Cultura de la cancelación: ¿qué tan real es?
Alysson P. Briceño, de la revista digital Erizo Media, nos habla de la "cultura de la cancelación"; los inicios y cambios del movimiento social.
Alysson P. Briceño, de la revista digital Erizo Media, nos habla de la "cultura de la cancelación"; los inicios y cambios del movimiento social.
Tijuana, Baja California, 04 de febrero de 2021 [00:01 GMT-5] (Erizo Media)
Según el sitio de Merriam-Webster: “Cancelar o la cultura de la cancelación se refiere a dejar de apoyar a alguna figura pública en respuesta a sus cuestionables acciones u opiniones. Puede resultar en boicotear su trabajo o rehusarse a promoverlo” y según sitios como ABC, se refiere a “dejar de apoyar a figuras públicas después de haber dicho algo considerado desagradable u ofensivo”, pero este sitio también se refiere al acto de cancelar como una actividad de los “ultraizquierda”. Cuestionable.
Por más nuevo que parezca este “movimiento”, sobre todo por la frecuencia en que noticias donde alguna celebridad diferente ha sido ‘cancelada’, indicios de esto han existido en el internet por algunos años ya. Alrededor de 2013, la palabra “problemático” toma el lugar que ahora “cancelado” es en nuestro día a día. Este término fue criticado por la frecuencia en la que se utilizaba y como debido a esto poco a poco fue perdiendo su sentido original, un artículo de Macleans describió a alguien problemático como “alguien que de una manera u otra refuerza las creencias de un sistema injusto” y menciona que usar esta palabra es una manera mucho menos agresiva de referirse a alguien como sexista o racista u homofóbico, dependiendo la situación del acusado. De las pocas diferencias entre uno y el otro, es que referirse a alguien como “problemático” se limitaba a las redes sociales, en especial Tumblr.
Con la existencia de blogs como “yourfaveisproblematic” (refiriéndose a: “tu celebridad favorita es problemática”) donde se enlistan los diferentes motivos por los cuales cierta celebridad había hecho algo ‘mal’, esas cosas podrían variar entre comentarios racistas o sexistas hasta agresiones físicas. La mayor diferencia es que había una sección en el blog donde contestaba preguntas como “¿Todavía me puede gustar cierta celebridad?”, la respuesta de los moderadores de este blog era: “Puedes seguir siendo fan de esta persona mientras reconozcas el problema con las cosas que ha dicho o hecho.” Suena simple y nada doloroso para consumidores de cultura popular que no quieren sentirse culpables mientras miran cierta película o están escuchando alguna canción en su tiempo libre. Pero esta respuesta es de hace unos cinco años y el blog no ha sido actualizado desde el 2016.
¿Qué ha cambiado de esta palabra que generaliza los errores de estas figuras públicas y que aparentaba ser más capaz de “perdonar” que el actual?
A finales del 2018, comienza a popularizarse el término “call-out culture” (cultura de acusación) en Twitter por parte de mujeres de la comunidad negra, publican tweets pidiendo que se ‘cancele’ al cantante R. Kelly tras las acusaciones de abuso sexual y acoso a menores en repetidas ocasiones.
La intención de ambas es la misma, el ‘cancelar’ inició como una estrategia de hacer a estas figuras públicas responsables por las acciones que habían realizado, que de otra manera no se habrían enfrentado a ningún problema o que no se le daría justicia a las víctimas de esta persona y de esta manera darle una voz a estas personas que de otra manera no tendrían cómo defenderse de la otra persona que generalmente está en una posición de poder.
Un ejemplo de este tipo de movimientos en redes sociales es el “#MeToo Movement”, a pesar de que la primera vez que se utilizó la frase ‘Me Too’ para promover empatía entre víctimas de abuso sexual fue en el 2006 en MySpace por la activista, Tarana Burke. Fue en el 2017, después de que Harvey Weinstein fuera denunciado por múltiples actrices por acoso sexual, que el hashtag fue popularizado cuando la actriz Alyssa Milano publica en Twitter que cualquier persona que haya sido víctima de acoso o abuso sexual respondiera con ‘me too’.
Se reportó que la frase fue utilizada alrededor de 200 mil veces en ese día en Twitter y 4.7 millones de personas en Facebook. A raíz de esto, a inicios del 2018 surge la organización “Time’s Up” para poder apoyar de manera legal y económica a las mujeres que hayan sido víctimas de este tipo de acoso.
A pesar de que la respuesta en su mayoría fue positiva y de apoyo a la valentía, tanto de las celebridades que alzaron su voz a la respuesta de personas que habían experimentado este trauma en su día a día, el movimiento aun así recibió varias críticas, acusando que eran testimonios falsos o que el tono con el que se realizaban las acusaciones era inapropiado o violento siendo por redes sociales.
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