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Por Zaira Eliette Espinosa

Nuevo León, 2 de marzo de 2023 [00:05 GMT-6] (Neotraba)

El escritor Mario Vargas Llosa dijo que “sin erotismo no hay gran literatura”, en otro tenor, la escritora Margo Glantz, quien ha explorado el tema del erotismo en ensayos que reflexionan sobre el cuerpo femenino, el placer, la memoria y el dolor, dijo sentirse preocupada porque no se aborde el erotismo como tema literario, siendo este detonador de libertad en una de las expresiones más fértiles y extraordinarias como lo es la literatura.

La novela Jugaré contigo, de Maritza M. Buendía, es un vasto lienzo de formas y movimientos que en su anchura retrata un paisajismo de cuerpos y sensaciones todas difíciles de olvidar por su refinamiento narrativo. El erotismo sí es el tema que se dibuja como un arte amatorio y puro.

Los secretos de las mujeres se encuentran en las páginas de un libro. Son escrituras que se heredan de entre mujeres de la familia. Susana, la protagonista, es sorprendida en su niñez por la precocidad de la naturaleza que la rodea. Su madre y su abuela, le heredan un juego de alter egos, un don adivinatorio para transformar sus mundos.

Susana, la mexicana, que entre dulzores y aromas florece ante los hombres y ante Levent, el cómplice-amante. Turquía y otros lugares no se encuentran en un mapa, sino en pieles y deseos, en vitrinas que ofrecen placeres.

En su libreta, Susana va escribiendo sus propias reglas, su visión del presente, del dolor por sentir y recordar. Registra la fórmula para alcanzar el futuro porque “una cosa son los sueños y otra la realidad”. Levent, en otra libreta, la dibuja a ella, la hace suya, su cruz de amor.

Susana es la mujer que decide qué sentir, qué explorar en su cuerpo joven y sensual que abre puertas a premoniciones de lo erótico, del origen, de la poesía. En torno a esta gran historia de pasiones, se encuentran otros temas como la muerte, el abandono, la desolación, el lado oscuro que no nos atrevemos a reconocer y el desamparo.

El juego de Susana es infinito. Sin prejuicios, ni ataduras. El lenguaje erótico que usa Buendía es otro juego infinito. Describe con precisión sin desbordarse ni contraerse el recreo de los encuentros.Originaria de Zacatecas, ciudad donde actualmente radica, Maritza M. Buendía escribe novela, ensayo y cuentos; ha sido ganadora de varios premios nacionales de literatura.


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