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Por Óscar Alarcón (@metaoscar)

Puebla, México, 28 de junio de 2022 [00:01 GMT-5] (Neotraba)

Desde hace mucho tiempo desarrolla actividades literarias y artísticas en Cacaloxúchitl, comunidad de Huaquechula. Es un maestro muy crítico, agudo en sus comentarios. Y este miércoles 29 de junio realizará una actividad que, desde el nombre, se prevé como un esfuerzo que lleva tiempo cocinándose, la inauguración de la biblioteca: Tlajtoli kipi ya chikawalistli (La palabra tiene poder, traducción del náhuatl).

La historia de cómo nos conocimos tiene que ver con las amistades virtuales de las redes sociales. También recuerdo un sábado y cómo las luces intermitentes de un auto se encienden. Se estaciona metros delante de donde me encuentro. Efraín Moctezuma desciende de su vehículo. Detengo la música y también me bajo. Nos saludamos efusivamente. Lo esperaba en una de las calles por donde se llega a Atlixco, Puebla para entregarle ejemplares de Palabras de Perro de Héctor Palacios. Era la segunda vez que nos veíamos. La primera fue cuando me dio uno de sus libros de cuentos. Acordamos que la presentación se llevaría a cabo en septiembre de 2019, en la Escuela Secundaria Técnica Agropecuaria No. 1 Salvador Toscano, la institución donde da clases.

Efraín tiene la sonrisa a flor de labios. Autor de dos libros de cuentos, es un maestro que encanta a sus alumnos apenas comienza a hablar. Realizamos la presentación y acordamos que haríamos más actividades juntos. Llegó 2020 y párenle de contar: se nos atravesó una pandemia.

Recreo Literario. Fotografía cortesía de Efraín Moctezuma
Recreo Literario. Fotografía cortesía de Efraín Moctezuma

Decir que Efraín se preocupa por fomentar la lectura entre sus alumnos es algo que le quedaría corto: Efraín es un hombre de acciones. Mejor sería decir que se ocupa de fomentar la lectura y la escritura:

Para ello, Efraín y sus alumnos realizaron el recreo café literario. “Es una actividad diseñada para la inauguración y entrega a la comunidad escolar de la Secundaria Salvador Toscano de la Biblioteca “Tlajtoli kipi ya chikawalistli”. También representa un viraje más ameno y coloquial a los llamados cafés literarios escolares, enmarcados en lo protocolario y burocratismos escolares.

El recreo literario es una extensión de lo que hemos llamado “Tortas literarias”, las cuales consisten en que, en el horario de receso de la secundaria, compartimos lecturas, sentados en el pasto con la única intención de compartir la lectura –sin tareas, sin castigos– degustando con todo glamour tortas de jamón y agua de jamaica.

Unas lecturas seleccionadas para el momento acompañadas de canciones contestatarias, reflexivas, que van desde Silvio, Filio, Fito Páez y Los enanitos verdes, a cánticos rebeldes de una canción punk”, refiere el autor de Los días nublados.

Efraín Moctezuma tenía la intención de que Rodolfo Neri Vela –el primer astronauta mexicano– visitara la secundaria de Cacaloxúchitl. No recuerdo muy bien si le dio tiempo de llevarlo pues, debido al inicio de la pandemia, muchas actividades se pospusieron.

Construyendo la biblioteca Tlajtoli kipi ya chikawalistli. Fotografía de Efraín Moctezuma
Construyendo la biblioteca Tlajtoli kipi ya chikawalistli. Fotografía de Efraín Moctezuma

La Secundaria Salvador Toscano de Cacaloxúchitl se ha convertido en un semillero de lectores. En este 2022, supongo, es cuando necesitamos que más jóvenes se acerquen a la lectura, que se sensibilicen y que desarrollen sus vidas en una cultura para la paz.

“Partiendo de un contexto con carencias y tan disímil en acceso a información y otras formas de cultura que vayan mas allá de lo que la comunidad ofrece, en un contexto en el que no hay ni siquiera un parque en donde los niños convivan –y ya no digamos una biblioteca pública o casa de cultura–, en donde las chicas y chicos son atraídos fácilmente por actividades nocivas, drogadicción, delincuencia, las actividades de lectura como las lecturas compartidas, spots de lectura en perifoneos, un carrito de lecturas, la conformación de una biblioteca escolar con su pequeño acervo pero contundente existencia, resulta ser un elemento que trasgrede a los paradigmas, que se impone ante las carencias, a la flaqueza cultural para abonar a una forma diferente de comprender su propia comunidad y el mundo.

No es una fórmula matemática, pero si hay certeza de que una persona que prefiere un libro, es una batalla ganada la delincuencia, a los vicios y a la ignorancia. Más allá del libro y el espacio físico que los contiene, está lo que representa cada tornillo colocado, cada brochazo de pintura, cada día de trabajo para que eso sucediera; pero más allá aún, está lo que significa ese lazo de la lectura que compartimos, del relato que nos conmovió, del poema que apuntamos para recitárselo a una posible Dulcinea o Romeo urbano, eso que dice Daniel Cassani que es la comunidad letrada.

Efraín Moctezuma da clases de Historia, ha publicado Los días nublados y Breve preludio para un final sin ti, ambos en ediciones de autor, hecho que considero lo convierte en un autor valiente, que apuesta a los proyectos que inicia y que no se detiene hasta verlos concluidos. En 2015, presentó Los días nublados al lado de Eugenio Pacheco Cejeda, un novelista poblano que también apoya a las comunidades y se interesa por la promoción de la lectura.

Moctezuma ha iniciado este proyecto al que deseamos que mucha gente se sume. ¿Hacia dónde se moverá el proyecto? Quizá sea una pregunta que la misma Biblioteca Tlajtoli kipi ya chikawalistli responderá con el paso del tiempo.

Alumnos construyendo la biblioteca Tlajtoli kipi ya chikawalistli. Fotografía de Efraín Moctezuma
Alumnos construyendo la biblioteca Tlajtoli kipi ya chikawalistli. Fotografía de Efraín Moctezuma

“Las lecturas son eclécticas por un lado y a la vez coincidentes con un solo sentido: la necesidad de ser, de construirse a sí mismo a la vez que se deconstruyen viejos paradigmas. Leer el cuento “El mundo” de Eduardo Galeano, un fragmento de Kafka en la orilla de Murakami, una frase de Luis Villoro sobre los libros y el amor, unas líneas escritas por un joven alumno, sumado todo a una frase Pablo d’Ors, que enmarca el objetivo fundamental de construir una biblioteca: construirla para que otros lean y otros la disfruten.

El proyecto tiene diferentes objetivos y una sola ruta: crear un espacio de lectura digno y amigable, salvar a los libros de no ser leídos nunca porque se encuentran guardados en una caja y que transiten de mano en mano. Construir en las y los jóvenes un sentido de identidad y pertenencia, formar la conciencia histórica de sus actos y sus obras para trascender y para trasformar para que cada uno de quienes participaron se lleven la voluntad de construir y transformar espacios y comunidades letradas, dijera Cassani, una sola ruta: la permanencia.”

Biblioteca Tlajtoli kipi ya chikawalistli. Fotografía de Efraín Moctezuma
Biblioteca Tlajtoli kipi ya chikawalistli. Fotografía de Efraín Moctezuma

Para conocer más del proyecto se puede contactar a Efraín Moctezuma, a través de su cuenta de Facebook, dándole click aquí.


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