Leonora Post-Punk
Después de todo llega alguien, te abraza, la calma regresa, aunque sea por breves instantes. Somos, al final, dos desconocidos que juegan a apostar: a veces todo a veces nada.
Después de todo llega alguien, te abraza, la calma regresa, aunque sea por breves instantes. Somos, al final, dos desconocidos que juegan a apostar: a veces todo a veces nada.
Por Eduardo Hernández (@copia_chafa)
Puebla, México, 22 de mayo de 2023 [00:10 GMT-6] (Neotraba)
Mi especialidad es enterarme de que mis bandas favoritas se presentan en algún lugar de Puebla y solo me queda ver las fotos. La primera vez que vino Leonora fue en el Rebels cuando estaba frente al Museo Amparo, habían hecho un live mientras tocaban “Eternos”, a pesar de que el lugar era pequeño se notó que hubo bastantes fanáticos.
A estas alturas la mayoría ya sabemos quién es Leonora, que vienen de Los Mochis, que iniciaron como dúo compuesto por Frano y Yulián, para que al final se confirmara un trío conformado por Frano, Milka y Efrén.
Si bien varias de sus letras abordan temas como el amor y el placer que causa, también hay otras como es el caso de “Colonia Americana” que cuenta la historia sobre los recuerdos de una relación terminada. O mi tema favorito “Eternos”, un tema que hace referencia de cierta manera al amor romántico, porque todos nos sabemos el dicho de que “El amor todo lo puede”.
«Acabemos con esto
No tiene caso ya
Míranos como estamos...»
Al final de esa estrofa termina con «quédate, quédate», aferrarse a lo imposible termina mal y se advierte desde el principio de la canción. Inicia con una línea de bajo muy marcada y un solo de guitarra muy rabioso que ejecuta Frano.
Este fin de semana al fin pude ver a Leonora en el Beat 803, había visto el flyer desde casi un mes antes, en el evento. Travesías bajo la lluvia para llegar a Puebla y descubrir un clima bochornoso, después llegar al Beat para descubrir las calles húmedas porque parecía que una suave brisa había pasado por ellas.
Al llegar Sísifo está por terminar su set de canciones, una banda de post-punk de Puebla, liberación catártica para encontrar fuerzas en nuestras lágrimas, como ellos se describen, seguido de Edgar Frozen, un proyecto de Industrial y darkwave que hace transportarse a la primer película de Matrix justo cuando Neo debe buscar al Conejo Blanco.
Leonora presentó nuevos temas de su próximo material, el que más me gustó fue “El man más feliz” pero desde hace un tiempo hay bandas de post-punk que están covereando algunos clásicos, como ese tema de “La gata bajo la lluvia” o “Hasta que te conocí”, o ese de Twin Trives de “Lobo Hombre en París”. Aquí no hubo excepción pues Milka interpretó “Amor Eterno” del Divo de Juárez, ese tema tiene una excelente letra para ser covereando en este género pues Juan Gabriel lo compuso después de que su madre falleció. Tal vez “Amor Eterno” y “Eternos” detonará algo más en mí, por fuera está extasiado y por dentro a punto de comenzar a quebrarme aún más.
No recuerdo el orden del set list a la perfección, pero recuerdo varios de sus temas interpretados “Luna”, “Polvo”, “Sufrí”, “Reina Negra”, “Colonia Americana”, “El Man más feliz”, “Insomnio”.
Hace tiempo que me quedé sentado al borde del abismo, nos observamos, me sonríe mientras cierro los ojos y cuento, uno, dos, tres, cuatro, cinco, cinco… Cinco… Después de todo llega alguien, te abraza, la calma regresa, aunque sea por breves instantes. Somos, al final, dos desconocidos que juegan a apostar: a veces todo a veces nada. Siempre hay marcha atrás pero mientras eso llega te busco entre la gente, corremos para acercarnos hasta el frente mientras Leonora ejecuta “Insomnio”:
«Tan solo quiero dormir
Tan solo quiero soñar
Que lleguen ya los rayos»
Te tomo por la cintura mientras la música nos conecta, mientras la noche impera y nos recuerda qué tan frágiles somos, bailemos esta noche mientras la luna nos baña con su luz.
El evento termina con el proyecto de LXEW a cargo de Diego González directamente de Costa Rica pero radicado en México, darkwave combinado con Depressive Black Metal, no pudimos escucharlo al cien porque la vida de adulto nos decía que a otro día había que trabajar desde las primeras horas. Sin embargo, vale la pena escucharlo.