Máscaras Cotidianas
Por Alberto Jorge Zárate Ramos
Segundo mes del año, segundo mes; mes peculiar, suigeneris. Febrero “LOCO”, le dicen algunos, el mes del amor y la amistad, aunque la gente solo se acuerde de lo sola que está y no lo feliz que es con los cuates, mes de carnavales, el mes más corto aún y año bisiesto, mes de la lucha contra el cáncer infantil, un mes patrio relacionado a nuestra bandera y mes de muchas cosas más.
Lo veo como el mes de las máscaras, el mes de saber actuar en distintos escenarios. El teórico Erving Goffman, conocido por desarrollar el enfoque dramatúrgico de las ciencias sociales, nos plantea que cada parte de nuestra vida social es un performance el cual manejamos dependiendo de nuestro entorno y nuestro interaccionismo simbólico.
Considero a febrero el mes de las máscaras, no sólo por los carnavales, sino por nuestras actitudes ante las diversas fiestas. El 14 de febrero es un día emocional que antes de la fecha es pretexto para hablar acerca de la mercadotecnia, la falsedad del día y lo carente de emociones reales, sin embargo una vez llegado el día, nos dejamos envolver en un halo de amor y amistad, aun y cuando a muchos de nuestros amigos jamás sepamos ni su nombre.
El 15, día de la lucha contra el cáncer infantil, es un día perdido, por el exceso de amor por las personas que dejan a un lado este día para reflexionar y pensar en muchos niños que día a día luchan por vivir y disfrutar cada gota de su vida, el 24, día de la bandera, nacionalismo o nacionaleros… este momento servirá para preguntar… ¿cuánta gente saldrá vestida de sombrero, bigotes y sarape, misma vestimenta que cuando otra gente de cualquier parte del mundo menciona nos hace sentir ofendidos?
Simplemente juguemos con las máscaras que tenemos y usamos, hagámoslas propias y riamos un momento, no tomemos muchas cosas en serio y otras que sean sería, démosles esa seriedad, es cierto que usamos máscaras para cada momento, seamos artistas entonces.
