Porque lo digo yo, y te callas

Por Adriana Barba

Monterrey, Nuevo León, 09 de julio de 2021 [00:02 GMT-5] (Neotraba)

“(…) En fin, parecía que la única virtud de Mamá Elena

era la de encontrar defectos”.

Laura Esquivel, Como agua para chocolate.

“Madre solo hay una”, escuchamos decir por las calles, “a ti que me diste tu vida, tu amor y tu espacio, a ti rosa fresca de abril, a ti mi fiel querubín” dice Denisse de Kalafe. La figura de la madre no se puede reemplazar dicen algunos otros, “¿qué van a hacer cuándo yo me muera?” Dicen ellas, las madres, esa figura fuerte como un roble o no, pero que al final de cuentas llevas pegadas sus frases y muchos de tus comportamientos vienen de ese fiel querubín.

“Un abrazo de mi madre es lo único que necesito para empezar de nuevo”, dicen algunas frases motivadoras del internet; “nada como la comida de mi madre”, escuché decir a un vecino, “a la Hormiguita le salían muy buenos los hot cakes” dice mi pá.

La má de todos marca, eso que ni qué, para bien o para mal, nada que no se arregle en terapia. La mayoría de ellas son muy sabias, tienen un colmillo retráctil para darse cuenta cuando alguna compañía no es buena para ti, o cuando una “lagartona” o “un bueno para nada pobretón” se les acercan a sus angelitos.

Se pueden equivocar, claro, pero ya sabe la frase que le dirá su madre cuando después de tiempo se confirme que ella tenía razón: “¡Te lo dije!” “¿Ya ves…?” “Y tú que lo defendías a capa y espada” te dicen ya con aire de divas, y vaya que lo son. Qué tal un “¿Si lo encuentro yo qué te hago?” “¿Crees que estoy pintada?” “¡Nadie me ayuda en esta casa!”, “¡Porque soy tu mamá y punto!”, “¿Ese es el ejemplo que le das a tus hermanos?”, “Mientras vivas en esta casa, se hace lo que yo digo”, “Hasta las doce en punto y ni un minuto más” “¿Y si tu amigo se tira tú también te vas a tirar?”

Bueno, bueno, si le sigo puedo juntar un tostón de frases célebres de aquella mujer que nos dio la vida y lo peor: frases que dentro de poco escucharás salir de tu boca si llega el momento en el que tú seas el personaje del que en esta ocasión hablamos.

Las circunstancias de la vida llevan a las madres a ser como la inolvidable Mamá Elena de Como agua para Chocolate, la religiosa Margaret White de Carrie o la inquebrantable Úrsula Iguarán de Cien años de soledad.

Como su madre o como la mía pero de eso ya ni hablamos, eso es otra historia.