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Por Berenice Aguilar (@bere5n)

Puebla, México, 23 de enero de 2021 [01:14 GMT-5] (Neotraba)

#ConsumeLocal es la sección en donde todos nos echamos la mano. Aquí nos anunciamos y nos leemos para que podamos salir del hoyo en el que pretende sumirnos la COVID-19. Estamos aprendiendo a hacer nuevas formas de comunidad, desde casa pero sin dejar de observar lo que nuestro vecino nos ofrece. Nani Aldama platicó con nosotros sobre Kilitik, lonchería vegana.

Por ahora es un proyecto familiar y artesanal, lo cual asegura la calidad de los productos que venden. Está conformado por Mariana, Pedro, Jun y Nani –todos son familia, de alguna u otra forma.

Llevan poco más de tres años funcionando en dos establecimientos. El primero lo podemos encontrar en Cholula, dentro del BeerGarden (Av. 7 Ote 208, San Pablo Tecamac, 72750 Cholula, Pue.) y el segundo en Ciudad Universitaria (Río Verde 6146, Cnel. Miguel Auza, 72570 Puebla, Pue.)


Berenice Aguilar. ¿De dónde viene el nombre de Kilitik?

Nani Aldama. Kilitik significa “verde claro” en maya. Nosotres empezamos este proyecto con diversas participaciones en ferias veganas o festivales de comida. Ahí, la gente nos preguntaba cómo nos llamábamos, entonces surgió la necesidad de tener un nombre con el cual la gente nos comenzara a reconocer. Además queríamos integrar las redes sociales y formar una página.

No queríamos que fuese muy obvio y que tuviera la misma temática para nuestra marca, es decir, relacionado con la naturaleza, con lo verde, con las frutas o las verduras. Nos dimos a la tarea de buscar la palabra verde en alguno de los dialectos de nuestros pueblos originarios y éste nos gustó.

BA. ¿Por qué decidieron crear el proyecto de una lonchería vegana?

NA. Mi hermana y yo no comemos carne desde hace algunos años; buscábamos un espacio –como consumidoras– donde no solamente vendieran ensaladas, la mayoría de lugares vegetarianos o veganos –hasta hace algunos años–, basaban sus platillos en ensaladas o soya, algo que normalmente nos aburría. Tratábamos de buscar otras cosas.

Planteamos la posibilidad de crear un espacio donde pudieras chelear, compartir, pedir hamburguesas, nachos, botanear, etc. Es decir, convivir.

Kilitik nace de las ganas de tener un espacio donde las opciones para comer no fuesen tan limitadas y pudieras, al mismo tiempo, tomar una cerveza y reunirte con tus amigues.

BA. ¿Cómo ves el panorama en Puebla con estos nuevos lugares abiertos a otro tipo de alimentación?

NA. Van bien. Llevo aproximadamente 8 años sin comer carne, y ya entonces conseguir algo vegano o vegetariano era súper difícil. Si encontrabas 3 lugares, era bastante.

Desde hace unos 2 años noto un cambio en Puebla y Cholula. Considero que ya hay más conciencia y varios restaurantes o emprendedores se adaptan a estas nuevas formas de alimentación.

BA. ¿Cuál sería la diferencia de Kilitik con estos lugares?

NA. En primer lugar, es la base. Muchos de estos lugares aún usan la soya como base para sus alimentos. En cambio, en Kilitik tuvimos claro desde el principio el buscar nuevas combinaciones en la comida. Además, creemos que la gastronomía mexicana es súper rica y variada: su base –la mayoría de veces– es la fruta y la verdura.

Tenemos un menú principal, de lonchería. Deseábamos enfocarnos en la onda de los gordi-veganos o frito-veganos y poder comer desde hamburguesas, hot dogs, cemitas, etc. También intentamos tener especiales que sean de recetas: los sacamos de la tradición de nuestra abuelita o de nuestras tías y cambiamos los alimentos de origen animal por origen vegetal. Así, intentamos conservar la receta.

Para nosotres es importante no limitarnos. Muchas veces se cree que cuando dejas de comer carne tus opciones son escasas, y nosotros queríamos o queremos cambiar esa percepción y mostrar que en realidad el panorama se abre, das paso a nuevos ingredientes y sabores. Esa es una de nuestras grandes diferencias, jugamos mucho con los ingredientes y tenemos una gran variedad de platillos.

También nos diferencia el hecho de que todo lo hacemos nosotres. Casi no compramos productos, y los comprados son a productores locales. Por ejemplo, el pan de las hamburguesas o los hot dogs lo hacen los chicos de El horniguero, ellos hacen pan artesanal vegano. De ahí en fuera, toda la hechura es nuestra: la mayonesa, las salchichas, los medallones para hamburguesas, etc., lo cual garantiza la calidad y frescura del producto.

Para Kilitik, comer es una experiencia para recordar y convivir.

BA. Beer Garden y CU son sus dos sucursales. ¿Cómo deciden contar con dos establecimientos? ¿Consideras que las experiencias entre ambas locaciones son diferentes?

NA. En Cholula buscábamos recrear esas salidas con los amigos mientras comes, platicas y tomas una cerveza. Consideramos muy importante mantener este tipo de experiencias, uniendo y no excluyendo. Incluso buscamos que las personas no veganas o no vegetarianas prueben nuevos sabores y texturas.

En CU, nos remontamos a nuestros días de estudiantes y lo que nos hubiera gustado encontrar en nuestras épocas universitarias. Poder ir a comprar una torta con opción vegana o vegetariana y también a un precio accesible. En CU, –porque entendemos qué es ser estudiante– contábamos con un menú de comida corrida accesible para todes.

Queremos ser un lugar referencia en alitas y hamburguesas vegetarianas. De hecho, fuimos los primeros en tener alitas veganas.

BA. ¿Cuáles son algunas de las dificultades que se han encontrado con su proyecto?

NA. Han sido muchísimas. Incluso cuando muchas personas están cambiando su alimentación, no son una cantidad tan grande.

Por otra parte, considero que emprender en general es difícil: tienes que ser todólogo. Tienes más responsabilidades al ser tu propio jefe. Puedes ser mesero, cocinar, meserear o repartir, o ser comunitty manager. Con estas nuevas propuestas debes aprender a hacer marketing, a vender tu producto, hacer que la gente se acerque, pruebe tu comida y se atreva.

BA. ¿Cómo les afectó la pandemia y las medidas impuestas por el Gobierno?

NA. Bastante. Cada vez más personas se acercan a las nuevas plataformas de comida a domicilio y nos obliga a cambiar. Sin embargo, al ser un cambio tan rápido, creamos nuevas estrategias: ahora no es la gente la que te busca, sino al contrario, tú buscas a la gente. Si no te promocionas en diferentes redes sociales o en estas plataformas, prácticamente no existes. Nos obligó a cambiar y mantener un servicio a domicilio permanente, –realizado por alguien de nuestro equipo.

Nuestro único lineamiento con el servicio a domicilio es que, si se encuentra a 5 km. a la redonda de cualquiera de nuestras locaciones, es gratuito. Si pasa esa distancia, tiene un costo de $5.00 por kilómetro. Esto para ayudar a la economía del repartidor.


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