Para Clara
Un día mi niña se despertó y fue como si no fuera ella misma, se veía como ella y tenía su voz, pero no era ella, sé que algo debió llevarse a mi Ana… un cuento de terror por Andrea N. Trejo.
Un día mi niña se despertó y fue como si no fuera ella misma, se veía como ella y tenía su voz, pero no era ella, sé que algo debió llevarse a mi Ana… un cuento de terror por Andrea N. Trejo.
Por Andrea N. Trejo
Matamoros, Tamaulipas, 20 de febrero de 2024 (Neotraba)
Cuando era niño, conocía a una niña que se llamaba Bertha, ella siempre estaba en uno de los columpios del parque y nunca le decía nada a nadie, yo siempre me iba antes de que viera a sus padres. No había nada inusual en ella… o al menos eso pensaba yo, aunque a los demás les aterraba, decían que parecía un maniquí y juraban que nunca parpadeaba.
Mi vecinita, Linda, me contaba que Bertha no había sido siempre así, que solía ser la pequeña más feliz y sociable que se hubiera visto, pero que un día lo dejó de ser. No hubo un indicio ni una decadencia, sólo dejó de ser ella misma, como si algo le hubiera chupado el alma o alguien se la hubiera llevado y dejado un remplazo. Un día, Bertha no estaba en su columpio de siempre ni tampoco el día siguiente, le pregunté a los demás niños si sabían algo, pero sugirieron que era mejor olvidar que alguna vez estuvo allí ya que no sería para nada diferente a como cuando estaba antes.
Me gustaría saber que fue de ella, me sería de mucha ayuda ahora que mi hija se comporta igual, fue justo como lo describió Linda: un día mi niña se despertó y fue como si no fuera ella misma, se veía como ella y tenía su voz, pero no era ella, sé que algo debió llevarse a mi Ana… ¿tal vez debí hacerles caso a mis padres y bautizarla?
Ahora sólo sé que debo deshacerme de esta impostora, no creo poder pasar otra noche con la puerta cerrada con llave tratando de evitar a esa cosa. Esta última carta será lo último que sepas de mí, hermana, porque he visto la verdadera forma de ese ente a través de un espejo… La verdadera forma de esta cosa es lo más espantosa que he visto jamás, era una cara pálida y con dos hoyos más negros y profundos que la oscuridad que servían de ojos, por eso junto con esto, viene un espejo, mientras te cuides a ti misma y al pequeño Jorge esto no les podrá pasar a ustedes. Estoy seguro de que cuando esto llegue yo ya no estaré aquí y Ana, o bueno, la cosa que dice ser ella ya se habrá ido a buscar a otro de quien alimentarse.
Andrea N. Trejo. Matamoros, Tamaulipas, (2008). Estudiante de Bachillerato. Tercer lugar en el Concurso estatal de expresión literaria La Juventud y la Mar 2022. Segundo lugar en el concurso de relato corto “Bestias de papel”. Participó en la antología Ruta de Escape Vol. 2. Ha publicado en revistas literarias como Mimeógrafo, Sombra del Aire y delatripa: narrativa y algo más.