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Portada de La ciudad del olvido de Hermann Gil Robles
Portada de La ciudad del olvido de Hermann Gil Robles

 

Por Edith Arias Pablo (@aripa2000)

 

Expectativa contra realidad. Dos puntos muy importantes para hablar de este libro.

 

En el momento en el que lo vi, me llamaron la atención dos cosas. La primera, que fuera de Culiacán el Premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras. Y la segunda, el título. En el momento que mis ojos vieron la portada, mi mente imagino un escenario de depresión, tragedia y dolor. Mas nunca creyó que podría ser mucho más que un simple libro sobre una vida triste.

 

Desde que se termina de leer el primer capítulo, te das cuenta que el periodista Ikal está jodido emocionalmente y que a su vez la trama va a estar cabrona. Pues ésta juega mucho con nuestros recuerdos, conocimientos y hasta experiencias de vida.

 

La temática es sorprendente. Los temas que toca son tan reales y fáciles de identificar. Dentro de toda la trama se habla de la perdida que vivió Ikal, la misma que no supera y lo lleva a vivir una vida distinta, una vida diferente a la que soñó.

 

 

La ciudad del olvido, es un libro de ciencia ficción que da un ejemplo sobre lo podrida que está la justicia. Y a su vez juega mucho con nuestro sentido de lógica y humanidad.

 

 

El libro llega a cuestionar ¿hasta qué grado hemos llegado?, que no solo Ikal desconfía del informe dado por el ministerio público, sino el lector también.

 

Aunque el expediente del Ministerio Publico subraye frases como “Se presume que cometió el acto de suicidio”, podemos sentir la impotencia, de tener una injusticia frente a nosotros y también, la enorme confusión que implica creer y no creer en lo que las autoridades dicen, ya sea por no querer aceptar la verdad o saber que esa no es la realidad.

 

Se trata de un libro de ciencia ficción, variado, pues no solo habla de una droga experimental y tecnología, si no a su vez, hace una enorme crítica social. En la trama se habla de cómo la esposa de Ikal consumía sustancias de Dreamhost, que dentro del universo de la novela, es un corporativo encargado de hacer drogas y experimentos a través de manipulación genética.

 

 

A lo largo de la novela se revela cómo Ikal descubre estas corrupciones y crece el argumento del asesinato de su esposa, puesto que lo que busca Dreamhost es monopolizar la mente de todas las personas, a través de un dispositivo que imita las ficciones de los libros, y se apodera de los sueños, los deseos, las fantasías y las visiones de cada individuo que lo consume.

 

 

Esto tal vez nos suene familiar. Y aunque nosotros no tenemos una droga que se apodere de los pensamientos de la humanidad (todavía, aunque no estoy segura) pero tenemos algo similar y más efectivo: publicidad. ¿Casualidad? Podría ser.

 

Después de haber leído La ciudad del olvido, comprendemos el porqué del título. Puede ser cualquier parte de Culiacán, de la República Mexicana, del mundo, incluso la ciudad del olvido puede ser un ser humano. No solo por el dolor que se mantiene a lo largo de la novela, si no también, por esas personas que quedan olvidadas, que para nosotros pueden ser un enorme perdida, pero que en la historia son solo un número más.

 

Un número más de personas muertas, desaparecidas, una cifra más al expediente de casos sin resolver.

 

La ciudad del olvido de Hermann Gil Robles, Premio Frontera de Palabras/Border of Words 2016, Fondo Editorial Tierra Adentro, 2016.

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