David V. Estrada escribe sobre los 10 años de esta obra: dos fantasmas se sientan en una banca para contar su historia de amor en un pueblo del norte de México, con proporciones narrativas y actorales expansivas y con gran trabajo corporal.
Por David V. Estrada
Ciudad de México, 24 de febrero de 2024 (Neotraba)
Las fotos fueron proporcionadas por la producción de la obra
Wenses y Lala es un interesante evento del teatro mexicano que ha ido evolucionando con el paso de los años. Inició en 2014 con su creador Adrián Vázquez que sigue coprotagonizando la obra, pero esta vez, en lugar de ser su compañera en escena Teté Espinoza o Fátima Molina, quienes representan a la virtuosa y extrovertida Lala, es Sofía Sylwin, quien ya había interpretado el papel en años anteriores.
La historia en la sinopsis es muy sencilla: dos fantasmas que se sientan en una banca para contar su historia de amor desde que eran niños en un pueblo del norte de México, pero las proporciones narrativas y actorales simplemente son expansivas, como suele serlo casi todo el teatro dirigido y creado por Vázquez, que se caracteriza por el trabajo actoral y corporal que tienen tanto él como el elenco de su compañía “Los Tristes Tigres”.
La historia de Wenses es una hermosa tragedia que tiene ecos rulfianos por aquello de los muertos en medio de las historias, pero también por la violencia que se ha vivido en este país desde siempre. Dos chiquillos que se ven unidos por la ausencia de sus padres y que van aprendiendo a vivir a salto de mata, por la cultura del esfuerzo e ir descubriendo la vida con ojos de responsabilidad sin perder la magia de quien se sorprende y es leal con su idea de guardar armonía con quienes aman y la gente que les rodea.
La obra no se ciñe exclusivamente al duelo actoral entre un hombre al que le cuesta hablar en público y a una mujer que es todo un encanto, sino que también se expande hacia la cuarta pared haciendo partícipes a los miembros del público, a quienes se les invita a presentarse y a generar una cómica interacción que tiene eco durante toda la función. Esto hace que cada función sea única y entrañable.
Es sobresaliente la forma en que el maestro Vázquez ha sabido pulir su obra que ha encontrado diferentes aristas entre el drama y la comedia con el paso de los años, generando un reflejo de la representación iconográfica del teatro: una máscara que ríe y otra máscara que llora. Eso provoca Wenses y Lala, literalmente pasar de la risa al llanto, pero también estremecer al público de forma en que uno se siente abrazado por sus personajes. Tanto la caracterización de Sofía Sylwin con una Lala que es un valiente mosaico de virtudes, tanto en la actuación y en el canto, como la de Vázquez, que representa a un Wenses huraño, tierno pero valiente contra todas las adversidades que la vida le pone enfrente.
La obra se presenta los sábados a las 20:00 hrs. y los domingos a las 18:00 hrs. en La Teatrería de la CDMX (Tabasco 157, Col. Roma Norte) hasta el 25 de febrero. Los boletos cuestan $450 pesos.
