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Por Diana Cantellano García

Puebla, México, 17 de enero de 2022 [04:37 GMT-5] (Neotraba)

Lo que buscamos en una obra de ficción no es la realidad, sino la epifanía de la verdad.

Azar Nafisi.

2021: El segundo año de la pandemia. Año marcado aún por las repercusiones sociales y económicas del aislamiento forzado por la posibilidad de contagio de COVID-19.

La lectura se forja hoy no sólo como una posibilidad de evasión o escape de lo cotidiano, sino como la manera de satisfacer la curiosidad humana por las infinitas realidades del Otro.

El panorama es alentador: las librerías reabrieron, se organizan múltiples ferias del libro, virtuales y presenciales. Los entusiastas de la lectura tenemos a nuestro alcance de nuevo la posibilidad conocer nuevos títulos y también autores emergentes.

Este año, dentro de los 332 libros que tuve la fortuna y el enorme placer de leer, los siguientes fueron los que dejaron una huella más profunda.

Novela Mexicana

La genealogía de una familia unida por un profundo rencor que destruye a sus miembros en Furia (2021, Almadía) de la oaxaqueña Clyo Mendoza.

Un panorama de desesperanza en estado puro, reflejado en la niña que juega entre restos humanos e inventa un nuevo lenguaje para nombrar la violencia, en la novela Tres cruces (2021, Textofilia) de Alejandro Paniagua Anguiano.

Portada de Páradais, de Fernanda Melchor
Portada de Páradais, de Fernanda Melchor

Dos libros de la veracruzana Fernanda Melchor: Falsa liebre (2013, Almadía) y Páradais (2020, Random House). Ambos, sobre la circular violencia cotidiana ejercida como respuesta al hastío, al abandono y al aislamiento en un trópico asfixiante, empobrecido y profundamente machista.

Cristina Rivera Garza y el rescate de la figura de la hermana amada, víctima de feminicidio en El invencible verano de Liliana (2021, Random House).

Portada de Por qué volvías cada verano, de Belén López Peiró
Portada de Por qué volvías cada verano, de Belén López Peiró

Chernóbil (2018, Siglo XXI) de Iliana Olmedo: la familia y el pasado como algo asfixiante.

Gel azul (2021, Fondo de Cultura Económica) de Bernardo Fernández, BEF: una novela negra y cyberpunk.

Novela Latinoamericana

Argentina, representada por la novela finalista del Premio Herralde de Novela, Los llanos (2021, Anagrama) de Federico Falco: el esplendor en los refugios vegetales que salvan. También argentinas Japen (2020, Universidad Veracruzana), de Eugenia Ratcliffe, que narra las vicisitudes de las relaciones amorosas en el Siglo XXI.

El redescubrimiento de un mundo luminoso que deja de definirse por las fronteras geográficas, raciales y de género en Las aventuras de la China Iron (2020, Random House), de Gabriela Cabezón Cámara. Por qué volvías cada verano (2018, Madreselva), dura novela testimonial de Belén López Peiró que indaga sobre el abuso sexual en el contexto familiar y el lenguaje como forma de denuncia y catarsis necesarias. Ladrilleros (2013, Mardulce) de Selva Almada: una novela de odios inherentemente masculinos.

Esperanto (2005, Mondadori), de uno de mis autores favoritos, Rodrigo Fresán. Un recorrido estrambótico por la semana de un hombre miembro de una familia peculiar, melodías secretas rigiendo los ritmos del universo, las pérdidas de la dictadura; todo guiado por la exquisita erudición del autor.

Portada de La pasión según G. H., de Clarice Lispector
Portada de La pasión según G. H., de Clarice Lispector

Puerto Rico: la ausencia de patria, el colonialismo, la soledad, la pertenencia y las pequeñas epifanías, temas explorados por Eduardo Lalo en La inutilidad (2013, Ediciones Corregidor) e Intemperie (2016, Ediciones Corregidor).

Carlos Manuel Álvarez, cubano, presenta en Los caídos (2018, Sexto Piso) la confrontación y el desgaste de dos generaciones, la desconexión de la realidad y el agotamiento de la utopía. Falsa guerra (2021, Sexto Piso), del mismo autor, refleja el exilio y la nostalgia no resuelta incluso al volver a la isla.

Esther en alguna parte (2005, Alfaguara) de Eliseo Alberto: un recuento de la soledad, la vejez y las pérdidas en un país sumamente vivo, pero lleno de nostalgias.

Colombiana, Pilar Quintana, Premio Alfaguara de Novela 2021 con Los abismos, novela que explora el profundo vacío que causó la limitación de la libertad en la vida de las mujeres de la segunda mitad del Siglo XX. También El asedio animal (2021, Almadía) de Vanessa Londoño, historia plagada de alegorías sobre la violencia de la guerra.

La narrativa chilena dispuesta en la exploración de la pérdida dolorosa de la hermana amada y la evocación de su recuerdo en El manto (2019, Alfaguara) de Marcela Serrano.

Portada de La misma ciudad, de Luisgé Martín
Portada de La misma ciudad, de Luisgé Martín

Por su parte, Nona Fernández realiza en Voyager (2020, Random House)un ejercicio sobre las distintas memorias: la individual, la colectiva que sobrevive a las dictaduras, y la de la propia especie humana. Poeta chileno (2020, Anagrama) de Alejandro Zambra: sobre la poesía y lasdistintas formas de paternidad.

Brasil: 2021, marcado por el descubrimiento de la novela de Clarice Lispector, La pasión según G. H. (2019, Siruela): un palimpsesto construido a partir del reconocimiento del yo, la pérdida del antiguo ser y la (re)construcción de las nociones del cuerpo, el miedo, la belleza, el lenguaje, la voluntad, la sordidez, la memoria y el presente. Las doce y veinte de la noche (2019, Random House) del brasileño Daniel Galera: radiografía de la generación que consideraba el fin del milenio como un suceso definitorio.

Duelo (2017, Libros del Asteroide) del guatemalteco Eduardo Halfon: un viaje en búsqueda de las raíces familiares a partir del recuerdo de un niño ahogado en un lago.

Novela Contemporánea

Leña Menuda (2021, Tusquets), de Marta Barrio: el descubrimiento incidental de una enfermedad en el producto de un embarazo, y la negativa materna a sacrificarse y convertirse en una cuidadora.

Benjamín Labatut y Un verdor terrible (2020, Anagrama): exploración de historias de los dos extremos de las posibilidades de la Ciencia: el daño y la salvación.

La mujer helada (2015, Cabaret Voltaire) de la francesa Annie Ernaux, en la que indaga sobre la sensación de vacío e inutilidad en la vida y rutinas familiares y conyugales de las mujeres. Por su parte, El consentimiento (2020, Lumen) de Vanessa Springora: sobre la manipulación de un adulto para abusar por años de una adolescente. Un territorio frágil (2005, Témpora) de Éric Fottorino: el tacto como una manera de aliviar la pesadumbre de vivir y mantener alejada a la muerte.

Los españoles Manuel Jabois y su exploración de un viaje perverso y enloquecido al pasado en Miss Marte (2021, Alfaguara). Marina Perezagua y Seis formas de morir en Texas (2019, Anagrama): historias cruzadas sobre una mujer ciega condenada a muerte que se resiste a la tortura, el tráfico de órganos institucionalizado en presos políticos chinos y la búsqueda de la esencia familiar. Luisgé Martín con La misma ciudad (2013, Anagrama): la oportunidad de escapar de la vida ordenada y quieta de un hombre que desea conocer la sustancia misma de la vida

Portada de El consentimiento, de Vanessa Springora
Portada de El consentimiento, de Vanessa Springora

La epidemia de SIDA en Estados Unidos en los años 80, que condiciona un síndrome de estrés postraumático en la generación que se creía invencible, narración magistral en la novela Los optimistas (2021, Sexto Piso) de Rebecca Makkai.

Los pájaros amarillos (2013, Sexto Piso) de Kevin Powers, sobre la supervivencia a una guerra verdadera. Jonathan Lethem y Cuando Alice se subió a la mesa (2005, Debolsillo): una reflexión sobre la ausencia, el vacío y el amor humano a partir del descubrimiento de una anomalía en el universo conocido.

La buena esposa (2018, Alba) de Meg Wolitzer: la sutil manipulación de un esposo ideal hacia la esposa que lo amenaza con su propio talento, y que debe sublimarse al sacrificio esperado por amor.

Una niña adoptada en una sociedad profundamente moralista y la recuperación de su identidad en La hija de la amante (2008, Anagrama), de A. M. Homes.

Portada de Ru, de Kim Thúy
Portada de Ru, de Kim Thúy

En el jardín del ogro (2019, Cabaret Voltaire) de la marroquí Leila Slimani: el deseo erótico como instrumento de rebelión contra el destino femenino. Florescencia (2018, Alpha Decay) de la sudafricana Kopano Matlwa: un diario demoledor sobre el traumático acontecimiento de una violación en el contexto de profundas tensiones raciales.

Ru (2009, Periférica) de Kim Thúy, sobre la ruptura del Vietnam posguerra y el deseo de perpetuar la vida.

La portuguesa Lídia Jorge y Los memorables (2018, Elefanta): retrato de los hijos de la Revolución de los Claveles, el optimismo inicial, el desencanto y decadencia.

La británica Margaret Drabble y su retrato de las vidas de madre e hija marcadas por el autismo en La niña de oro puro (2015, Sexto Piso).

Novela Negra

Como lectora de novela negra, 2021 ha representado el descubrimiento de una enorme veta literaria.

Completadas este año las series del detective devoto de Nueva Orleans Lew Griffin, de James Sallis (sobresaliendo Mariposa de noche #2, El avispón negro #3 y El ojo de grillo #4), y la serie de los detectives Kenzie y Gennaro de Dennis Lehane (Un trago antes de la guerra #1, 2009, RBA).

El hallazgo de uno de los pioneros de las novelas de procedimientos policiales: Ed McBain y la Comisaría 87 (Ojo con el Sordo, 2011, RBA).

James Lee Burke retrata las contradicciones sociales, raciales y económicas agudizadas a partir del desastre del Huracán Katrina en El huracán (2009, RBA); mientras en Drama City (2008, Ediciones B), George Pelecanos refleja el delicado equilibrio social entre pandillas.

Portada de Dogo, de Nicolás Ferraro
Portada de Dogo, de Nicolás Ferraro

Willnot (2016, Bloomsbury) también de James Sallis: un médico rural y el hallazgo de cuatro cadáveres desconocidos.

Argentina representada por la obra clásica de Juan Damonte, Chau papá (1995, Ediciones Roca): una novela anárquica y enloquecida, repleta de persecuciones, granadas y metralla. También Dogo (2016, Del Nuevo Extremo) de Nicolás Ferraro; y Matar y guardar la ropa (2008, Salto de Página), de Carlos Salem, historia de un padre de familia/asesino a sueldo en una playa nudista.

Como siempre, hallazgos del autor de culto mexicano Juan Hernández Luna, y su Naufragio (1991, Lectorum).

Autoras

Tawni O’Dell y su Ángeles en llamas (2016, Siruela Policiaca): historia sobre un pasado oscuro y las máscaras usadas a diario. Susanna Moore y su novela In the cut (2019, Weidenfeld and Nicolson) como una exploración de la violencia diaria ejercida contra el cuerpo de las mujeres y el crimen como una forma de lección patriarcal. Por su parte, Charlotte Carter y Arde Chicago (2005, Siruela Policiaca), noir que explora las tensiones raciales en Estados Unidos en el Siglo XX.

La francesa Dominique Sylvain y Ella duerme aquí (2018, Siruela): la búsqueda de una joven europea en un Tokio que se esconde bajo una capa de sordidez pura.

La canadiense A. S. A. Harrison y La mujer de un solo hombre (2014, Salamandra), una novela que, más allá del esquema del domestic noir, narra las pequeñas violencias patriarcales ejercidas de manera sutil a una mujer aparentemente normal que encuentra en el asesinato no sólo una válvula de escape, sino la única forma de rebeldía posible.

Portada de El ojo de jade, de Diane Wei Liang
Portada de El ojo de jade, de Diane Wei Liang

La idiosincrasia de la sociedad china actual en El ojo de jade (2007, Siruela Policiaca) de Diane Wei Liang; el primer libro de la detective Ruth Epelbaum: Sangre Kosher (2010, Aquilina), de María Inés Krimer; La casa de la belleza (2015, Planeta), de la colombiana Melba Escobar: las contradicciones de la clase alta mostradas a partir del asesinato de una adolescente

Una mujer nómada y sin sosiego que se enfrenta a la dura realidad mexicana en Morena en rojo (1994, Joaquín Mortiz) de Myriam Laurini; una aproximación nihilista sobre una mujer que busca contratar a alguien para terminar con su vida en El asesino melancólico (2015, Alfaguara) de la salvadoreña Jacinta Escudos.

Cuento

Monólogos interiores de cinco mujeres sobre lo indecible: el hastío de vivir, la frustración e insatisfacción en la familia y matrimonios convencionales, el nulo deseo de la maternidad y la amenaza de la vejez y la soledad en Madres y Camioneros (2021, Sexto Piso) de la eslovaca Ivana Dobrakovová.

La argentina Magalí Etchebarne presenta en Los mejores días (2019, Las afueras) una exploración de la vida familiar que nadie se atreve a reconocer.

Andrea Jeftanovic y No aceptes caramelos de extraños (2011, Diego Portales): cuentos transgresores sobre el fantasma del incesto, el rechazo entre hermanos, el hijo ignorado por los padres que esperaban hacer la Revolución, triángulos amorosos, parejas que se caen a pedazos y tragedias infantiles.

Portada de Crimes in Southern Indiana: Stories,, de Frank Bill
Portada de Crimes in Southern Indiana: Stories, de Frank Bill

El Estados Unidos profundo, representado en Mothers, tell your daughters (2015, W.W. Norton&Company), de Bonnie Jo Campbell: sobre la violencia patriarcal ejercida ad infinitum. Crimes in Southern Indiana: Stories (2011, FSG) de Frank Bill; y Knockemstiff (2008, Random House) de Donald Ray Pollock, sobre un pueblo en Ohio de menos de 200 habitantes, inmersos de manera permanente en una violencia y desesperanza atroces.

Autoayuda (2002, Emecé) de Lorrie Moore: instrucciones sobre cómo sobrevivir a un hombre frío y violento, cómo confrontar una muerte segura y dolorosa a través del suicidio, cómo reconocer el desamor, cómo ser infeliz y seguir viviendo, cómo convertirse en escritoras.

Sacrificios humanos (2021, Páginas de Espuma) de la ecuatoriana María Fernanda Ampuero, doce cuentos de una violencia visceral: una inmigrante considerada como desechable por su medio, una hija que demanda rebeldía de su madre, adolescentes que reconocen una belleza brutal en su condición de parias, niñas que se reconocen miembros de un sistema de castas a partir de la exigencia de la perfección del cuerpo, un niño ridiculizado por su orientación sexual que trata de mantenerse humano a través del rescate de un discapacitado.

Portada de Mi novia favorita era un bulldog francés, de Legna Rodríguez Iglesias
Portada de Mi novia favorita era un bulldog francés, de Legna Rodríguez Iglesias

La belleza inherente al horror en Las voladoras (2021, Páginas de Espuma), de la ecuatoriana Mónica Ojeda: niñas-brujas que comulgan con la naturaleza a través de la sangre, los secretos que descomponen a una familia, hermanas que se aman lejos de los tabúes, la violencia primigenia de los sonidos, una mujer que encuentra insoportable y grotesca su propia fealdad y el descenso a los infiernos de un padre para arrancar a su hija de la muerte

Cuentos de una delicada ironía en Mi novia favorita era un bulldog francés (2017, Alfaguara) de la cubana Legna Rodríguez Iglesias.

Poesía

La aceptación del cuerpo e identidades femeninas como forma de derribar la puerta que contiene a la ternura en el poemario La novia de Sandro (2020, Tusquets) de la argentina Camila Sosa Villada.

Mexicanos, el premio Bellas Artes de Poesía 2020 Rubén Rivera y su Sendero de suicidas (2021, Fondo de Cultura Económica); y Proyecto Manhattan (2020, Antílope) de Elisa Díaz Castelo.

Portada de Proyecto Manhattan, de Elisa Díaz Castelo
Portada de Proyecto Manhattan, de Elisa Díaz Castelo

La total exaltación de la felicidad y la belleza, y la conexión con lo divino, oculto en la propia humanidad, en Devotions: The selected poems (2017, Penguin Press) de la estadounidense Mary Oliver. También, el recuento de una vida sencilla y plena en Begin again: Collected poems (2000, Farrar, Straus and Giroux) de Grace Paley.

Crónica

Una favorita personal: la argentina Leila Guerriero con dos libros: Frutos extraños (2012, Alfaguara): perfiles sobre gente sencilla cuyas historias estaban destinadas al olvido; y La otra guerra: Una historia del cementerio argentino en las Malvinas (2021, Anagrama)

Eric Manheimer y el crisol de culturas y realidades socioeconómicas que desembocan en un hospital en Nueva York en Doce pacientes: Vida y muerte en el Hospital Bellevue (2021, Fondo de Cultura Económica).

Portada de Hércules en el desierto, de Carlos René Padilla
Portada de Hércules en el desierto, de Carlos René Padilla

La compleja realidad guerrerense en A la orilla de la carretera (2021, UANL) de Vicente Alfonso; y la génesis de la asesina serial conocida como “La Mataviejitas” en Ruda de corazón (2006, Ediciones B) de Víctor Ronquillo.

Hércules en el desierto (2020, Nitro/Press) de Carlos René Padilla: la similitud entre los doce trabajos de Hércules y doce crónicas de la realidad en México.

Ensayo

Cuestionamientos sobre el proceso de escritura, el arte, la maternidad y las relaciones en el nuevo siglo en Neurosis, sustancias y literatura: 21 conversaciones con escritoras y escritores más o menos jóvenes (2018, Reservoir Books) de la periodista mexicana Mariana H.

Una aproximación filosófica y psicoanalítica al fenómeno universal del amor en el ensayo En caso de amor: Psicopatología de la vida amorosa (2020, Paradiso) de la francesa Anne Dufourmantelle.

Sobre la lectura escriben el argentino Alberto Manguel en Cómo Pinocho aprendió a leer (2017, Siglo XXI); la francesa Michèle Petit en El arte de la lectura en tiempos de crisis (2021, Océano).

Portada de En caso de amor, de Anne Dufourmantelle
Portada de En caso de amor, de Anne Dufourmantelle

Barrio Verbo (2014, Fondo Editorial Tierra Adentro) de la oaxaqueña Ingrid Solana: ensayos semipoéticos sobre la escritura y literatura rabiosas, los orígenes, el cuerpo y sus accidentes.

El libro póstumo del neurólogo británico Oliver Sacks, Todo en su sitio (2020, Anagrama): el amor por la Ciencia, el estudio del sistema nervioso y sus déficits, la Neurología, el deterioro irreversible de la demencia; la natación, los jardines botánicos y la Química.

The undying (2019, Farrar, Straus and Giroux) de la poeta estadounidense Anne Boyer, donde se explora el proceso orgánico y la dimensión individual y social del cáncer en el cuerpo femenino, la enfermedad, el dolor y la muerte como lo innombrable.

De Michele Filgate, editora: What my mother and I don’t talk about: fifteen writers break the silence (2019, Simon&Schuster) : las historias sobre amor, desamor y devoción que no alcanzamos a contar a nuestras madres.

Portada de Yo también me acuerdo, de Margo Glantz
Portada de Yo también me acuerdo, de Margo Glantz

La búsqueda de identidad familiar en Volverse Palestina (2013, CONACULTA) de la chilena Lina Meruane; la sudafricana Deborah Levy y El coste de vivir (2019, Random House): cuestionamientos de una escritora de 50 años. Margo Glantz y los pequeños aforismos para presentar un testamento literario, la melomanía, la herencia judía, la infancia y la vejez, pero, sobre todo, lo aparentemente infraordinario, en Yo también me acuerdo (2014, Sexto Piso).

El viaje inútil (2018, Ediciones DocumentA/Escénicas), de Camila Sosa Villada: sobre las tres celebraciones: la fiesta de ser trasvesti, la de ser mujer y la de escribir,

Maid (2019, Hachette Books) de Stephanie Land: la vergüenza en la pobreza, que limita las posibilidades de las mujeres de tener una vida plena.

Libros sobre Feminismo

Visiones luminosas sobre la encrucijada de la maternidad en Maneras de escribir y ser/no ser madre (2021, Paraíso Perdido), Ave Barrera y Lola Horner, editoras. Katixa Aguirre y las madres que no vuelven a ser ellas mismas, en Las madres no (2020, Tránsito).

El español Octavio Salazar y sus reflexiones sobre las formas saludables de construir las nuevas masculinidades en El hombre que no deberíamos ser (2018, Planeta).

Portada de La madre de todas las preguntas, de Rebecca Solnit
Portada de La madre de todas las preguntas, de Rebecca Solnit

El libro de ensayos La madre de todas las preguntas (2021, Capitán Swing) de Rebecca Solnit, que trata de responder a la pregunta: ¿Cómo ser mujer?

Quemar el miedo: un manifiesto (2021, Planeta) del colectivo LASTESIS; y Cansadas (2017, Ediciones B) de Nuria Varela.

El mejor libro de mi año lector, 2021

La novela de Tatiana Tibuleac, El jardín de vidrio (2021, Impedimenta). Novela desoladora sobre una niña que se define a partir de su orfandad, y que se ve a sí misma como un mero despojo humano. Sobre su vida junto a una mujer que le brinda escasas manifestaciones de afecto; sobre la pérdida de la identidad moldava y la asimilación forzada de todo lo ruso. La constante violencia física, psicológica y sexual a la que es sometida de manera sistemática; la maternidad percibida como un castigo diferido, y el intento de preservación de la belleza en un mundo que cambia de manera abrupta.

Portada de El jardín de vidrio, de Tatiana Tibuleac
Portada de El jardín de vidrio, de Tatiana Tibuleac

Diana Cantellano García. (Puebla, 1984) Es neuróloga pediatra por la BUAP y la UNAM; ferviente entusiasta de la lectura.


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