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Por Carlos Bortoni (@_bortoni)

Ciudad de México, 28 de septiembre de 2022 [00:02 GMT-5] (Neotraba)

Los Oxxos de antes– dijo el conductor de Uber luego de que ella preguntara por dos templos que estaban en la misma plaza, uno al lado del otro, con pocos metros de separación. Construían iglesias en cada esquina. No tenían televisión, ni Netflix, ni nada, así que los ponían a cargar piedras para que se mantuvieran ocupados– continuó diciendo. Nadie respondió, nadie dio las gracias por la explicación, nadie dijo nada. Quizá tenía razón, quizá la humanidad tiene una necesidad frenética por edificar templos donde venerar aquello en lo que cree, quizá esa necesidad no ha desaparecido, quizá solo mutó. O mutó la devoción, y donde se construían iglesias y capillas, ahora se construyen tiendas de conveniencia; donde se predicaba la palabra de dios, ahora se consume una variedad de artículos cotidianos, al mismo tiempo que se destruye la economía local. No lo sé. Dos calles después, una patrulla le pidió al chofer que se orillara, lo detuvieron porque las placas de su coche eran falsas.


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