El juego alimenta. No hay confirmación más hermosa del valor de la cocina que esa. Accidente químico que transforma ingredientes sueltos en una sustancia única, un adjetivo único para un único momento. Por eso el olor a atole es el atole mismo, nos dice Juan Jesús Jiménez.
Una invitación a no juzgar la comida: Yo me inclino por el anarquismo gastronómico. Que cada quien coma lo que pueda o lo que quiera, dependiendo de lo que tenga a su disposición, de sus costumbres y de sus gustos, pero sin meterle ideología.
Por Edgar de la Cruz. Las cosas se dan por temporadas: frutas, verduras, relaciones, modas, etcétera. Quizá dentro de lo más “destacado” en temporadas son...
Por Edgar De La Cruz Seamos honestos, todos amamos comer. Es fácil masticar y tragar, ya que tenemos suficiente experiencia; eso se los puedo asegurar...