Poemas de Cuaderno de Courtney Love de Antonio León
Desde Mexicali presentamos 3 poemas que son una declaración de principios: yo quiero ser ebanista, operadora de lagunas, gata que se ha mudado al otro lado de la lluvia.
Desde Mexicali presentamos 3 poemas que son una declaración de principios: yo quiero ser ebanista, operadora de lagunas, gata que se ha mudado al otro lado de la lluvia.
Por Antonio León
Mexicali, Baja California, 26 de enero de 2024 (Neotraba)
la otra vez dije ser la chica y que yo miento,
miento y miento. la otra vez frente al establo
llamado paraninfo durante el academoceno.
el cabello en terrazas de colores, en tinte de
papel de china, las mandolinas del tórax sin
atinar de ficción. la fuente de sodas de aquel
lustro no tenía sitio para el tequila de plástico:
dijimos, sobre la piedra, que nuestro sueño es
poco necesario como el de cualquier especie
rota de origen y yo miento, miento y miento.
la otra vez mi banda uniformes de escuela,
timbre en las sienes justo la ansiedad del
fin del mundo, pero también de exámenes
finales. llegar a casa de ninguna forma, todo
en la consagración del desaliento. también
me dicen que no debo escribir la carta ni el
poema, que nadie me necesita para hablar
de su paso por esta broma. importa nada
o casi nada dicen: ir a la fiesta marica no me
vuelve autoridad para escribir la novela lgbt,
la novela lgbtttiq+ o el poema puramente
sáfico y ecuatorial, aunque la otra vez besé
a mi amiga y yo miento, miento y miento
yo miento, miento y miento al dar el saludo
de la paz, cada domingo. yo miento, miento
y miento al interesarme por el clima. miento,
miento y miento justo al heredar estas ojeras
caliciformes desde la navidad del odio. todo
terreno o reducción de daños tendría que
ponerse en marcha durante la preparatoria
a forma de hacer política no es clara en los
años de pubertad: el coto de poder de rostros
bellísimos, culos magnéticos, viajes a comprar
regalos de plástico a San Diego. un grupo de
amigos escucha discos viejos y se maquilla a
la usanza de sus dioses. una niña corre hacia
adentro, va cojeando y no desea crecer igual
que sus acompañantes de plomo. yo la ayudo
con el trance de algún maratón de películas.
con el espanto de postes máscara de espejo
no todas podemos usar los pantalones a la
cadera dije, las cejas de línea, los straps para
hacer jadear al espíritu santo, las primaveras
salvajes, las Karen Carpenter o Amanda Lear.
no todas tenemos un padre que ignora el star
system y dice: pago por la exposición de arte,
pago por el documental del pueblo fantasma,
pongo una mano en la cartera, nace tu talento
para la gran novela americana, nace tu MoMa
yo dije ser la huracán Courtney por la entrada
de noticiero, la que hace un agujero de dulce,
víctima sassy en fiesta Carrie y nimodérrimo.
ya vendrán aviones a este pueblo a polinizar
los vientos, o a dejar caer volantes para casas
de verano. hace tiempo tuve una explosión de
carne asada en la memoria, la luz de la tarde
no es la misma para todos los recuerdos, no
creerías que existen lugares sin alumbrado
público, sin proyecto de nación, sin agua de
la llave para rellenar las botellas de salsa Amor.
pero esta línea queda al final del conteo, calza
otra cara en mi cara y yo miento, miento y miento
yo quiero ser la wonder woman
de las siete maravillas
del mundo antiguo
yo quiero ser la chica hosca de la canción de Fiona Apple,
y que no molesten
y que no estén chingando
yo quiero ser Wendy Carlos,
observar el eco en colores decontracturantes
yo quiero ser prima hermana,
después hermana de mis amigas,
también bala perdida
pero también Barbie chola
yo quiero ser Stevie Nicks saliendo del closet de las brujas
yo quiero ser logaritma, plenilunia, gimnosperma,
experimenta exitosa en la que guindan las hadas,
perrita de luz al centro
y salseadora de vidas y destinos
yo quiero ser la flama de herrería,
cautín de no parpadeo a las 2 de la mañana
yo quiero ser PJ Harvey, también quiero ser Lucha Villa
yo quiero ser guionista, estafadora del turismo,
generadora de hilos y asesina de trenes del mame
yo quiero ser brujolacta, mentirona y que soporten
yo quiero ser ebanista, operadora de lagunas,
gata que se ha mudado al otro lado de la lluvia
yo quiero ser la que trae la llave de la licorería,
la que ignora todos los semáforos,
la Nancy Downs que burló el encierro
yo quiero ser la que dice
:
el after en mi casa, la fiesta en mi patio
el tema es la hemorragia de ningún suplicio
abran la música de los grifos
en los que iba el agua
antes porque ya nunca
yo quiero ser Daniela Romo cantando Mentiras,
compañera de friso de Nellie Campobello
y cortar cartucho juntas
Siouxie Sioux en patadas caprinas,
Marsha P. Johnson con el fuego en altas,
Sinéad O’Connor en la oficina mundial de romper fotografías
de líderes religiosos,
Ella Fitzgerald de fiesta con Marilyn
en un cabaret
yo quiero ser la que corre en chinga en los thundercats
o daga pértiga cualquier cosa
con piernas para huir hacia el frente
con todo menos miedo a los golpes
yo quiero ser Dorothy Dandridge con vestido de seda
yo quiero ser la que daba becas a las otras niñas
cuando jugábamos a los oficios
yo quiero ser bailarín cuando jugábamos a los oficios
yo quiero ser un manto azul que desciende sobre mis amigas
cuando duermen de borrachas
y hace frío
yo quiero ser Frances Farmer
yo quiero ser la ranura del cielo
una noche en que bailemos hasta las nunca
novios rubios y bajitos, callosidades en el talento visible.
los tutores de nadie señalan diversos rasgos, aunque ya
no hacen más comentarios acerca de cuerpos infantiles.
artistas o fantasmas breves de cintura, ella ha dejado el
tema
porque nadie espera a niñas que dicen mentiras vistosas
mentiras que se vuelven la única opción de ir a espacios
públicos
o la única verdad posible durante la sesión con la doctora
Smitherson
:
ella dice que nadie la obliga a un carajo pero
recuerda Olympia y después dice Aberdeen como decir
cuerpo de agua dulce o mar de galilea
decir una estrella de rock que gime luz
y se interna en los mantos freáticos de la audiencia
una de nosotras fue al frente en aquella guerra a patadas
regresó desde el sol de zapatillas Emily –aunque no ilesa
y nos dijo
que al final del arcoíris de leña no había más roadies más
músicos insolentes
más terapias
de conversión
a la heteronorma
más patanes con playeras en que se promueve la muerte
de las ideas
cada vez que ella se cuelga la guitarra los barbudos temen
–prefieren torso sudoroso, menos tetas de azafrán o labios
pintados en los que nunca ocurrió
cada vez que vuelve a gritar salvaja
se abre la veda del odio,
sitios como Malibú, Londres, Las Vegas o Mexicali
salas de ensayo donde aprendió a dejarse ir llevando púas
en lugar de encaje
vestidos de abuela triste de quince años
un río de plata cruje en su garganta, pero nadie se oculta en
la lluvia
durante el sexo oral
Antonio León es un poeta nacido en Ensenada, Baja California. Reside en Mexicali desde 2014, donde se desarrolla en distintos ámbitos de la promoción cultural universitaria. Es editor de poesía en la revista El Septentrión y colaborador esporádico de noisey\vice; ha sido columnista del semanario Es lo cotidiano y actualmente desmenuza sus fijaciones en el blog Muerte por videoclip. Es autor de los libros Caricia del velocímetro, Busque caballos negros en otra parte (pinosalados) y :ríos, dentro de la colección Ojo de Agua, editada por CETYS Universidad . En 2016 fue el ganador del Premio estatal de literatura (poesía) en Baja California, con el libro El Impala rojo. En 2018 fue becario del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico en la categoría Creadores con trayectoria. Autor de Consomé de Piraña, editado por Carruaje de pájaros y el Instituto Sinaloense de Cultura. Fotografía de Antonio León por Hugo Fermé.