Poemas de la autora que ha participado en actividades de lectura de poesía organizadas por el Instituto Municipal de Cultura y Arte de Hermosillo y escrito para páginas como Poesía de Morras y que ahora se publican en la sección que coordina Manuel Parra Aguilar.
Por Michy Félix
Nogales, Sonora, 30 de noviembre de 2023 (Neotraba)
Nuestro tiempo fue suficiente; el necesario para reconocernos, para querernos. Nada de largas conquista ni amor a primera vista. Todo ha sido cuestión de memoria. En segundos los labios se encontraron y en un par de minutos los cuerpos encajaron. Bastaron horas para saber que éramos lo que buscábamos; días para entender que era momentáneo. Yo debía encontrarte en esta vida, el suficiente para refrescar la memoria y tomar fuerza para encontrarte de otra forma.
Está triste y nadie lo sabe. Como a sus cartas, oculta el dolor con sonrisas falsas. Se mezcla entre la gente para que nadie lo note, pero es sólo un truco para sorprenderlos con sus movimientos. Dejó de sentir dolor; yo sólo sé que su cuerpo se acostumbró a la tensión.
Antes armabas aviones, ahora creas máquinas que parecen humanas. Te reconocí por el brillo en los párpados y la lengua enredada cuando estás desvelado. Yo te descubro en los campos de agave; mientras aso la carne, tú me recuerdas.
Llegué a un motel, porque aquí ocurren las cosas secretas que después cuentas como aventuras épicas. A tu deseo lo mantienes oculto, porque es demasiado grotesco para que lo vea el mundo, pero después de luchar con otro, a cuerpo contra ti mismo, ambos regresan al mundo, orgullosos de su logro.
Perdón por no utilizar nuestros recursos para salvarlos. Teniendo todo, nunca miramos abajo para ayudar a subir a los que creyeron que no había más escalones que en el que estaban parados. Perdón por no mostrarles un mejor futuro, por no sacrificar un poco de nuestros privilegios para compartirles una mejor vida.
Ya puedes descansar; ha sido un largo viaje, ahora puedes dormir en paz. Recuerdas cuando andabas por el campo y comías uvas. Yo pienso cuando la brisa te daba vitalidad. “La energía de la vida se mide con los peces del mar”. Ha sido un largo día, has dado todo de ti, te has quedado sin fuerzas. Tus músculos están cansados, te duele el estómago. Descansa. Necesitas respirar para volver a disfrutar.
Inicias el viaje hacia lo más profundo del ser; te adentras en ese lugar oscuro y cínico; exploras la energía más baja para encontrar seres distintos a los que ves en la claridad. Dicen que en el centro de la tierra existe un paraíso donde habitan especies únicas junto a una vegetación exótica, pero tú aún no llegas a ese sitio. Conoces a las criaturas que nacen en la oscuridad, descubres las abominaciones que pueden quitarte la vida, pero aun así avanzas con fuerza. Aunque se acostumbraron a vivir en la penumbra, las criaturas tienen una rareza especial que las hace brillar. La profundidad es inmensa y tú no sabes cuándo volverás. Y aun así avanzas.
Michy Félix (Nogales, Sonora, 1994). Graduada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora, diplomada en Política Pública para Organizaciones Civiles por The Washington Center. Ha recibido reconocimiento internacional por parte de HipGive por la creación de estrategias innovadoras para la recaudación de fondos; ha colaborado con instituciones gubernamentales y colectivos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS 30). Se dedica a la poesía, la pintura en acuarela y la fotografía, versatilidad que complementa su pasión por la comunicación. Ha participado en actividades de lectura de poesía organizadas por el Instituto Municipal de Cultura y Arte de Hermosillo. También ha escrito para páginas como Poesía de Morras.
