Los cuentos hablan de canícula, sopores que desmienten la frescura de rayar el alba, Hermosillo, el humor aciago, larga espera del porvenir y de la ventilación. Una reseña de Ciudad Nocturna de Luis Enrique García por Ulises Lavenant Brau.
Karla Valenzuela escribe una reseña sobre Ciudad Nocturna de Luis Enrique García: un texto que sigue siendo igual, idéntico a aquella primera edición y, sin embargo, es diferente.
Encontré de nuevo lo que nunca he extraviado: mi infancia, adolescencia, mis pasos yendo nomás para venir por los rincones, los mismos que permanecen dentro de mi cuerpo: las raíces que me mantienen para volver a andar.
En estas breves crónicas nos narra su testimonio vivo, por ello puede ejercer la empatía con tanta facilidad, codo a codo con los otros actores. Es testigo y protagonista. Narrador y personaje. Pacifista y revolucionario.
A las luminarias las veo cada día, en redes sociales, encabezando festivales de literatura, anteponiéndose a lo que escriben opinando con “autoridad” como eruditos sabelotodo solo porque tienen en su haber un premiecito o algún libro publicado.
¿En dónde está Juanita? Puede estar perdida, ¿se la robaron? Voy a la casa de su jefa. ¿Está muerta? No lo sé, se me hace un nudo en la garganta. Lo presiento.