Polos opuestos en “La hermana de La Elegida”
Las relaciones entre hermanos también tienen sus patologías, algo que observamos en "La hermana de la elegida", analiza Mile R. Garfias.
Las relaciones entre hermanos también tienen sus patologías, algo que observamos en "La hermana de la elegida", analiza Mile R. Garfias.
Por Mile R. Garfias
Puebla, México, 23 de marzo de 2022 [00:01 GMT-5] (Neotraba)
“[…] promesas de proteger, promesas de escuchar cuando la otra necesita relajarse […]“
“Son herman@s y deben quererse”, “la familia siempre va por delante”. Éstas y más palabras rodean dentro el vínculo familiar, hacen alusión a la unión que debe de existir entre cada integrante, sobre todo entre hermanos. Pero ¿qué sucede cuando la relación entre herman@s no es tan genial como se puede llegar a imaginar? Pues bien, para poder entender bien este aspecto adentrémonos en la novela La hermana de la Elegida.
Novela de humor negro de corte femenino, escrita por Colleen Oakes (autora de best sellers para adolescentes y adultos entre los que destacan Las Gabardinas Negras,la trilogía Reina de Corazones y la saga Wendy Darling) y por Erin Armknecht (quien fue reportera de un periódico tras graduarse de la universidad y realizó trabajos de edición para autores de manera independiente), la primera novela de esta última.
Dentro de Proctor Moor asisten chicos con distintos dones, entre ellos destaca Valora Rigmore mejor conocida como “La elegida”, aclamada y admirada por todos, en ella alberga el don la telequinesis. Su vida amorosa es un tanto perfecta pero las apariencias engañan. Su hermana gemela, Grier Rigmore, catalogada como “La rata de biblioteca”, lleva una vida muy diferente en comparación con su hermana, pues está llena de humillaciones, es excluida no solo dentro del colegio, sino también dentro de su familia.
Ambas chicas no sólo luchan contra monstros: también lidian con las etiquetas, pues el ser nacidas dentro de un seno familiar de alto prestigio hace que el ambiente social que las rodea esté pletórico de envidias, competencia, idealismos, manipulación y discriminación.
Erys es un personaje antagonista dentro de la historia. Un ser lleno de rabia en busca de venganza, desatando infortunios en Proctor Moor, todo por el rencor que le ha dejado el pasado. Al no sanar este punto, sus acciones le hacen tomar cartas sobre la mesa con las personas menos culpables de lo ya sucedido. Sólo escuchar “La elegida” le provoca mucho revuelo.
Si tomamos la lectura con otro trasfondo y lo compaginamos con la vida, podrás entender la realidad que se vive para tener “aceptación social” y ser parte de los estándares de belleza, pues tristemente el físico sí importa en el ámbito social. Un claro ejemplo son las redes sociales: juegan un papel muy importante hoy en la actualidad e indudablemente lo seguirá siendo para el futuro. Entre más poder (belleza), más gente te rodeará; mejor dicho, te rodeará mucha hipocresía.
Valora, al estar siempre bajo presión de ser perfecta, sufría agotamiento físico y sobretodo psicológico. Grier no era popular pero sí vivía bajo la sombra de su hermana. Sin embargo, a diferenciaba de Valora –y que es una de las características que me agradó del personaje–, no da tanta importancia al hecho de ser conocida porque su hermana, “La elegida”, tiene una sencillez que cautiva; ella no ocupa de mucho para estar bien –dentro de lo que cabe. Esto es algo que pocas personas pueden llegar a tener, algo que su hermana aprendió gracias a sucesos que como lector no te puedes imaginar y te sorprenderán.
La elegida, a pesar de que puede llegar a ser considera como una novela cliché, es entretenida, una lectura clara y concisa. La manera en que describe el aspecto físico de los personajes, el ambiente y las acciones realizadas dentro de la historia ayuda a que te puedas imaginar a grandes rasgos todo lo que suceda y te conviertas parte de la historia.