Entrevistas | Ekaterina Garza Díaz conversa con Aria Covamonas a respecto de sus cortometrajes, que fueron expuestos en la última edición del Festival Internacional de Cine de Morelia.
Por Ekaterina Garza Díaz
Puebla, México, 29 de noviembre de 2020 [00:01 GMT-5] (Vertedero Cultural)
Inevitablemente, esta pandemia ha venido a reconfigurar, casi, si no es que todas, las dinámicas de nuestra vida. Los festivales alrededor del mundo se han visto en la necesidad de optar por alternativas que permitan su coexistencia con el virus, logrando así continuar con los estrenos de diferentes películas, en ocasiones la creación de públicos, y siempre la difusión de cortos y largometrajes.
El Festival Internacional de Cine de Morelia, uno de los más importantes del país, tuvo su edición número 18 en una versión digital, para permitir la proyección de las películas que forman parte de la selección de este año. Bajo dichas condiciones, tuve la oportunidad de charlar a distancia con la directora Aria Covamonas, que es parte de la selección oficial en la categoría de Cortometraje de Animación. No es la primera vez que eligen uno de sus cortometrajes en este evento: en el 2018, Hideouser and hideouser fue parte de la selección.
Durante la entrevista, comenzamos hablando sobre la técnica que la animadora utiliza para el desarrollo de sus trabajos. Aria menciona que hace fotomontaje, una técnica que surge del movimiento dadaísta. Menciona que Hannah Höch es uno de sus referentes, una mujer alemana que acuñó la técnica a principios del siglo pasado.
La época actual permite a Aria llevar a cabo su trabajo de manera digital, creando imágenes a través de la superposición de “recortes” provenientes de otras imágenes, para generar fotogramas que por sí mismos son obras de arte.
Su trabajo, además de una técnica de animación particular, escapa de la narrativa convencional; las imágenes, en conjunto, logran generar una experiencia interesante para el espectador, no sólo visualmente. También nos mantiene involucrados. Constantemente recurrimos a una introspección que dota de significados a los significantes que vemos en la pantalla.
El trabajo de Aria resulta fresco al proponer alternativas a las formas clásicas de narrar, que predominan en el cine. A propósito de este tema, me interesó saber sobre el momento de conjunción entre los procesos técnicos y creativos que desarrolla para la realización de su trabajo. Cada proyecto conlleva un proceso único, pero por lo menos hablando en particular de Introducción a la historia de la filosofía occidental, el cómo sucedió el momento creativo me pareció muy interesante: ¿Cómo sucedió, existió un discurso y luego las imágenes para representarlo? ¿o construyó las imágenes primero?
Aria mencionó que no pretendía hacer cine, entonces no se rige por las convenciones que construyen el fenómeno cinematográfico en general. Como animadora, su proceso para Introducción a la historia… comenzó con la creación de la animación.
“Dos segundos, por ejemplo, -explica la directora-, es el equivalente a una sílaba, que se tiene que conectar con la siguiente, y ver cómo se conecta con la siguiente y así. Entonces es más que un discurso o una palabra, es una construcción de sílabas una tras otra […] No es absurdo, pero no pretende cierta coherencia.”
La realizadora, a través de una clara línea creativa, comenta a respecto de sus demás trabajos y su forma de discursar: “creo que en todos los cortos que he hecho, el proceso es completamente accidental. Digamos que yo estoy trabajando con esta idea de que en las palabras, o en cualquier tipo de lenguaje, no sólo el verbal, en cualquier código, no hay significados, sólo hay palabras, unas palabras que explican a otras.”
La reflexión sobre cómo se construyen los discursos me parece indispensable y necesaria en la actualidad, que parece regirse por convenciones caducas que limitan la creatividad, tanto de los creadores como de los espectadores. Aria describe su proceso como “una máquina a la que le da cuerda, y la lleva de significante en significante, a ver a dónde la lleva, pero realmente no tiene un significado”.
Menciona su gusto por el cine, que demuestra diferentes habilidades en los directores y a toda la gente implicada en contar esas historias a través de una narrativa clásica; sin embargo, su exploración no va por ese camino, piensa que lo que ella puede aportar se encuentra en otra dirección.
De lo más interesante del trabajo y la mirada de Aria, me parece que es esa forma de decidir a través de sus cortometrajes, la existencia de alternativas a las formas preestablecidas. Pienso que la intencionalidad de la autora, de dónde surgen sus referencias y formas de discursar durante la película, son inexistentes casi siempre ante los ojos del espectador. Cuando vemos la película, terminamos de crear el discurso a través de cómo nosotros dotamos de significados a los significantes que componen los fotogramas del corto. Esto implica que nos veamos involucrados en el cortometraje, y a cada quién nos diga cosas diferentes, dependiendo de a qué recurramos dentro de nosotros para significar las imágenes. Me parece que el trabajo de Aria permite visualizar esta idea en un estado muy puro.
Casi al final, hablando de su trabajo previo a Introducción a la historia…, mencionamos cómo ha sido vivir en un medio en el que predomina el trabajo de los hombres, principalmente en la mayoría de departamentos de la producción. ¿Qué panorama le ha abierto la oportunidad de que su trabajo fuera seleccionado, en más de una ocasión, en diversos festivales?, ¿qué piensa acerca del predominio de los hombres en el medio?, ¿influye en el material que se produce, se selecciona o se muestra…?
Aria dice que, innegablemente, este es un mundo controlado por los hombres, y eso comienza desde el momento de la realización. Vivimos en un momento en el que la violencia nos ha alcanzado hasta nuestro trabajo también.
Aria prefiere trabajar sola por esa razón. El temor de las agresiones masculinas hacia nosotras llega a configurar nuestras vidas, incluso en nuestro hacer. Sin siquiera mencionar cómo se decide lo que se muestra y lo que no.
Aria es animadora, originaria de Monterrey. Sus cortometrajes previos están disponibles en sus canales de Youtube y Vimeo.
Sin duda, me parece que su trabajo es uno de los referentes más importantes sobre el dadaísmo y el fotomontajismo en la actualidad. Creo que vale la pena revisitarlo. Las imágenes parecen ser nuevas con cada reproducción. Opino que Introducción a la historia… es un cortometraje importante de ver: se agradece la ruptura con lo convencional y con las formas de narrar que predominan allá afuera; Aria Covamonas las intercambia por alternativas que nos llevan a caminar hacia adentro.
Esta nota se publicó originalmente en Vertedero Cultural:
