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Por Verónica Aguilar

San Juan Mixtepec, Oaxaca, 02 de marzo de 2021 [01:24 GMT-5] (Ko-fi)

Fui al labrado de velas de la mayordomía de San Juan, la más grande de Mixtepec. Me daba mucha curiosidad porque nunca había estado en un labrado de este tipo –solo había visto la preparación de las velas en casa para día de muertos– y, considerando la complejidad usual de los protocolos religiosos en Mixtepec, pensaba que habría mucho que ver en este acontecimiento tan significativo.

El labrado de una mayordomía sucede más o menos a mitad del periodo, y consiste en hacer las velas que alumbrarán al santo y su iglesia a lo largo del año. Para esto, primero se funde cera en un cazo y, así caliente, se le hace escurrir pacientemente por los hilos que cuelgan de una estructura ad hoc. De esta manera, entre un vaciado y otro, alrededor de los hilos se acumulan las finas capas que dan grosor a la vela.

Foto cortesía de la autora
Foto cortesía de la autora

Un experto en el labrado, que además no cobra por su trabajo, dirige al equipo que funde la cera y luego se ocupa de añadir capa tras capa de las 120 velas, con medida de 1 metro, que se hacen este día –más dos cirios enormes. Me cuenta que es importante hacerlo durante la noche para que el frío acelere el secado entre capa y capa; de esta manera, se invierte menos tiempo en el trabajo. Para esta ocasión, el equipo empezó a trabajar alrededor de las 2 de la mañana.

Gracias a la invitación de unos amigos involucrados en la mayordomía, me apersoné al amanecer en casa de los mayordomos, donde sucedía el evento –que fue privado. Después de pedir permiso al mayordomo para tomar fotos y video, acepté un vaso de café y me introduje en la sala donde el trabajo estaba ya bastante avanzado.

Los dos cirios que se están haciendo, se sumergen en agua después de cada aplicación de cera, para que esta solidifique mejor. Luego se secan con un trapo y se reinicia el ciclo.

Además, en el video se puede apreciar al fondo al equipo de tías que prepara dos comidas: un caldo que se serviría muy temprano y un mole para el mediodía.

De tanto en tanto, los integrantes de la mayordomía deben sahumar las velas, mientras el equipo continúa trabajando en el labrado.

Foto cortesía de la autora.
Foto cortesía de la autora.

Hacia las 11 de la mañana, cuando las velas alcanzaron el grosor buscado, fueron refinadas en su base con un cuchillo. Esto se debe hacer cuando la vela aún está tibia para que sea más fácil de cortar.

Enseguida siguió la última ronda de sahumerio, esta vez, con dos innovaciones: el parangonista dio un discurso y los artesanos también pasaron a sahumar.

Luego, los mayordomos recibieron una de las velas de manos quienes habían hecho el labrado y la llevaron al altar del santo para encenderla. A la vez que era encendida, se celebró con cohetes y otros fuegos artificiales llamados “tyirrus” (mix) o “bombas” (esp). (Gracias a Kary Marroquín por el dato). Son los que se escuchan en este video:

Tocó el turno de sahumar el altar y a los presentes –otra vez, después de otras veces–, y, de la misma manera, la comida que se serviría enseguida. Luego de unas palabras del parangonista y del mayordomo, nos sentamos a comer el mole más rico que he probado en Mixtepec.

Como último deber, los mayordomos se transportaron a la iglesia para poner una de las velas recién hechas. Y yo, que soy una colada profesional, me colé para ser testigo de eso también y pude traerles una foto del momento en que se está encendiendo.

Solo puedo cerrar con un agradecimiento a los miembros de la Mayordomía de San Juan Bautista 2020-2021 por permitirme estar presente en este momento tan importante de su servicio:

Antonio Gómez Bautista y Beatriz López López
Pedro Rojas Santiago y Alejandra Santiago Rojas
Alejandro Cruz Cruz y Esperanza López Rojas

Foto cortesía de la autora.
Foto cortesía de la autora.

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