Fue durante una mesa en la 41 FIL Minería, donde también se encontraban Verde Agua y Guga Comits, en la cual el tema era la autopublicación y los fanzines. Al final, BEF accedió a esta pequeña entrevista (recuerden que en esta feria todo el mundo corre).
Por Luis J. L. Chigo
Puebla, México, 03 de marzo de 2020 (Neotraba)
El tiempo no es buen juez y BEF lo sabe. Fue lenta la aceptación de la narrativa gráfica en la sociedad e incluso entre los escritores y espacios culturales. A pesar de ello, Bernardo Fernández ha publicado decenas de libros con temáticas que se pueden abordar desde la construcción gráfica.
Sabe perfectamente que su papel como pionero del género lo hace responsable de preparar el territorio para ilustradores más jóvenes, generaciones cuyo objetivo es consolidarse en el medio editorial como la mejor oferta de trabajo.
Fue durante una mesa en la 41 FIL Minería, donde también se encontraban Verde Agua y Guga Comits, en la cual el tema era la autopublicación y los fanzines. Al final, BEF accedió a esta pequeña entrevista (recuerden que en esta feria todo el mundo corre).
En el camino a motivar a los más jóvenes a la lectura, un libro de él fue fundamental: Bajo la máscara, donde se plantea cómo serían los superhéroes si fueran mexicanos. Escuelas con cafeterías terribles, docentes odiosos y parejas amorosas casi imposibles fue el resultado.
Ladrón de sueños es una de sus obras más emblemáticas. Ha incursionado en la literatura negra y en los libros para niños. Merecedor del Premio Nacional de Periodismo por dirigir la revista de arte Complot, en 2005 recibe el Premio Nacional de Novela Negra: Una Vuelta de Tuerca por Tiempo de Alacranes. BEF nos comenta a continuación del panorama del cómic en nuestro país y algunas anécdotas sobre sus inicios.
Aproveché esta entrevista para poner a prueba una de las enseñanzas de Óscar Alarcón: la última pregunta es parte de su escuela.
Luis J. L. Chigo. Acabamos de escuchar que empezaste tu carrera haciendo fanzines. ¿Cómo fue este proceso para convertirte en ilustrador?
Bernardo Fernández BEF. Estaba en la universidad y tenía varios amigos interesados en los cómics, en concreto Luis Roiz, quien ahora es coordinador de la carrera de Diseño Gráfico en la IBERO. Estudiábamos juntos desde la prepa y él hacía fanzines, hacía sus propios cómics de horror.
Con él descubrí que éramos un grupo de jóvenes que podíamos hacer nuestros propios cómics y llevarlos a imprimir y luego distribuirlos de mano en mano. Ese fue mi primer acercamiento a la publicación autoral. Después de 30 años me mantengo como autor. Pero esos fueron mis inicios y fue además muy formativo y lo agradezco enormemente.
LJLC. En ese momento, ¿cómo era la recepción de la narrativa gráfica y cómo la ves ahora?
BEF. No había. Incluso era algo que se consideraba basura. La gente decía “¡Ahh, el Memin Pinguin!”
Era considerado como lo más bajo de la cultura mexicana y a la vuelta de treinta años y con el trabajo de muchísima gente, de hombres y mujeres, hemos logrado demostrar que es un medio legítimo para contar historias que se merece un espacio –como éste de las jornadas, como todos estos festivales de cómics, y como el espacio que vamos ganando en las librerías.
LJCL. Anteriormente se observaba que el cómic se realizaba más en blanco y negro. Ahora, con todo lo digital que existe, ¿puede que haya un avance técnico en la creación de cómic?
BEF. Siempre ha sido una cuestión económica. Hacíamos los cómics en blanco y negro porque era carísimo para un autor el hacerlo a color. Pero ahora vemos que Verde Agua trae material a color.
Ha habido un avance con la impresión. Los métodos de impresión digital ahora han abatido el costo sobre todo para tirajes pequeños. Con lo digital que sale en redes y que aparte se socializa, pues existe la posibilidad de mostrarlo. Ahí ya no se imprime, aunque en determinado momento pueda ser que sí llegue a serlo. Pero ya no estás condicionado a presupuesto de impresión.
LJLC. Pero, ¿sigue siendo difícil ser ilustrador?
BEF. Tan difícil como ser músico, como ser escritor, como ser creador. Pero en mi experiencia he visto que la gente que es muy disciplinada termina llegando a los lugares que quiere.
LJLC. Con fondos editoriales como los de Tierra Adentro parece ser que hay más difusión, pero en narrativa gráfica es apenas este su cuarto año…
BEF. Cada vez hay y tiene que haber más espacios para los cómics en nuestro gran mundo editorial. Y esa es mi intención con este tipo de espacios. Yo publico con Océano y con Sexto Piso, que una es una editorial muy grande y la otra una independiente de mucho prestigio. Pero tendrían que tener 20 más, es decir, tendrían que tener 20 autores mexicanos publicando en Océano, tendría que haber 10 en Sexto Piso.
Entonces yo creo que eso tiene que ir creciendo para que no sea una cuestión tan precaria en el sentido de que un autor, un muchacho, una chica, un autor de quince años que le interesa esto, dedicarse al cómic, tenga la certeza de que se mantiene una carrera firme, pueda como me pasa ahora: tengo casi 50 años y poder tener una carrera profesional dedicada únicamente a la creación de su material. Ya sea dedicado a su trabajo autoral o trabajando en la gran industria del cómic de entretenimiento. Entonces yo creo que esa es una misión que tenemos, consolidar esto como un medio profesional.
LJLC. Edgar Camacho, la vez que presentó Salvaje en Puebla, mencionó que el cómic tenía la posibilidad de ser un regenerador social.
BEF. Totalmente, como toda actividad cultural. Pero el cómic además es muy atractivo para la gente y especialmente para la gente joven. Aunque lo lee todo mundo. Deberíamos plantearnos hacer cómics para gente de la tercera edad, por ejemplo, y muchos cómics para niños porque efectivamente es un regenerador social, pero además, es un instrumento muy poderoso, un vehículo todo terreno para llegar a todos lados.
Ahora hablábamos que Flor [Guga Cómits] se está dedicando a hacer cómics de divulgación científica y Verde Agua hace lírica en cómics. No tiene límite en ese sentido y no lo hemos aprovechado justo como debiéramos para la reconstrucción de un tejido social desgarrado y desangrado.
LJLC. Las temáticas en tus libros van desde ciencia ficción hasta novela negra. ¿Qué temáticas prefiere BEF y cómo logra consolidarlas?
BEF. Cada proyecto es diferente y yo siento que a veces es que el proyecto te encuentra y te toma del cuello y te sacude. Entonces sería difícil porque me divierto mucho. Acabo de terminar de escribir una novela policíaca en la cual me divertí mucho haciéndola. Ahora empiezo un nuevo proyecto de cómic; quiero hacer la adaptación de un clásico del siglo XX.
Creo que cada proyecto tiene su propia voz, su propio ritmo, su propio formato. Lo asumo como un privilegio: he tenido la inmensa suerte de poderme dedicar a un gran abanico de proyectos y de formatos narrativos profesionalmente y eso lo veo como un privilegio.
LJLC. Pregunta que le hacemos a todos los autores, ¿qué es el amor?
BEF. Lo más importante de este planeta.
