Tetris.
Israel Rosas nos presenta una reflexión sobre el amor: ¿cada uno saca sus patologías para empatarlas con las de alguien más como en el juego de Tetris?
Por Israel Rosas (@irosasr)
Un amigo me dijo una vez que el amor se trataba de juntar patologías. Yo alguna vez dije que se trataba de sacar a jugar a los demonios y ver cómo se llevaban con los de alguien más. Pasó el tiempo y cambié mis ideas. En algún momento fui lo suficientemente idealista (¿iluso?) para pensar que el amor no incluía patologías.
Ahora creo que es como jugar Tetris, que en realidad todos estamos un poco rotos y solo se trata de buscar con quién encaja uno mejor. Además, parece que no solo se trata de eso, sino de ir coleccionando efectivamente las piezas que van saliendo (vaya uno a saber de dónde) para tratar de acomodarlas, equilibrarlas y neutralizarlas antes de que el panorama se convierta en un caos.
Pensándolo un poco más, la Teoría del Tetris podría extenderse a las relaciones interpersonales en general, no solo a las de pareja. A fin de cuentas, en muchas de ellas va una dosis de amor (a veces más, a veces menos, a veces casi nada). Y qué decir del Tetris interno de cada quién.
Definitivamente era más divertido en un juego de bolsillo en la infancia.
