo e indvidual.

De izquierda a derecha Carlos Sánchez Sylvia Arvizu Selene Carolina Ramírez y Omar Gámez Navo. Foto por cortesía de Carlos Sánchez
De izquierda a derecha Carlos Sánchez Sylvia Arvizu Selene Carolina Ramírez y Omar Gámez Navo. Foto por cortesía de Carlos Sánchez

HD. Hay crónicas en este libro y unos ensayos que me parece que son polizones a bordo y no estorban para nada, al contrario. ¿Cómo te llevas con el ensayo? ¿Podría venir un día un libro de ensayos?

OGN. Híjole, ensayo, siempre me ha parecido muy riguroso eso del ensayo. Le tengo respeto, por los que he llegado a leer.

Pero no… Si has llegado a notar eso en mis textos créeme que es mera coincidencia. Si algo de “ensayo” se ha colado es porque tal vez reaparece eso de que te dije que le he entrado a escribir artículos de reseñas de música, libros, entrevistas.

Se me hace bien chilo que digas que ensayo temas en El Corrido de Los Huipas.

No he pensado si podría o quisiera escribir un ensayo. Pero si lo hiciera creo que sería de música o de la decadencia de lugares que alguna vez fueron bogantes.

Omar Gámez Navo en la presentación del libro. Foto por cortesía de Carlos Sánchez
Omar Gámez Navo en la presentación del libro. Foto por cortesía de Carlos Sánchez

HD. Imagino que hay algunas expectativas y ya habrás recibido algunos comentarios, pero ¿Con qué esperas que la gente se encuentre al leer El corrido de los Huipas?

OGN. Quiero que los textos que vienen en este libro platiquen con la gente. Que entre lector y el libro haya una charla. Que estén de acuerdo, que se contradigan los hablantes.

Me ha ido bien con los libros estos de crónicas: han tenido primeros lectores, es decir, en algunos casos estos fueron “el primer libro que leo en mi vida”. Uta, eso es bien gratificante. Hay muchas anécdotas al respecto de esto de ganar primeros lectores. Y verás, me sucedió de que mis libros fueran “mi primer libro que leo” tanto con alumnos y alumnas de prepa que con gente mayor de 60 o 70 años.

Ahora, pues el tema de los Huipas da para mucho: apenas les pongo el libro en sus manos y ya me están diciendo “oye ¿pusiste tal o cuál cosa sobre los Huipas? Es que yo supe, porque me platicó mi abuelo que…” Y ahí se van diciéndote lo que ellos saben respecto del tema.

El libro ya está circulando, ya lo están leyendo. Está llegando a las y los lectores. Es bien chilo esto de las redes sociales que los lectores te dicen cosas como “oye, tú libro va a toda madres, voy a la mitad y…” o “ya terminé tu libro y quiero decirte que…”

Por cierto. Si me permites el comercial, el libro se presentará en Huatabampo el 29 de octubre de este 2022. Aún está por definirse el lugar, pero de que se va a presentar, se va a presentar.

Y cierro con un saludo para el Paco Toro de Navobaxia, y para el Munra y el Rambo.

Omar Gámez Navo. Foto por cortesía de Carlos Sánchez
Omar Gámez Navo. Foto por cortesía de Carlos Sánchez

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