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Hugo López Coronel foto por Óscar Alarcón
Hugo López Coronel foto por Óscar Alarcón

Ciudad de Puebla

18 de abril de 2011

 

Por Óscar Alarcón y Gilberto González

 

Se trata del Director de la revista y el grupo Óclesis. Siete años en el trabajo de difusión de la literatura nos hicieron voltear  a su propuesta y tener una plática con él.

Hugo llega a la cita con mucho calor; las vacaciones comenzaron y aunque sólo gozará una semana, no pierde el ánimo para comentarnos un poco sobre su trabajo como profesor en Tehuacán.

Después de pedir un refresco y hielos, nos arrancamos con la primera pregunta.

Óscar Alarcón. ¿Qué piensas de las políticas culturales en Puebla?

Hugo Coronel. Es difícil dar una opinión sin tener conocimiento amplio del tema. Lo que me queda claro es que existe un común denominador —culturalmente hablando— lo que ocurre a nivel social: no hay políticas reales ni interés por promover el arte o la cultura.

Todo está amarrado a los intereses que se manejan, las perspectivas de los artistas y humanistas no encajan. Una política como tal, no creo que exista. Y si existen, son elitistas.

 

ÓA. ¿Crees que la cultura salga perjudicada con la llegada de los tecnócratas al gobierno del estado?

HC. Tendríamos que revisar qué tipo de cultura, o más bien qué tipo de discurso. Tal vez pueda perjudicar a la cultura dominante. Puede ser que haya ciertas políticas que van a pegar. Y creo que también afectará a los que somos alternos a esas culturas.

 

ÓA. ¿La literatura en Puebla ha sufrido cambios de lo que se hacía hace 20 años a lo que se hace hoy?

HC. Creo que sí hay propuestas literarias en Puebla. Lo que falta creo que son dos cosas: primero el aspecto de la difusión, si apareces con un discurso nuevo difícilmente eres publicado o promovido, tienes que moverte en ciertos medios para que se te dé entrada a la “farándula”.

Y segundo, aunque muchos no estén de acuerdo no podemos separar los procesos —literarios, psicológicos, antropológicos, lingüísticos— del modo de producción en el que estamos atrapados: el capitalismo a ultranza.

 

 

Hugo López Coronel II foto por Óscar Alarcón
Hugo López Coronel II foto por Óscar Alarcón

 

ÓA. Entonces todo radica en la falta de difusión, ¿en Puebla tenemos lectores, pero crees que tenemos grandes escritores o bien algunas glorias, que ya no son tan locales, como el caso de Pedro Ángel Palou? ¿En Puebla hay buenos escritores?

HC. ¿Por qué ser gloria? Regresamos al marbete del modo de producción: “si no estamos en un mercado determinado mercado no somos grandes o no somos” ¿Por qué hay que ser?

Creo que sí hay propuesta literaria, sí hay gente que está interesada en comunicar, fragmentar o provocar fisuras a los estereotipos. El problema real es el discurso, ya que tendemos a catalogar a las personas. Si nos pudiéramos quitar este biso podríamos entender muchas cosas.

Hay mucha gente que tiene propuestas muy interesantes y lo que le pasa es que no tiene un nombre.

 

ÓA. ¿Entonces lo que hace falta es un poco de autopromoción?

HC. Sí, y un poco de humildad. De pronto cuando logramos cierto reconocimiento ya no somos lo que fuimos. Y pensamos lo que pensamos que somos.

 

Revista Óclesis foto Óscar Alarcón
Revista Óclesis foto Óscar Alarcón

 

ÓA. Hablando de las mafias literarias, perdón, de los grupos literarios en Puebla, ¿perteneces a alguna mafia?

HC. Pues sí, somos un cartel. No un cártel, sino un cartel.

Me llegan susurros de que hay mucho movimiento literario en Puebla, el problema es que no llega a todos. En cuanto a los grupos, ojalá y hubiera más de los que hay. Y que de verdad hubiera grupos y no sólo intereses, que están tejidos en una red que se extiende a muchas partes.

Ojalá y hubiera grupos reales que se preocuparan por los discursos artísticos en la ciudad de Puebla, y a nivel nacional.

 

ÓA. ¿Entonces estarías de acuerdo en ir a una sesión terapéutica con todo tu grupo literario?

HC. Sí, estaría muy bien. Llevaría también a mi yerbero.

 

ÓA. ¿Por qué apostarle más a una propuesta grupal y no a una individual?

HC. Creo que hay que aprenderles algo a los patrones. Hay que trabajar en equipo como una manada. Queda claro que debemos hacerle caso a nuestra genética, a nuestra biología: somos seres sociales y tenemos que encontrar un espacio en donde convertir esa manada. Y también quitarle esa parte natural: el que no pertenece a la manada hay que desgarrarlo.

Yo creo que no, por ello tenemos el libre albedrío. Algo que queda claro es que existen algunos rincones de ética. De pronto somos voces que claman solas en el desierto pero hay que trabajar en grupo.

 

Hugo López Coronel III foto por Óscar Alarcón
Hugo López Coronel III foto por Óscar Alarcón

 

 

ÓA. ¿Cómo surgió Óclesis? Como bien lo dices, están los espacios pero poca gente conoce el trabajo. Lo que tratamos de hacer en Neotraba es dar a conocer estos grupos, que tal vez no nos pidan el espacio pero que queremos difundir.

HC. No sé si fue una cuestión pensada o sólo fue por instinto. Lo que me queda claro es que hubo una combinación de estos dos conceptos. La gente que da inicio a Óclesis viene desde otros discursos y llega en el momento oportuno para cruzarnos, y en ese momento surge algo que no tenía nombre pero que tenía fundamento en la palabra.

Todos los que iniciamos Óclesis lo hicimos con un culto muy instintivo por la palabra, sin caer en academicismos. Y poco a poco se fue haciendo un amasijo de discursos, formó “algo” y formó a “alguien”.

Nos integramos en 2004 en un espacio en donde nos hacía caso, en el Café de Nadie [de la Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla] nos reuníamos a leer como estúpidos con un micrófono, las bocinas y la gente pasaba y no nos pelaba, pero ahí estábamos leyendo como tarados.

Después entramos a un café y poco a poco nos fuimos consolidando, hasta que sacamos nuestra primera publicación y los discursos se fueron combinando.

 

 

Portadas de la Revista Óclesis foto Óscar Alarcón
Portadas de la Revista Óclesis foto Óscar Alarcón

 

ÓA. Son siete años de picar y piedra, de estar peleando a la contra y es un medio que te da pocas satisfacciones, platícanos de algo con lo que te hayas sentido bien al estar en Óclesis.

HC. Lo que más me ha pegado es ser yo mismo. Óclesis no es un desdoblamiento de mí, pero sí es un desdoblamiento de Óclesis hacia mí. Yo me di cuenta de que estaba atrapado en esa ola y creo en el proyecto y la propuesta.

 

ÓA. ¿Hacia dónde te gustaría que se dirigiera el proyecto? Te lo pregunto no porque seas el gurú de Óclesis, pero sí como la persona que lleva la voz cantante, por lo menos lo que Óclesis significa para ti.

HC. Creo que el grupo va a consolidarse más. Vamos a trabajar de manera introspectiva, tiene muchas voces, se está volviendo un crisol. Seguiremos trabajando en radio, en publicaciones, seguiremos consolidando al grupo. Yo sólo quiero ver a Óclesis.

 

Hugo López Coronel IV foto Óscar Alarcón
Hugo López Coronel IV foto Óscar Alarcón

 

ÓA. En el norte tenemos ya muchas manifestaciones de la literatura, pero en Puebla, ¿en dónde radicará el boom? No para que todos escriban de esa manera pero sí para que haya más escritores y lectores.

HC. Creo que es en la sociedad misma. Se están creando discursos desde ciertas escuelas pero sólo apuntan a ciertos intereses. La gente escribe porque se les imponen los temas. Y los escritores libres no crean escuelas.

Podríamos regresar a una de tus preguntas anteriores: no hay interés de la sociedad por consumir estos discursos.

La gente que está interesada en escribir tendrá que voltear a hacia sus raíces. No quiero sonar muy apartheid al decir “poblano”, pero hay ciertas identidades que están cruzadas por otras muchas razones —antropológicas, filosóficas, etc.

Cada localidad tiene su propio discurso a pesar del concepto tan globalizado de nación que tenemos.

 

ÓA. ¿Qué piensas de las campañas de lectura en las que aparecen famosos leyendo libros de cartón?

HC. Pues si se publica Esta es mi veldá, quiere decir que hay muchos sectores que fomentan la lectura basura, que no te sirve de nada.

Te forman un velo de alquitrán con diez gramos de nicotina y cocaína para que no salga nada. Si esa gente está promoviendo la lectura es porque también tienen ciertos intereses. Si realmente promovieran la lectura sería otro país.

 

Hugo López Coronel V foto Óscar Alarcón
Hugo López Coronel V foto Óscar Alarcón

 

 

Gilberto González. Regresando al tema de la difusión, ¿no crees que los artistas mismos no reconocen que su trabajo es de buena calidad? Vemos a muchos de ellos que se encuentran dispersos y marginales. ¿Qué se hace para evitar que se encuentren así?

HC. No sé si marginales, pero de que están ahí, lo están. Debemos trabajar en las identidades. Tal vez hace sesenta años, los habitantes de este país sí se creían mexicanos.

Ahora cuando alguien dice “soy mexicano” se tiene que pensar cuánto le cuesta ser mexicano.

Creo que hemos perdido la identidad —puedes llamarla “nacional” o “propia”— por la falta de creencias, de autovalidación sin esperar a que otros me certifiquen. Ahora imagínate trabajar en las identidades artísticas.

 

ÓA. O imaginarnos el discurso de alguien que diga “ya no quiero ser mexicano”.

HC. Alguna vez en un programa de radio lo platicábamos. Un abogado decía que no era posible que a un futbolista se le olvidara el himno nacional. Yo le pregunté que si para ser mexicano era necesario que se supiera el himno nacional. Estamos en una sociedad mediática que nos está arrasando.

 

GG. Pongamos como ejemplo al D. F. en donde tenemos una cantidad enorme de escritores publicando que quizá no tengan los recursos y sin embargo publican. ¿No sería más fácil publicar en Puebla?

HC. Pero estamos hablando de la ciudad de México. Aquí hay muchos monopolios. En el D.F. tienes una diversidad impresionante, son las ventajas del capitalismo. Tienes oportunidades de publicar de manera propia. En Puebla lo puedes hacer pero es muy caro o no tienes los espacios.

 

Hugo López Coronel VI foto Óscar Alarcón
Hugo López Coronel VI foto Óscar Alarcón

 

ÓA. ¿Pero decir esto, no es una forma de automarginación?

HC. No. El claro ejemplo es Óclesis. No tenemos el dinero para sacar publicaciones como queremos pero buscamos espacios. Si nos automargináramos no publicaríamos nada ni ganaríamos espacios. Trabajamos a pesar de las limitantes que tenemos, no sólo económicas sino políticas, culturales y hasta de género.

 

ÓA. Entonces te cambio la palabra “automarginación” por “prejuicio”… Tal vez ustedes digan: “yo no publico con el grupo de Alí Calderón o con el de Ricardo Cartas”.

HC. Es respetable no interactuar con otro grupo, si algún personaje decide no publicar en cierto espacio, allá ellos. Pero en el caso de nosotros yo creo que no hay problema.

En esto se fundamenta nuestra perspectiva de arte: permitir otros discursos. Y me atrevo a decir “permitir”, tal vez sería decir “creer” en otros discursos. No negar que están ahí.

 

Portadas de la Revista Óclesis foto Óscar Alarcón
Portadas de la Revista Óclesis foto Óscar Alarcón

 

GG. ¿No crees que precisamente eso sea lo que hace falta en Puebla? ¿Cuántos grupos independientes podemos contar que publiquen?

HC. Muy pocos. La única forma de cambiar a la gente es a través del arte. Tienes que creértela, puede o no venir el reconocimiento, pero si uno no está comprometido en comunicarle algo a una sociedad como la poblana, si nos interesa que esto cambie, hay que trabajar.

Te van a hacer caso o no te van a hacer caso —lo más seguro es que no— pero ¿qué haces ante los embates de los medios de comunicación, de los intereses de grupos? No me voy a suicidar. Hay que buscar otros mecanismos.

 

Hugo López Coronel VII foto Óscar Alarcón
Hugo López Coronel VII foto Óscar Alarcón

 

 

ÓA. ¿A cuál de los eventos del festival Palafoxiano asistirás?

HC. Yo quería ir al de Armando Manzanero pero trabajo en Tehuacán. ¿No viene Paquita la del Barrio? Creo que iré a uno en domingo porque es el único que día que puedo.

 

GG. ¿Qué es lo que hace distinto al grupo Óclesis del contexto literario en Puebla?

HC. Creo que decir alguna característica sería mucha presunción de mi parte y hasta con cierto desdén. Somos parte del todo pero como nos reconocemos de manera consciente, es lo que nos hace —más que diferentes— integrarnos a esa masa, a la maquinaria.

 

Hugo López Coronel también habita en

http://oclesis.blogspot.com

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