Shallow Grave, preludio a Trainspotting
La ópera prima de Danny Boyle fue una producción de bajo presupuesto pero ya anunciaba la estética que seguiría en sus películas posteriores.
Por Marco Antonio Hetfield
Puebla, México, 24 de noviembre de 2020 [00:01 GMT-5] (Neotraba)
La emblemática película que cambió una generación, la más conocida y referenciada del director Danny Boyle, Trainspotting, comparte muchas similitudes –además del director y el protagonista– con su antecesora y opera prima del mencionado cineasta. Déjame presentarte una película producida con un bajo presupuesto y mucho amor: Shallow Grave, o conocida en Latinoamérica como Tumba al ras de la tierra.
Shallow Grave es la historia de tres roomies, quienes encuentran una maleta llena de dinero en la habitación de su nuevo inquilino, quien acaba de morir de una sobredosis. En lugar de llamar a la policía deciden esconder el cuerpo y quedarse con el dinero. Una historia que comparte muchas similitudes, incluso con el final de lo que sería Trainspotting, donde las amistades se rigen por el cambio de un elemento externo que poco a poco va desgastando esa relación.
La película se realizó con bajo presupuesto –algo que es natural en una opera prima– y cuenta con las características de la mayoría de ellas: un grupo de personajes que giran la mayor parte del tiempo en un conflicto mutuo dentro de un escenario aislado, en este caso un cuarto del piso que rentan.
La historia se conduce por el cinismo y la histeria de los personajes debido a que, a pesar de que al inicio se muestra una relación de amistad muy bien cimentada, las circunstancias y los hechos transforman su moralidad. Sacar una ventaja mayor para el dinero que se encontraron se convierte en su premisa, la cual los va corrompiendo, creando traiciones, sacando a relucir su naturaleza humana.
Si bien es cierto, Trainspotting se rige por secuencias conectoras al estilo de un videoclip, en el que la música nos lleva alrededor de los trips de Mark Renton, ese recurso permea de manera evidente desde el comienzo de Shallow Grave, incluso con el mismo estilo de música: Trance. También es importante señalar muchos recursos fílmicos, movimientos de cámara, montaje frenético y elementos que en el guion se encuentran presentes.
Si bien Shallow Grave y Trainspotting no son iguales, comparten temas centrales como la unión con los amigos. Al final cada una se desenvuelve en su medio y en su contexto, pero queda decir que por más elementos parecidos que tengan, debido al estilo que estaba gestándose en Danny Boyle, cada una de ellas se puede diferenciar muy fácil de la otra.
Aunque en el momento de realizar esta película, Boyle era reconocido por ser director de teatro y producciones televisivas, lo cierto es que muchos elementos que permean alrededor de su primer film perdurarían por el resto de su filmografía. Shallow Grave también serviría para empezar una relación de trabajo con Ewan McGregor, que se terminaría debido a una disputa con la productora de la película La playa (2000), pues tras tener éxito con sus películas anteriores, Danny Boyle fue apoyado para lograr producciones mayores. Y después de prometerle el papel protagónico a Ewan –y que la productora se rehusara debido a que buscaban a alguien con una trayectoria mayor– la relación de trabajo se terminaría rápido y sería retomada en años recientes con la secuela de Trainspotting.
Shallow Grave es una locura visual, con elementos redondos en cuanto al guion. Es una gran forma de ver el desarrollo de una historia que no necesita volverse ostentosa para mantenerte atrapado. Un gran inicio para la carrera de un director prolífico, que llevaría consigo varias carreras, las cuales se volverían ciertamente interesantes.
