Diez libros escritos por mujeres que leí en el Maratón Guadalupe Reinas 2019.
Lorena Rojas comparte los libros que leyó en el maratón de lectura Guadalupe Reinas, convocado por la colectiva Feminista Libros b4 Tipos.
Lorena Rojas comparte los libros que leyó en el maratón de lectura Guadalupe Reinas, convocado por la colectiva Feminista Libros b4 Tipos.
Por Lorena Rojas (@olaenlamar)
Ciudad de México, 7 de enero de 2020 (Neotraba)
El maratón de lectura Guadalupe Reinas, organizado por la colectiva Feminista Libros b4 Tipos, que arrancó su tercera edición el 12 de diciembre pasado, tiene el propósito de hacer comunidad mientras se lee autoras.
Para ello, se lanzan 10 consignas –que varían cada año– para que los lectores elijamos nuestros libros, los cuales nos retamos a terminar antes del 6 de enero. Participar es una gran experiencia que resulta en el conocimiento y la lectura de autoras a las que nunca habíamos leído –como fue mi caso–, así como el cuestionamiento sobre su poca difusión o la dificultad para encontrar sus libros.
Mis lecturas:
Para esto debía elegirse algunos de los libros que la colectiva haya propuesto leer anteriormente (las listas se encuentran en su sitio web y redes sociales). Este fue mi pretexto perfecto para leer La cámara sangrienta de la escritora británica Angela Carter, quien, a pesar de haber leído antes me sorprendió con estos relatos. Carter es una escritora obligada para quienes buscamos una alternativa irreverente, inteligente y justa a los cuentos de hadas clásicos, en los que las mujeres eran protagonistas pasivas y sufrientes.
En esta tuve un gran descubrimiento pues aprovecho para leer un libro que hace unos meses, una amiga escritora a la que admiro mucho me obsequió: Asesino a bordo de Ngaio Marsh (1895-1982). La autora neozelandesa, a la que nunca había leído, es conocida por sus novelas de detectives, por lo que, junto a Ágatha Christie, Margery Allingham y Dorothy L. Sayers, es considerada una de las cuatro “Reinas del Crimen”.
La más difícil para mí, por no estar acostumbrada a este tipo de lecturas, pero de las más interesante porque me hizo confirmar que las mujeres están –desde hace mucho tiempo– escribiendo en todas las áreas y de todos los temas posibles. Para esto, debido a la poca disponibilidad de Mangas tanto en físico como en digital (sobre todo si no sabes ni si quiera dónde buscar como fue mi caso) cambié la primera opción que tenía por uno que me proporcionaron después: Fullmetal Alchemist, escrito e ilustrado por Hiromu Arakawa, este es uno de los mangas más populares, y del que mis prejuicios me habían hecho creer que había sido escrito por un hombre.
Para los cuentos, mi género favorito, elegí una lectura que tenía pendiente desde hace mucho: Muros de Azogue, de la escritora mexicana Beatriz Espejo. Este conjunto de cuentos –uno de los pocos escritos por mujeres incluidos en la vastísima colección Lecturas Mexicanas–, muestran con humor refinado historias de familias de clase social alta en un México que parece que ya no existe, pero que tal vez sí, lejos de nosotros. Hay en el libro escenas, “estampas” y personajes aislados que poco a poco pueden entrelazarse.
Sin duda una de las lecturas que más me ha impactado en este maratón: En el instante preciso. Vida de una fotógrafa en el amor y la guerra, de la fotoperiodista ganadora del Premio Pulitzer, Lynsey Addario. Esta crónica-autobiografía sobre las coberturas de Addario en Afganistán, Pakistán, Corea del Norte, El Congo, entre otros países sumidos en conflictos bélicos, ha sido especialmente reveladora justo ahora que EUA e Irán amenazan con estallar una guerra que tal vez nunca se había ido.
Para este punto elegí Espejo de tres cuerpos de la escritora Odette Alonso (Premio Clemencia Isaura 2019), conocida principalmente por su maravillosa poesía y que, en esta ocasión, me propuse conocer como narradora. Había leído pocas cosas con esta temática, por lo que resultó enriquecedor para conocer otras perspectivas de las relaciones humanas y sus conflictos, además de que Alonso tiene una pluma ligera y poética que, en este caso, se aprecia especialmente en las escenas eróticas.
Elegí leer a la poeta Zel Cabrera (Premio Tijuana 2018) porque leerla siempre me resulta revelador. Cosas comunes, estos poemas reflexivos, sutiles, pero muy vivos, le muestran al lector la maravilla de las cosas, los caminos, las conversaciones que están en lo más inmediato de nuestros días. Gracias a ellos descubrí a Zel como una voz valiosa, retadora y honesta que sabe plasmar con exactitud sensaciones e ideas que, a pesar de parecer sencillas, no cualquiera podría transmitir.
Para este punto elegí a una autora potosina poco conocida incluso en su propia región: Asunción Izquierdo Albiñana (1910-1978). En su carrera literaria publicó más de cinco novelas, así como algunos libros de poesía, y utilizó distintos seudónimos: Alba Sandoiz, Pablo María Fonsalba y Ana Mairena, el más conocido, pues con él firmó Los extraordinarios, novela que resultó finalista del Premio Biblioteca Breve 1960. Sin embargo, en este caso elegí leer el libro Taetzani (firmado como Alba Sandoiz), que tuve la suerte de encontrar en una librería de viejo, una especie de evocación novelada sobre los antiguos nayaritas, sus relatos y costumbres. Desafortunadamente, es una autora que no se reedita actualmente.
Elegir esta lectura resultó particularmente difícil por la mala imagen que tenemos sobre los libros de estas temáticas –mal llamados libros de autoayuda–, sin embargo, corresponde también a una visión corta de lo que puede encajar aquí. En días pasados tuve la fortuna de asistir a la presentación de Un lugar seguro, de Olivia Teroba. Un libro de ensayos sobre la búsqueda, las lecturas, la soledad y todas esas inquietudes que de tan personales funcionan como un espejo y una guía de sensaciones y caminos en común; todo ello, desde la voz honesta y crítica de Olivia, lo convirtió en el libro perfecto para esta consigna.
Podría parecer que encontrar listas sobre libros publicado cada año es una tarea muy sencilla, y sí, cuando se trata de autores, no así con las autoras. En este caso se acortan las opciones. Además, al encontrar algunos títulos, se trata en su mayoría de libros inconseguibles que se dejaron de editar desde hace mucho, algunos sin reediciones en su haber. Tras una búsqueda exhaustiva (y con mucha ayuda), di con Higiene del Asesino, de la autora belga Amélie Nothomb. Este fue otro gran descubrimiento, pues se trata de la primera novela de la autora, una historia terrible, fascinante y a ratos teatral sobre los últimos días de vida de un escritor.