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 Isaí Moreno en la presentación de El suicidio de una mariposa en la Biblioteca de la Universidad Politécnica del Estado de México, foto cortesía de Juan Nicolás Becerra para Neotraba.
Isaí Moreno en la presentación de El suicidio de una mariposa en la Biblioteca de la Universidad Politécnica del Estado de México, foto cortesía de Juan Nicolás Becerra para Neotraba.

Leo mal pero me encanta.

Julieta Fierro.

Por: Juan Nico Becerra.

La peor tragedia de un ser humano es suicidarse en vida no leyendo de manera constante y responsable (es una apreciación propia), para lograr esta disciplina es muy prudente que las primeras lecturas sean sencillas sin demeritar su valor literario, aquí la cuestión es no dejar que las bibliotecas fallezcan, que se queden sin lectores, literalmente no debemos provocar el suicidio de las bibliotecas. Mi ideal es desvergonzado, que las Bibliotecas estén llenas de lectores, a propósito esto lo relaciono con el libro de Isaí Moreno El suicidio de una Mariposa de la Editorial Terracota.

La novela breve de Isaí, es muy elocuente: la vida de un niño de 12 años en dos regiones de México, una al centro de la república mexicana y la otra en un municipio equiparable a Ciudad Tultitlán, Ciudad Valles un lugar común y corriente donde la vida y sus acontecimientos son leídos a través del Alerta, una publicación periódica que reseña de manera gráfica las noticias en su mayoría violentas del lugar. Antonio recién llegado a Ciudad Valles describe el lugar en un tono de abatimiento común a su edad y donde el kiosco de la plaza es el testigo de apuestas, discusiones, alegatos en torno al dominó, a las cartas y donde la vida trascurre con la lentitud de una jugada de ajedrez o la rapidez de un repentino Jaque Mate.

 Isaí Moreno en la presentación de El suicidio de una mariposa en la Biblioteca de la Universidad Politécnica del Estado de México, foto cortesía de Juan Nicolás Becerra para Neotraba.
Isaí Moreno en la presentación de El suicidio de una mariposa en la Biblioteca de la Universidad Politécnica del Estado de México, foto cortesía de Juan Nicolás Becerra para Neotraba.

La metáfora hace trasladarnos de un lugar a otro, como lo plantea el autor en el personaje de Toño al ser trasladado a Ciudad Valles, donde de manera fortuita conoce a Castellán personaje trascendental de la novela; que a sus 21 años no tiene oficio ni beneficio y que los habitantes de Valles lo ven con temor y desprecio y que de manera obligada se convence de proteger a Toño sin mesura alguna.

Hay un factor determinante en la historia, la ausencia del Padre de Antonio es bien relatada en el libro, es decir Saúl Castellán en cierto tiempo del libro se aprecia como un tutor protector que a Toño le viene bien, se puede estimar que hay cierta seducción recíproca de ambos personajes, pero que por la edad Toño y la reputación de Saúl no lo puede externar de manera pública; ni privada.

Hay otros personajes en la historia del libro, como la novia añorada de la secundaria, las hermanas que incomodan a Toño y un compañero entrañable que lamentable es aislado por una enfermedad incurable, pero que es honesta y en tono de complicidad le dice a Toño “Tú eres el único que me entiendes”.

La novela es un testimonio concreto de un lugar común donde se aprecia la mano de un filósofo de la ciencia, no deja cabo suelto, el uso de una mariposa como designio de lo que ocurre al final es un placer para el lector; la tragedia de los personajes es muy adictiva y alentadora para quien la lee; considero que es una lectura de iniciación de gran calibre literario que guarda las bondades y cualidades de una re lectura posterior y porque no convertirse en un fetiche de nuestra Biblioteca como vaticinio al No Suicidio de las Bibliotecas.

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