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Por Manuel Noctis

Tijuana, Baja California, 26 de agosto de 2020 [00:01 GMT-5] (Erizo Media)

Con el escritor José Agustín pude haber coincidido en persona en agosto de 2011, durante el Encuentro de Jóvenes Escritores de Acapulco en el que fue homenajeado por primera ocasión en su tierra natal. Mi amigo el poeta Antonio Salinas me había invitado a participar, pero por alguna razón no pude asistir; de haber podido, hubiera sido un gustazo platicar con él y haber consumado un hecho de admiración que comenzó cuando yo era preparatoriano.

A mis 16 o 17 años, el encuentro con la revista Generación —que dirige mi otro buen amigo Carlos Martínez Rentería— fue lo que me permitió adentrarme con otro tipo de literatura y autores que, hasta ese momento, no tenía noción de ellos y, mucho menos, conocimiento de la apertura en sus escritos; uno de ellos fue José Agustín, de quien se hacía referencia a la menor provocación en algunos de los textos de aquella revista.

La contracultura en México fue el primer libro del que supe de José Agustín, sin embargo, el primero que llegó a mis manos fue La tumba, el clásico de clásicos de la literatura joseagustiniana. Publicado el 5 de agosto de 1964 por la editorial Ediciones Mester, dirigida por el escritor Juan José Arreola —cuando el acapulqueño tenía solamente 20 años.

Portada del libro “La tumba” de José Agustín

Cuando lo leí me voló la cabeza, se me pararon los pelos de punta y me prendió sobremanera. Me di cuenta que morros —entonces— de mi edad podíamos también contar nuestras historias y más que eso, que en la literatura uno se podía encontrar consigo mismo en esos personajes rebeldones que mostraba el escritor.

En una entrevista que concedió al periódico La Jornada el 30 de julio de 2004, el originario de Acapulco, contó que cuando comenzó a escribir ese libro, tenía 16 años y estaba entusiasmado con la lectura de Lolita, de Vladimir Nabokov… “en un café, con un cuate, hicimos una apuesta a ver quién podía escribir un cuento basado en una frase tomada de esa novela. Él no cumplió, pero yo sí, y escribí el cuento Tedio I, en el que aparece Gabriel Guía. Ya era La tumba.

“Estaba en un taller literario llamado Mariano Azuela y leí mi cuento. Todos se aterrorizaron y me dijeron que era inmoral, un escándalo. Pero ahí estaba Gerardo de la Torre y me dijo: ‘no les hagas caso, están mal de la cabeza y tu texto está muy bueno, de hecho, hay un personaje muy padre, por qué no te escribes otro cuento con él”.

José Agustín Goytisolo

”Y me escribí Tedio II. Lo leí y pasó lo mismo. Y Gerardo me volvió a decir: ‘pues échate otro, a lo mejor te haces un libro de cuentos sobre ese personaje’. Entonces empecé el tercero, pero se comenzó a alargar. Como a las 70 páginas me di cuenta que Tedio II encajaba ahí a la perfección. Lo intercalé, seguí escribiendo y advertí que la novela terminaba con Tedio I, que era el de los clics clics, el del líquido en la cabeza.”

”Me la eché como de enero a mayo del 61. Y se la llevé a Arreola, quien decidió publicarla. Pero antes, en sesiones especiales, los miércoles a las 12 del día, me citaba para trabajarla, línea por línea y coma por coma. Fue una maravilla de maravillas”.

En aquellos años sesenta, sí que fue todo un escándalo la publicación de esta novela, sin embargo, fueron varios los escritores ya con cierto renombre, quienes salieron a defenderla, tal fue el caso de Juan Rulfo, quien escribió: ”Esta es una de las novelas que abolirán el pasado, La tumba es un libro extraordinario”.

Portada del libro “La contracultura en México” de José Agustín

Después llegó a mí La contracultura en México, publicado originalmente en 1996 por la editorial Grijalbo. Un libro en el que José Agustín hace todo un repaso histórico por los movimientos y manifestaciones contraculturales más importantes que ha tenido nuestro país, tales como los pachucos, los existencialistas, las pandillas juveniles o el rocanrol, además del consumo de sustancias y otras yerbas.

Haber leído ese libro me llevó a interesarme profundamente en los movimientos juveniles alternativos, las mal llamadas tribus urbanas y todo lo referente al underground, dado que por esos años ya anda yo dándole macizo al heavy metal y deambulando por las sendas oscuras del dark y la música industrial. El libro se convirtió en una especie de biblia…

¿Quieres saber cómo termina la historia? Visita a nuestro amigos de Erizo Media en: https://erizo.org/mis-viajes-con-el-escritor-jose-agustin-hoy-en-su-cumpleanos/}


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