En el más reciente clásico del futbol mexicano, las Chivas perdieron por tres goles. Entre las apuestas, Edgard Cardoza compone versos para quienes perdieron la cabellera.
Los integrantes de la tribu Ararí cambian de nombre, excepto sus dioses. Le permiten al conquistador que permanezca con su nombre eterno para que se compare con dios, sin saber qué le ocurrirá al final.