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Por Juan Jesús Jiménez

Puebla, México, 8 de diciembre de 2022 [00:01 GMT-5] (Neotraba)

Uno debe aprender a bailar con la adversidad.

https://www.youtube.com/watch?v=ICPncwrgz2E.

Sabe que puede no leerme. Puede hacer algo más con su tiempo que leer la opinión de alguien que no le agrada. Lo que escribo aquí es mi opinión. No la de alguien que le puede presumir títulos, ni maestrías, ni siquiera obras publicadas, sino la de alguien que se esfuerza por estudiar aquello sobre lo que quiere trabajar. Por lo que reafirmó: lo dicho aquí, no parte de una figura de autoridad ni mucho menos, para eso tiene revistas especializadas y autores mucho mejor preparados. Dicho esto:

Me ha pasado que de pronto uno va leyendo por ahí los post que ofrece Facebook, y de la nada, una imagen de Piolín con un verso de Neruda o autor similar, invade el perfil de un familiar. En más de una ocasión surge la duda, ya sea de mí o de alguien más, de saber si la poesía sólo se puede quedar en lo bonito que puede sonar un “échale ganas” versión extendida; o peor aún, lamentos por un amor fallido, una persona que nunca existió, una despedida, etc.

No soy fan. Ni para qué taparle. No trago la poesía que gira en torno al amor como único sentimiento que evoca la emotividad. Creo que la poesía no tira por ese camino, pero eso ya lo comentaremos después; lo importante es esclarecer en qué consiste la poesía en primer lugar.

Pienso, que definir la poesía requiere de dos trabajos; el primero como una herramienta del lenguaje y, por tanto, una herramienta de comunicación que guarda su propio código y reglas estandarizadas para lograr este fin; el segundo, como parte de la dimensión humana que nos hace diferentes de una computadora que solo lee y transmite datos.

Atendiendo lo primero; sabemos que toda obra poética parte de un referente lingüístico previo como un idioma. Nadie puede escribir poesía kriptoniana, por ejemplo. Ese idioma ya tiene nociones claras en su gramática, y usualmente adapta la realidad a las representaciones posibles del hablante. Hasta ahí vamos bien. Pero podemos agregar todavía una dimensión extra a las nociones básicas dentro de la poesía; normativas de métrica, tipo de rima, ritmo, etc. ¿Qué es esto sino una homologación en un sub idioma? Porque es de esa forma que podemos lograr aproximaciones más cercanas al momento de traducir, usando ese sub idioma poético que permite la comunicación intercultural. Siendo un soneto, un soneto en japonés, alemán, inglés, francés, español, y cualquier idioma que se ofrezca. Hablamos de la poesía, entonces, como un medio y mensaje concreto, que tiene como fin la comunicación. ¿De qué?

Llegamos a lo humano de interpretar datos. La poesía no es sino una abstracción de la realidad, dentro de una abstracción más simple. Una paradoja lingüística, el hecho de usar el lenguaje para hablar del lenguaje, solo que llevado a la emotividad. Para simplificarlo un poco, hablemos de cómo nos hace sentir una canción; realmente no podemos hablar de algo abstracto sin caer en la comparación, sin embargo, podemos hacer que esas comparaciones salgan de lo usual para entonces provocar algo más preciso. Lo emotivo de la poesía es esa relación entre lo compartido a través de la experimentación general. Snowchild de The Weeknd suena como un día cansado, porque todos podemos abstraer la realidad tan compleja como un día cansado, a una realidad más simple como la locución de palabras un día cansado. La poesía puede lograr ese tipo de abstracciones porque su intención no es revelar la verdad de lo que ocurre, sino hacer visible la realidad que se puede experimentar.

Aclarado esto podemos hablar de los poetas. Resulta que parece ser un título que varía mucho según el contexto; para una familia de ingenieros puede ser algo despectivo, mientras que para un estudiante de letras que escribe columnas, una paja mental. ¿Qué hace a un poeta? ¿Que escriba poesía? ¿Y cómo se conforma la poesía? ¿De rimas? ¿De imágenes? ¿De letras?

Hay que tener cuidado al definir el título de alguien que se dedica a algo que de por sí es muy abstracto. Porque de forma muy breve, podríamos decir que sí a todas las preguntas. Un poeta es una persona que escribe poesía, comprendido esto como una serie de rimas, que forman imágenes, formadas a su vez por letras. Pero dentro de la poesía podemos encontrar formas no occidentales como los haikus, formas que toman préstamos de otros géneros como la poesía en prosa, poemas que no necesariamente tienen rimas “que suenen bien”. También tenemos poesía que sí, tiene imágenes concretas, muy cortas, pero también poesía que juega con el significado múltiple, juegos internos y casi inescapables; voz quemadura, bosque madura, voz quema dura.

Los poetas, al menos para mí, no solo escriben poesía. La conocen. Y porque la conocen, sabe qué y cómo trabajar con el sub idioma poético para comunicar, pero también para transmitir su propia experiencia. Ahí está la genialidad de alguien que sabe lo que tiene en sus manos. Y si no que le digan a Bolaño, que hizo aparecer a Godzilla en México.

Presentarse como poeta, es además de pretencioso, llevarse muy alto y no ponerse un freno de plomo en los pies. Probablemente sea algo que se gane con el tiempo, y no una forma de presentación. Sin importar si es un poeta término medio o tres cuartos. O un poeta de peso completo o la mitad de uno. No. Simplemente no. Porque no basta con querer imitar a autores un poco más establecidos en una tradición más que en un estilo, ni patentar una firma, ni publicar de forma voraz. La poesía merece algo mejor que eso.


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