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Por Dulce María Ramón (@DulceMRamon)

Ciudad de México, 14 de julio de 2020 [01:35 GMT-5] (Neotraba)

Lo que estoy a punto de narrarles es parte del trabajo de uno de los proyectos más nobles y profesionales de los que he sido testigo en mi trabajo como reportera. Descubrí que por medio del teatro seres humanos y sin importar la razón, ya sea que se encuentren o hayan estado privados de la libertad, decidieron darle un cambio positivo a su vida y como un bumerang también al de sus familias.

Arturo Morell. Foto de Alejandra Méndez.
Arturo Morell. Foto de Alejandra Méndez.

Tengo que comenzar por hablarles de Arturo Morell, activista social, escritor, director de cine, teatro y que preside la Fundación Voz de Libertad, a quien describiría como un ser humano que siempre se ha preocupado por las causas humanitarias. Aun cuando estudió Derecho, su trabajo profesional siempre ha estado vinculado con temas sociales.

Ha implementado durante veinte años estrategias comunitarias y culturales para reedificar el tejido social y así, originar un entorno armónico.

Uno de sus proyectos de intervención cultural es “Un grito de libertad”, que desde el año 2004 lo ha llevado a cabo, en diez centros de reclusión de México, donde ha trabajado con más de 3 mil personas privadas de la libertad.

Fue distinguido con el Reconocimiento Nacional de Igualdad y No Discriminación 2017, que otorga el Consejo Nacional Prevenir la Discriminación (CONAPRED).

Alquimia. Ensayos VII. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Ensayos VII. Foto de Alejandra Méndez.

Desde hace cinco años, realiza todos los lunes un Taller de teatro, reflexión y meditación, en el Reclusorio Oriente, donde hasta el día de hoy ha realizado varios montajes cuyo repertorio incluye a: La Pastorela de la integración, #SoyTambiénJosé, versión libre del musical José El Soñador, el espectáculo liberador Yo soy y existo.

El trabajo que ha hecho va más allá de solamente realizar teatro dentro de los centros de reclusión, ejemplo de ello, fue cómo por primera vez en la historia del llamado “teatro penitenciario” en México, 17 actrices-internas del Centro de Reinserción Social Femenil Santa Martha Acatitla, y 87 actores-internos del Reclusorio Varonil Oriente salieron de prisión para dar Un grito de libertad, una adaptación libre del musical El hombre de la Mancha de Dale Wasserman con motivo de las celebraciones del centenario del Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris” en marzo del año 2018.

Uno de los objetivos principales del proyecto teatral que Morell dirige, es hacer montajes espejo, es decir, ensamblar lo mismo fuera y dentro de los Centros de Reinserción Social, para cuando salgan las personas de prisión se puedan integrar a la compañía teatral.

Alquimia. Ensayos VIII. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Ensayos VIII. Foto de Alejandra Méndez.

Alquimia y Transmutación

En el Festival Internacional Cervantino Edición 46, Arturo Morell tuvo cuatro funciones de la obra Alquimia y Transmutación, dos de ellas fueron en el área femenil del Cereso de Guanajuato, donde participaron 32 mujeres que se encuentran privadas de la libertad, como parte del programa “con enfoque social”.

La aceptación del público fue inmediata. La trama se desenvuelve como si estuvieran en el ensayo de una puesta en escena en una cárcel. En el montaje se escenifica una mazmorra de la Santa Inquisición en la víspera de la noche de San Juan, en la que se cometía una cacería de brujas.

Alquimia y transmutación, manifiesta la influencia del amor platónico de Don Quijote a Dulcinea, que en realidad se llamaba Aldonza Lorenzo.

Alquimia. Preparativos I. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Preparativos I. Foto de Alejandra Méndez.

Pero la pregunta para Arturo Morell es el por qué escribir una obra de teatro con esa temática, y además tener un elenco donde participaron actrices profesionales, mujeres que fueron parte del proyecto “Un grito de libertad” e internas.

Escribí esta obra y decidí invitar a actrices profesionales y a chicas que han sido parte de “Un grito de Libertad” en un centro de reclusión para poder compartir con el público este trabajo donde conversan voces distintas. Buscamos a través de sus participaciones, empoderar a la mujer y decir que la decisión de ser feliz está en cada uno de nosotros. Dice Arturo.

El director consiguió efectivamente, una anexión impecable con el reparto. Este proyecto teatral se basa en todas las experiencias de las mujeres en reclusión que él ha conocido durante su larga trayectoria y experiencia en el teatro penitenciario.

El trabajo que hizo en el Festival Cervantino, decidió replicarlo con mujeres privadas de la libertad del Centro Femenil Santa Martha Acatitla, de la Ciudad de México. Era una promesa con todas ellas: presentar la obra de teatro en el auditorio del centro de reclusión y que los invitados principales fueran los familiares de las mujeres.

El proceso comenzó realizando audiciones y ensayos. Fue en ese momento en que decidí conocer el desarrollo dramático del reparto, algo significativamente importante.

Alquimia. Preparativos III. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Preparativos III. Foto de Alejandra Méndez.

El Ensayo

La cita es a las cinco de la tarde en la calle de Argentina, del Centro Histórico de la Ciudad de México. Los actores y actrices se encontraban tomando un pequeño receso cuando llegué. Al poco tiempo se fueron reuniendo en el salón de ensayo. Arturo Morell hace algunas anotaciones en los libretos de las actrices y señala a Víctor Ortega, uno de los actores, que enfatice más su voz en cierto diálogo.

Cuando todos nos encontramos reunidos formamos un círculo. Deseo que me cuenten qué significa para ellas estar ensayando la obra de teatro Alquimia y Transmutación. En esta ocasión participarán 30 mujeres privadas de la libertad que serán parte del ensamble de la obra, junto a tres actrices profesionales, diez mujeres ex internas y un hombre.

¿Cuál es la relevancia de Alquimia y Transmutación, qué es lo que visibiliza y a qué nos enfrenta como sociedad?

Alquimia. Preparativos V. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Preparativos V. Foto de Alejandra Méndez.

Cada uno de los que ejecutan su personaje, describen a una Aldonza que tiene la necesidad de reconstruirse. En el escenario verán a personas profesionales, actuando, cantando y viviendo a través de sus emociones, sobre todo de aquellas de las que como seres humanos nos llegamos a avergonzar. Porque inevitablemente nos representan a todos como sociedad. Esta es la razón por lo que la obra lleva el nombre de Alquimia y Transmutación, pues es la unión de todo lo que sienten los protagonistas y el resultado de ello es su transformación sin importar lo mínima que esta sea. Responde Arturo Morell.

Víctor Ortega, quien se integró a la Fundación Voz de Libertad, desde que salió libre en septiembre del año 2013 del CERESO de Morelos, toma la palabra. Para él es un reto y una gran oportunidad el participar en esta puesta en escena, ya que interpreta a un transexual:

Cuando el director me propuso interpretar a un transexual, me quedé callado. Sentí una gran emoción, pero al mismo tiempo sabía que era un gran reto. Tuve que entender lo que las y los transexuales viven en los reclusorios de México y del mundo. Entonces, además de enfrentarme al libreto, tuve que ser abierto al vestuario, lo más incómodo fue soportar las varillas de un sostén, después el decidir el vestido que usaría, y ver mis piernas depiladas, usar maquillaje, estudiar los gestos, los modales finos… a moverme en el escenario con la mentalidad del personaje que, sobre todo, trae una carga importante de dolor, coraje, venganza, porque no ha sido aceptada.

La sargento ya retirada, Alejandra Álvarez, quien ha colaborado con Morell en el monólogo De poli a diva… y de regreso, y que cuenta con una trayectoria de servicio como mujer policía por poco más de 39 años, y donde en la obra su personaje da voz a las muchas internas de la tercera edad, comenta:

Alquimia. Preparativos IV. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Preparativos IV. Foto de Alejandra Méndez.

Esta obra es un banquete de emociones, se disfruta, se digiere y se mantiene. Tus sentimientos, si los tenías escondidos, aquí van a surgir. Tengo que reconocer, que cuando me integré al reparto, sentí también un cúmulo de sensaciones porque yo siempre he estado del “otro lado” y aun cuando estoy muy sensibilizada fue complicado y tuve que aprender a amar a mi personaje.

Norma Angélica, tiene escasos cinco meses de haber obtenido su libertad. Se siente emocionada de que la hayan invitado a ser parte de la obra de teatro como parte del ensamble.

Encontré un objetivo en mi vida a partir de que me integré al taller de teatro que todos los lunes imparte el señor Arturo Morell. Descubrí muchas cosas que jamás imaginé que podía tener conmigo. Ahora que voy a regresar, pero ya como parte de la compañía del exterior y voy a ser parte de la obra de teatro, pero libre, todo tiene otro significado, es como dar esperanza a las muchas mujeres con las que conviví, de que se puede estar libre, aun cuando sigas en el reclusorio.

Ha pasado poco más de una hora en la que he platicado con todos, pero es momento de continuar con el ensayo. Antes de iniciar hacen ejercicios de relajación y concentración. La voz de Arturo Morell es fuerte y contundente al término de ellos. Les dice a todos que son actores profesionales, que no puede haber errores y para ello debe existir la disciplina y estar todos seguros de su lugar en el escenario, además, de tener bien aprendidos sus libretos.

Alquimia. Ensayos VI. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Ensayos VI. Foto de Alejandra Méndez.

El ensayo inicia, pero me doy cuenta de que no soy una simple espectadora, sino soy parte de la obra. De pronto las luces se apagan y escucho los lamentos de todas las actrices que piden ayuda, maldicen, están presas, pero sobre todo se sienten lastimadas; la indiferencia las ha carcomido. Sí, no puedo negar el asombro, el miedo, pues camino entre mujeres arrodilladas, escucho las cadenas, aunque no distingo sus rostros con claridad, sé que muchas de ellas no actúan sino recuerdan lo que vivieron cuando fueron privadas de su libertad.

Son cerca de las ocho de la noche cuando salimos del lugar, ha llovido lo suficiente para formar enormes charcos de agua en todo el pavimento. Caminamos para poder tomar un Uber. Conmigo va Sandra Martínez, ella es parte también, de la Fundación Voz de Libertad.

Me descubrí otra persona desde que me integré a la Compañía de teatro que Arturo dirige en el reclusorio Oriente. Yo tengo un carácter fuerte y muchos dicen que a veces un tanto rebelde. Pero creo que he aprendido a ser disciplinada. Para mí, fue de gran sorpresa cuando me dieron mi libreto y vi que interpretaría a una celadora. Ahí fue donde me di cuenta de que tenía un reto importante como actriz. ¿miedo? No, jamás.

En el año de 2006 ingresó al Centro de reinserción femenil y poco tiempo después, conoció el proyecto que se llevaba a cabo en el Reclusorio Oriente en conjunto con el Centro Femenil de Santa Martha Acatitla. Por buena conducta fue puesta en libertad y a partir de ese momento se integró a la Fundación.

Arturo Morell. Foto de Alejandra Méndez.
Arturo Morell. Foto de Alejandra Méndez.

Así como lo que te cuento hay otras historias, que si las escuchas se te va a poner la piel de gallina. Pero esto no es un milagro, el cambio está en cada una de nosotras, es un trabajo de todos los días.

De regreso a casa, veo mis apuntes con los datos duros de las mujeres que se encuentran en prisión: existen 13,448 mujeres privadas de la libertad, representando aproximadamente 5% de la población interna total. La mayoría de las reclusas tienen una defensa deficiente, sufren tortura y son abandonadas por sus familiares; muchas de las mujeres que son detenidas por delitos menores tienen procesos irregulares que las mantienen en la cárcel durante años sin recibir sentencia; además, de que se cruzan con diferentes factores como el género, el nivel socioeconómico y los procedimientos legales del país. Entonces entendí que para muchas de ellas el teatro es una manera de renacer todos los días.

La Obra

Faltan diez minutos para que sean las ocho de la mañana. Me he quedado de ver con Arturo Morell. Puntual lo veo salir del edificio de donde vive y casi de manera inmediata, Víctor Ortega sale del estacionamiento con la camioneta en la que viajaremos. En la cajuela ya vienen los vestidos de las actrices, papelería y los programas para entregar a las personas que asistirán como invitados. Han sido varias semanas en las que Morell, hizo un llamado para que quien deseara donar vestidos de noche y zapatillas, lo hiciera.

Las internas desde que están recluidas no han usado nada que no sea el uniforme de color beige, al igual que zapato tenis. Y él les prometió que en la obra de teatro todas tendrían un vestido de noche para que lo lucieran.

Alquimia. Ensayos I. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Ensayos I. Foto de Alejandra Méndez.

Todas las personas que donaron lo hicieron con gran emoción. No esperábamos tanto. Hubo personas que decidieron regalar dos o tres vestidos con sus respectivas zapatillas. Tenemos un vestido que fue obsequiado por la esposa de Esteban Moctezuma Barragán, Secretario de Educación Pública, y con el vestido mandó una carta muy cordial y amorosa.

Todos están citados a las nueve de la mañana en el Cetro Femenil de Santa Martha Acatitla, el grupo de ensamble y las actrices deben estar a tiempo, porque la entrada, es bajo una lista estricta. Las indicaciones son precisas en lo que concierne a cómo ir vestidos para poder ingresar: no usar prendas de color beige, caqui, blanco, negro, azul marino ni verde militar, esto para evitar confusiones entre visitantes, internos y custodia; tampoco puedes calzar botines, botas con casquillo, zapatillas con tacón. Por supuesto los celulares no se pueden llevar, solamente puedes entrar con tu identificación oficial, la cual se te dará al momento de tu salida. Lo único que portas es un gafete.

Al llegar al Centro Femenil, se respira un ambiente tenso. No es para menos, pues unas semanas antes fue trasladada Rosario Robles exfuncionaria federal, acusada por delitos de ejercicios indebidos del servicio público y por ello, la vigilancia se ha reforzado.

La mayoría de las integrantes de la compañía de teatro del exterior han llegado. También se encuentra Laura Luz, una de las actrices profesionales principales de la obra. Al igual Valeria Morell, actriz quien en muchas ocasiones ha dicho que la obra le ha ayudado a ver la vida de otra manera, a valorar más a su familia, a disfrutar las cosas más sencillas como es el poder vestir del color que desee.

Alquimia. Ensayos II. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Ensayos II. Foto de Alejandra Méndez.

Arturo Morell, entrega la lista en la puerta de acceso y van llamando una por una. Es inevitable no sentir un dejo de nervios. El personal es muy preciso y frío al darte instrucciones, con una sola mirada saben si vistes de manera adecuada. Te piden que avances para la revisión de tus prendas. Todo es muy rápido, en menos de 30 minutos todos y todas ingresamos al patio central donde se encuentra el auditorio.

Varias internas se acercan, nos están esperando. Hace frío, ¿quieren que les traiga un café, un pan de dulce, una sopa instantánea?, nos pregunta una interna que se acerca entusiasmada al vernos llegar. Agradezco que el vaso con café llegue pronto, el frío provoca que no queramos sacar las manos de nuestras chamarras.

A lo lejos puedo notar grupos de internas que cantan alabanzas, pero inevitablemente su atención no está en el espacio que ocupan sino en nosotras, sin embargo, no dejan de cantar: Alabaré, alabaré a mi Señor, Juan vio el número de los redimidos… Otras mujeres están sentadas con sus hijos en sus carriolas. Poco a poco van llegando las internas que participarán en la obra. Algunas llevan hojas con anotaciones. Todas efectivamente visten el color beige, son una gran masa que se mueve de un lugar a otro.

Al llegar Arturo pide a todas que se acerquen. El saludo es corto y las instrucciones son varias. Hay que ensayar, hay que pulir varias escenas.

Alquimia. Ensayos III. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Ensayos III. Foto de Alejandra Méndez.

La parte musical es fundamental, y quien está a cargo de ella es Héctor Barragán, productor musical quien comenta antes de iniciar las pruebas de sonido:

Trabajar con Arturo Morell es todo un reto. Pero inevitablemente es imposible no involucrarte con ello. Morell es quien escribió la letra y yo me encargué de la parte sonora. Las dos melodías son el eje de toda la obra. En cada una de las canciones, deja ver todo lo que significa la libertad.

El ensayo transcurre durante dos horas. Las actrices al principio tienen que adaptarse al escenario. Laura Luz, sube una y otra vez para sentirse parte del lugar. En varias ocasiones los nervios y la falta de concentración hacen que las escenas se repitan.

¡Necesito fuerza en sus movimientos!, no pueden mostrar esa flojera arriba del escenario, ¿sí se dan cuenta que sus familiares vendrán a verlas? Exige Morell.

De pronto el ensayo se detiene, las internas deben pasar lista y también deben comer. Una de ellas se acerca y nos ofrece el menú, para que pidamos lo que queramos, las tortas son buenas, o unos tacos, que tal de bistec, sí les gustan, ¿verdad?

Alquimia. Ensayos IV. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Ensayos IV. Foto de Alejandra Méndez.

Pero también, las papas con chorizo, los frijoles hechos por las internas llegan al lugar donde nos encontramos, esto lo hice muy temprano para que lo prueben, están limpios, no les va a hacer daño, es con mucho cariño.

El regreso de todas ahora tiene otro tono, atrás del escenario hay mucho movimiento. Dos chicas, que han estado desde el principio del ensayo para cualquier tema relacionado con el vestuario, saben que ahora las emociones de las internas estarán a flor de piel. Se les ha entregado a todas las participantes parte de la indumentaria; un atuendo de color gris, que simula el uniforme de un centro de reclusión de cualquier parte del mundo. Pero todas saben que en la última hora ensayarán con el traje de noche, zapatillas y maquillaje.

Arturo Morell, pide que se prueben sus vestidos, y aquel espacio se convierte para muchas en un lugar de magia. ¿Crees que le puedas componer un poco al vestido para que se ajuste más? me queda un poco floja la manga.

Y las máquinas de coser reparan, suben dobladillos, conceden deseos.

Víctor Ortega, se ha entregado totalmente al papel que caracterizará y a todas las actrices les causa emoción. Quieren que sea la más bonita de todas:

Alquimia. Ensayos V. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Ensayos V. Foto de Alejandra Méndez.

Mira, este color para tus labios te va bien, mira ponte más rímel en las pestañas, camina derechito y despacio para que no te vayas a caer con los tacones. Tómame muchas fotos para que se las mandes a mis hijos que hoy vienen a verme, piden otras internas a Alejandra Méndez, quien, con su cámara fotográfica, va captando las emociones de todas las actrices.

La última parte del ensayo culmina con un aplauso largo y sonoro del director de la obra, quien las conmueve al decirles, tienen que ser extraordinarias cuando tengan como público a sus hijos, a sus padres, a su familia; deben superar lo que acabo de ver. Y los aplausos y la emoción inundan el lugar, pero no hay tiempo de detenerse en ese momento.

Los invitados van llegando y van tomando el lugar que ellos deseen. Los niños comienzan a preguntar por sus mamás, ¿mi mamá también es actriz?, yo no sabía, comenta una niña de escasos ocho años a una mujer que al parecer es su abuela.

Varios medios de televisión se acercan a las familias y les piden autorización para poder entrevistarlos. Algunas dicen que no, otras aceptan, pero piden que no les tomen el rostro, no quiero salir en la televisión, dice un hombre que se ve desconcertado en el lugar. Yo sí, para presumirles a mis amigos, dice una adolescente.

Alquimia. Ensayos IX. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Ensayos IX. Foto de Alejandra Méndez.

Las mujeres internas están listas, detienen una tela blanca por la que se asoman sus rostros. Una de ellas comienza a llorar y sujetándome del brazo dice, ve a esa señorita que va entrando, viene de color verde, es mi hija. La dejé de ver cuando tenía siete años. Y mírela, es ya una señorita.

Todos estamos expectantes, no vemos movimiento en el escenario. De pronto escuchamos una voz sonora que capta nuestros sentidos, y nos dice:

Es de llamar la atención que hoy hayan decidido acompañarnos en este lugar, ignoro sus razones, pero sean muy bienvenidos. Van a ingresar a un espacio de purificación, cruzarán una línea de tiempo, por lo que les sugiero que lo hagan de la manera más ligera, de preferencia sin temores, ni prejuicios.

Y así, es como inicia la obra. En los rostros de todos los espectadores se van formando un cúmulo de desasosiegos al ver a las mujeres entre telas blancas, otras salpicando sus emociones, aferradas a las mesas de cemento donde hace apenas unas horas se entonaban alabanzas cristianas.

Las actrices desbordan todos los sentimientos que cualquier ser humano siente cuando vive aprisionado por sí mismo: el egoísmo, la traición, el dolor, la soledad. Y como una forma de desahogo, buscando renacer, entonan una canción con todas sus fuerzas:

Alquimia. Preparativos II. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Preparativos II. Foto de Alejandra Méndez.

Me dejaron cicatrices en el alma,
No me importa tenerlas en mi piel,
Atacaron donde más lastimaba,
Sé que no lo aguantaría otra vez,
Me enerva ver la gente indiferente,
Miren la nada en esta mujer,
Y déjenme en mis infiernos,
Luchar contra la puta que gobierna…

La pieza teatral nos va mostrando lo que viven las mujeres privadas de la libertad, pero sobre todo lo que sienten. Cada una de las actrices nos enfrenta como espectador a una realidad que también es nuestra, nos hacen mirarlas a los ojos.

Veo la obra sentada al lado de una familia, todos han pedido permiso para poder ver a su hermana, hija o prima actuar. Con ellos está una pequeña que le pidió a su tía le pusiera su vestido de color rojo, porque ese es el que más le gusta a su mamá. En la última escena donde todas las actrices visten ya de gala, la pequeña brinca de gusto y nos dice a todos. ¡Miren a mi mamá parece una princesa!, la niña baila y se mueve al mismo ritmo que las mujeres que se sienten orgullosas y admiradas.

En una mesa contigua un joven que no pudo contener la emoción comenta a quien se encuentra a su lado, mira qué bonita se ve mi mujer, al ver cómo ella entona en conjunto:

Hoy solté y me liberé
No me importa lo que fui
Me motiva lo que soy…
Toqué fondo y perdoné
Sé que valgo lo mismo que tú
Me perdono, te perdono
Sin juicios, etiquetas, sin diferencias…

Alquimia. Puesta en escena I. Foto de Alejandra Méndez.
Alquimia. Puesta en escena I. Foto de Alejandra Méndez.

Al finalizar la obra de teatro son abrazadas con la ovación del público. Los reporteros buscan a las actrices para entrevistarlas y ellas se tornan nerviosas tratando de responder lo mejor posible.

Varias se acercan a despedirse de mí, nos abrazamos. Una de ellas me confiesa, esto que hacemos pareciera que solamente dura un día, unas horas de ensayo. En realidad, no es así. No sé cuándo salga de aquí, pero cuando lo haga será con la frente en alto, orgullosa de mí. Esto es lo que hace el teatro con nosotras.

Las veo alejarse, todas de nuevo con el uniforme que a veces pienso trata de invisibilizarlas, pero me queda claro, que ellas han tomado una fuerza inédita y que nadie se las podrá robar.

Es en ese momento en que comprendo el argumento que Arturo Morell, comparte, al decir, que él no trabaja con expedientes sino con seres humanos.

Durante la larga jornada donde conviví con mujeres privadas de la libertad, solo vi personas que desean en su encierro físico tener mentes libres.

Foto de Alejandra Méndez.
Foto de Alejandra Méndez.

Nota: La obra fue presentada el 30 de septiembre del 2018 en el Centro penitenciario femenil Santa Martha Acatitla, de la Ciudad de México.


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