Por Edgar De La Cruz
Seamos honestos, todos amamos comer.
Es fácil masticar y tragar, ya que tenemos suficiente experiencia; eso se los puedo asegurar como cualquier gordito de corazón.
No pretendo que como lectores prefieran las memelas, los tacos de sesos o una comida gourmet. Tú pagas, tú eliges.
Podría decirte que yo estudio gastronomía y como tacos de canasta en frente de la universidad porque es: práctico, rápido, rico y te ayuda a crear anticuerpos.
Generalmente creen que un chef sólo es clase y etiqueta, pero se equivocan.
Hay comida que no es tan laboriosa y sabe muy bien, aunque hay otros platillos en donde la preparación lleva su tiempo; la práctica te lleva a hacerlo con mayor calidad y rapidez, bien te lo puede afirmar la señora a la que siempre le compras las gorditas –muy deliciosas, por cierto-.
Saber cocinar puede no ser tan importante para ti, pero algún día te ves forzado a hacerte una quesadilla o unos huevos y la verdad es que hasta eso se te ha llegado a quemar.
Algunos pueden compartir esa pasión por la cocina y otros no, pero la comida sigue ahí, lo notamos bien en nuestras calles de Puebla, “donde abundan iglesias y puestos de comida”.
Como nota adjunta, les agrego estas aclaraciones que yo aprendí recientemente:
Muchas veces, como inexperto en una materia, no llegamos a entender ciertos términos. Pero ¿qué pasa cuando escuchas palabras comunes y piensas que la oración no tiene sentido ahora?
Les compartiré de unos casos dentro de la cocina que se pueden encontrar:
Si dicen “chino”, no esperes ver un asiático, es sólo un colador; un “coludo” es una olla; “juliana” y “macedonia” son cortes de verdura; “buena mujer” es una sopa; “fondos” son bases de sopas; el “caballo” es un pedazo de tela para sostener platos, sartenes u ollas a altas temperaturas; el “pico” es parte del uniforme (se pone alrededor del cuello); al que recoge migajas se le conoce como “pollo”, entre otras muchas cosas.
Y recuerden: si escuchan a alguien decir “Cuidado, atrás caliente”, no crean que es una propuesta.
Hola, soy Edgar y cocino porque puedo.
Espero que este post haya sido una broma del día de los inocentes.
Estimado Armando:
No, no es una broma. Es la participación de Édgar de la Cruz, quien escribirá sobre el quehacer de un estudiante de gastronomía.
Un abrazo.