Clarice Lispector: Las astucias de doña Frozina

Edgard Cardoza Bravo apunta sobre Clarice Lispector: Si hubiera alguna manera de calificar su estilo sin estilo sería: el verbo se hizo carne, habitó entre nosotros y en ese justo instante se erigió en laberinto. “Laberíntica” es quizá la palabra que mejor defina la escritura de esta gran autora.

Silencio de Clarice Lispector

Nocturno acedo

Edgard Cardoza Bravo parodia "Nocturno a Rosario" de Manuel Acuña, unos versos que nos harán reír y, quizá, ir al baño.

Foto de Jarritos a través de Unsplash

Breve reseña para un libro nonato

LA PÚSTULA ENCENDIDA, de Adolfo Uriarte P. ha circulado de voz en voz por muchos años, sintiéndose eco complacido en cada hablar, sin que nadie haya sentido extrañas esas voces, como si el autor nunca hubiera existido.

Foto de Davod a través de Unsplash

Nube de danzón

Después de varias horas de ensayo solitario, a las seis de la tarde, ya enfundado en unos zapatos negros de charol de nariz blanca, vestimenta gris/perla sin una sola arruga y sombrero negro de ala corta, Vladimiro Casanova cuelga su soledad en el perchero y va a la plaza a sentir que el mundo fluye a través sus pies.

Foto de Matt Hanns Schroeter a través de Unsplash

Poesía que viene de muy lejos: Cantata Fractal

El canto coral se desplaza en voces y tonalidades de muy diversos registros. Aparecen lugares recónditos en donde literalmente, como se dice en León, la vida no vale nada, lo mismo que amplísimos versículos emparentados con la sentencia bíblica. Todo este discurso hilvanado por acotaciones simbólicas.

Portada de Cantata fractal de Enrique Rangel

Festín de Nada

Se presenta desnuda, envuelta de neblina inmemorial, ofreciendo unos enormes senos que derraman sustancia de raíz. El filósofo podría ayudarnos a comprender qué es la nada. Quizá.

Nada. Foto de Óscar Alarcón

Perfil de sombra y ceniza

Edgard Cardoza Bravo nos trae una serie de versos: Así son las 'calaveras': llenas de sombra, ceniza y ganas de jorobar.

Calavera monumental en Atlixco, Puebla. Foto de Óscar Alarcón