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Cafés vacíos. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.
Cafés vacíos. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.

Por Verónica Ortiz Lawrenz

Ciudad de México, 30 de marzo de 2020 (Neotraba)

Todo se confunde en un mismo espacio vital. Porque te mueves limitadamente mientras, multiplicados, los datos de la pandemia son la epidemia misma. Saturada de información, lo único que me queda claro es que no debo salir de casa. No salir es ser prisionero de tus propios miedos.

Miedos inducidos por los que más provecho sacan a este nuevo virus: las farmacéuticas, los enemigos del cambio y los corruptos de siempre. La campaña orquestada por el poder engaña, manipula, enciende hogueras para sacrificarnos como rehenes de sus mentiras e intereses. Por eso decido evitar whats y tweets sobre el tema, no abro memes, cambio de hoja o de canal cada que un columnista insiste en decirme lo que debemos o no debemos hacer como si fuera él gurú sabelotodo, antes chayotero, antes nada.

La pandemia cuestiona nuestras seguridades. El status quo se tambalea. De esta experiencia, ¿qué necesitamos aprender? ¿O nos quedaremos igual, defendiendo nuestras mezquindades? La pandemia es un regalo de purificación, si quisiéramos tomarlo así. Con tantas horas libres, habría que reflexionar sobre nuestros juicios y creencias. Si, como señalaba Aristóteles, “el asombro es el origen del pensamiento”. Todo hoy nos asombra.

Los juicios son creencias cerradas: vienen del pasado, van al futuro, son como piedras. Matan. Las mentiras repetidas se acomodan en mentes vacías y forman raíces. El antídoto es el pensamiento crítico. El filósofo, recientemente fallecido, George Steiner señalaba que: “pensar es una empresa solitaria… autista, loca…”. Las raíces de los juicios se conforman de mitos, falsedades. Las sociedades globales no reflexionan, consumen. No discuten, creen en lo que se les vende, es su manera de pertenecer; si no lo hacen se sienten perdidos, porque pocos son capaces de tener un pensamiento independiente, “de ir al fondo de sí mismos” para preguntarse qué quieren o rechazan.

Cafés cerrados. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.
Cafés cerrados. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.

Los medios comerciales de comunicación, para dividir a la sociedad, promueven el odio. Imponen ideas, las machacan, las consumimos completas. Desde el maniqueísmo, no hay matices: somos buenos o malos, feos o bonitos, cultos o ignorantes. Pero resulta que en los matices estamos nosotros los seres humanos reales. Negar la riqueza del “ser” es negar a la especie humana. 

Borrar nuestras mentes, nuestros deseos parece ser la consigna. Controlarnos. Por años lo han hecho a través de las religiones, de la educación, de las prohibiciones sociales, de las políticas de censura. La manada obedece, no hay disenso, oposición. Nos uniforman. Eso intentan. Que repitamos a otros lo que ellos quieren. Por ejemplo, el presidente Trump insiste en llamar China a esta pandemia. También asegura que los mexicanos pobres, migrantes, son todos asesinos y narcotraficantes.

Ahora tenemos tiempo, eso es lo que nos regala este virus. Tiempo para empezar a pensar, abrirnos emocionalmente. Apartémonos de la vorágine de mensajes maniqueos y busquemos en las lecturas de filósofos, de los clásicos. O nuestras propias ideas, abiertos a la reflexión. Esta introspección posible tiene que ver con lo que haces y lo que realmente deseas. Con quién eres y lo que quisieras ser.

En esta búsqueda de mi pensamiento desde el asombro me abro camino a través de los libros. El paquete que tengo frente a mí es poderoso y variado: Los logócratas, de George Steiner, uno de los mayores pensadores de nuestra época, afirma que: “los libros son nuestra contraseña para llegar a ser lo que somos”. Con él voy despacio porque cada frase me obliga a detenerme.

Gastronomía e imperio, La cocina en la historia del mundo (FCE, primera edición en español, 2019), es un recorrido de 5 mil años que la historiadora de la cocina, bióloga de formación, Rachel Laudan, publica después de varios años de investigación. Su tesis explica, en una prosa fácil de leer, que los imperios y las religiones, fundamentalmente el budismo, islam y catolicismo determinan y han controlado lo que comemos en el mundo. Y son los conquistadores, soldados, misioneros, comerciantes los responsables de transportar hasta nuestras cocinas las recetas que preparamos.

Cervecería cerrada. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.
Cervecería cerrada. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.

De Aristóteles releo Metafísica, el primer libro. Atiendo la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz, de Rosario Castellanos,  Elsa Cross. De los nuevos libros del Fondo de Cultura Económica, tengo, del escritor, compositor y político ecuatoriano, Galo Mora Witt –con quien hay afinidades genéticas por nuestros segundos apellidos alemanes–, Mujeres en las tormentas, que nos ofrece cuatro textos alucinantes sobre Marlene Dietrich, Aleksandra Kollontái, Lillian Hellman y Concha Michel, a quienes las une su lucha contra el fascismo.

Para cambiar el tono, todo lo escrito por Rubem Fonseca, maestro de la narrativa brasileña, nacido en 1925, me gusta. Me regalaron El seminarista, escrita en 2011, novela que trata de un matón a sueldo quien en sus ratos libres se dedica a lo que ama: leer, ver cine y conquistar mujeres. Sin ser matona a sueldo –y gracias al coronavirus– puedo dedicarme esas dos cosas que más amo, leer y ver cine, y la tercera, que no es conquistar hombres, es escribir.

La lectura libera, hace pensar, abre caminos, ahora estos nuevos que tendremos que andar. En el asombro, me acompaña la música de Philip Glass, Metamorfosis. Y la alegría de cientos de pájaros que confiados en este impasse de ruido y contaminación, han llegado a las ciudades a cantarnos que no todo está perdido si aprendemos la lección.

Algo está cambiando, las aves, los peces, insectos, flora y fauna toda parecen darnos una tregua. El mundo como lo conocemos no volverá a ser igual, ¿estamos preparados?

Cafés cerrados. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.
Cafés cerrados. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.

Sobre la autora:

Verónica Ortiz Lawrenz está al mando de la filial española del Fondo de Cultura Económica, en Madrid. Se ha distinguido por ser de las primeras periodistas en llevar a los medios masivos de comunicación la temática de la educación sexual, desde 1980. Estudió en el Instituto de Lengua Extranjeras de Beijing y dirigía Código DF, radio en línea de la Secretaria de Cultura del Gobierno del entonces Distrito Federal. Es autora de Mujeres de Palabra y La niña del jardín.


Nuestra Cuarentena de crónicas:

  • Lo importante de la Navidad
    Mamá cremaba la manteca, mezclaba con sal para verter la masa y untarla en las hojas de los elotes, rellenar de carne con chile y envolver cientos de tamales. Crónica de Siria Montijo Gracia
  • Tres estaciones de un tren que no deja de avanzar
    Javier Claure escribe una crónica sobre la presentación de su primer poemario en Bolivia.
  • La marcha que fue al no serlo
    El 20 de enero de 2017, Donald Trump asumió por primera vez la presidencia de Estados Unidos. Al día siguiente se realizó una manifestación donde los pussyhats sirvieron como un estandarte contra la misoginia. Una crónica de José de Jesús «Chucho» Márquez Ortiz.
  • Un jueves lleno de expectativas: las palabras del Nobel se escuchan en el mundo
    Javier Claure C. escribe una crónica sobre el ambiente que se vive al interior de la Academia Sueca al anunciar al Premio Nobel de Literatura.
  • Doble P en Monterrey
    En esta crónica, Clars nos cuenta cómo entró al concierto de Peso Pluma en Monterrey, a pesar de que no tenía boleto minutos antes. Un escenario 360 por el que se desplaza Peso Pluma y aprovecha el acercamiento para interactuar con algunos de sus seguidores. Puedes verlo todo en blanco y negro. La visión que domina tu mirada en monocromo.
  • Destroy del cerro de la silla, cabrito, wateke y piporrazo en Monterrey
    Belafonte Sensacional estuvo en Monterrey y Clars nos trae una crónica: Te tienes que aguantar las perras ganas de escribir del bandido que te robó el corazón. Del reflejo resplandeciente de las luces congaleras sobre sus gafas punkibelicas, su hedor a chela, y sus labios carnositos.
  • Aquello que deseo: otra crónica (pero con fotos) sobre Metallica en México
    Samuel Segura escribe una crónica sobre uno de los conciertos de Metallica en México: Aquellas ocho pantallas parecían naves salidas de La guerra de los mundos (con Tom Cruise). Emiten un sonido así de furioso e interespacial. Ahí están las imágenes del viernes anterior: los videos en México, los fragmentos de The good, the bad and the ugly. Y abren con la misma canción.
  • José Martí: «Lo que escribe el dolor queda grabado en la memoria de los hombres»
    Jorge Laserna, al igual que un alquimista, supo transformar el dolor en poesía. Y nos ha llevado, con valentía, a transitar por los caminos que han pisado sus pies. De esta manera, nos regaló la esencia de su alma sensible.
  • Orgullo y Muerte o cómo un hoyo en el calcetín puede salvarte de morir.
    ¿Cómo te gustaría que te recordaran después de morir? Aída López Sosa nos presentan un relato sobre este 5 de agosto, aniversario luctuoso de Marilyn Monroe, incluido en su libro La vuelta al arte en 20 relatos excéntricos.
  • Hora y media de alucín: Natanael Cano en Monterrey
    La inteligencia artificial nunca estará lista para la loquerana y la belikeada. Mucho menos para experimentar el impacto de adrenalina del que te colma un concierto de Natanael.
  • El que mucho se despide
    No conocí a Armando Palomas de antes. Puede que haya sido diferente. Quizá los excesos le han consumido la batería social. Ningún artista se debe a su público, se debe a su obra. Una crónica de Clars.
  • Jálate pal baile
    En el concierto del Compa Gabito en Monterrey, más que hacer apología a la violencia es nuestra realidad. Un México herido. La música no tiene la culpa. Hoy a sus morritas ya no les mandan cartas. Les tiran DM. Las tunean. Las pasean, presumen y les compran Dior, Chanel o Louis Vuitton. Una crónica de Clars.
  • Crónicas Librescas
    Una influencer entra a una librería, se porta pedante, exige que la atiendan rápido y se topa con otro influencer. ¿Cuál es el resultado? Ale León escribe una crónica sobre ser vendedor de libros.
  • Entre pétalos caídos: historias bajo el árbol de cerezo
    La efímera existencia de la flor de cerezo, nos recuerda a la fugacidad de la vida. En la brevedad de su floración, encontramos un espejo de nuestro propio existir. Por Javier Claure C.
  • Carín León desde la Macro
    Recientemente Los Tigres del Norte reventaron la Macro y sus alrededores. Creíste que no podrías ver nada parecido. Te equivocaste. Carín se lleva el récord. Más de noventa mil asistentes. Una crónica de Clars.
  • Lázaro Cristóbal Comala en Monterrey
    Su esencia incandescente es imposible de preservar en una foto, un video o incluso en estas palabras. Le hemos quedado mal a la noche, pero siempre tendremos más. Por Clars.
  • Lindas Chicas (los lugares extintos)
    John Templanza Better nos lleva de la mano a visitar el Lindas Chicas, un night club en Barranquilla, Colombia.
  • Resorte. En Monterrey se baila cumbia…
    Escucho cada una de esas rolas adherida a mi memoria. Los integrantes del grupo tienen un protagonismo por igual. Bestialidad en cada movimiento. Una crónica de Clars.
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